Que rueden cabezas para
no moverse de las poltronas
Las grandes minorías con
representación política en España han desaprovechado sus
oportunidades, que les auparon a unos los votantes hasta llegar al
poder y tratar de perpetuarse los otros en un nacionalismo excluyente
y combativo. De los ideales que alumbraron el 15-M en busca de listas
abiertas, regeneración de la política, de la democracia interna en
los partidos políticos, fortalecer lo que teníamos y mejorar lo
existente, sólo quedan las mentes de quienes votaron a quienes
representaban políticamente aquellas legítimas aspiraciones. Han
logrado mantener un discurso de guerra civil, de querer ganar una
derrota de un mundo que ya no existe. El regionalismo catalán ha
logrado todas las aspiraciones que reclamaban y sin embargo sus, se
presentan, como herederos de aquellos pioneros que aspiraban a una
descentralización y gestionar sus territorios para modernizar España
se han instalado en la poltrona gracias a la propaganda en los
medios, tergiversar la Historia y mantener la provocación a base de
simbolismos rechazando unos e inventando otros, con deslealtad
constitucional y falta de respeto donde en su discurso siempre son
víctimas...
En la víspera de la
intentona secesionista ilegal, el señor Oriol Junqueras afirmaba
desde su atalaya de superioridad intelectual que por supuesto que ama
a España, cómo va a odiar a España, pero que amaba más a
Cataluña. Pues España quiere al señor Junqueras y sus compinches,
cómo no va amar a sus hijos, pero quiere más a los españoles
aunque ellos no se sientan parte. Es fácil en épocas de prosperidad
y paz que la demagogia populista triunfe, lo estamos sufriendo hace
años. Montar el espectáculo de propaganda, de intento supremo de
remontar la ya desconfianza de sus votantes con la supuesta trama de
espionaje, trama ya rancia y que conocían de sobra, es para no
reconocer que delinquieron. La ministra de Defensa lo dijo alto y
claro en el Parlamento y la sociedad española respira más tranquila
al saber que la Inteligencia cumple su función de manera legal como
debe ser. El independentismo catalán perpetró un ataque a la nación
y la democracia, engañó a sus votantes, estafó a una juventud que
se vio traicionada una vez más en su idealismo aunque aún no puedan
ni quieran verlo. El exterior se ha dado cuenta de que el prófugo
Puigdemont y sus compinches eran un simple instrumento de la Rusia
del señor Putin y su régimen, así de claro.
La polémica aumentó con
otra incontinencia verbal del curioso señor Echenique. Curioso
porque en su sistema ideal y que aspira a implantar, hubiera sido
desechado al nacer o incluso antes, que comunismo y fascismo saben de
seleccionar ciudadanos desde la cuna. Sin embargo el señor Echenique
y su formación defienden ese sistema con un socialismo
revolucionario antesala de la dictadura del proletariado, un
proletariado que se mueve en coche, trabaja telemáticamente y
disfruta de tiempo de ocio sin falta de engendrar una prole para
tener relaciones sexuales. PODEMOS es una macabra caricatura a nivel
dirigente y de cuadros de aquel sueño de asambleas ciudadanas donde
se debatían propuestas. De los círculos no queda ni el nombre y se
ha transformado en un partido piramidal, quedan los votantes que
nunca son culpables. Que el señor Echenique desde su atalaya con
ruedas pida que rueden cabezas resulta tragicómico. Igual que hablar
de pacifismo e imperialismo yanqui cuando es Rusia la agresora y las
ciudades de Ucrania prueban su política expansionista, es
sencillamente caer en el narcisismo intelectual que brota al creerse
apóstol de la verdad...
La mayoría silenciosa
está despertando del letargo consumista azuzada por la pandemia y sus consecuencias y ahora sumada una guerra inesperada y que no
quieren acabar de creer. ERC y su negativa al apoyo de las medidas de
Gobierno sabiendo que Bildu iba a apoyar, es otro insulto a la
inteligencia del votante y la prueba, una más, de que sólo miran
agarrarse a la poltrona. Es tiempo de unión en la propia UE porque
los cañones ya se oyen a cincuenta kilómetros de la frontera OTAN.
El señor Echenique debería encabezar una delegación a Moscú para
tratar directamente con Putin acompañado de sus socios, también pacifistas ellos, pero que no renuncian a su pasado sangriento unos y
no se bajan de su pedestal étnico los otros. Tienen la suerte de que
el resto de compatriotas defienden su derecho a manifestar y pelear
democráticamente sus ideas y aspiraciones.
Pero ante la traición, la
colaboración con una potencia extranjera agresora de la democracia
europea, los intentos de destruir lo que ha costado construir sobre
los cadáveres de una sangrienta guerra civil que fue en realidad el
preámbulo de la II Guerra Mundial, las ansias de socavar la Unión
Europea y colaborar en la desinformación global, tener un Centro
Nacional de Inteligencia es una tranquilidad para toda la sociedad
española, sin excluir a nadie. Lo que ha quedado claro es la bisoñez
y nula disposición y aptitud para tener las riendas del poder. Se
agarran a las poltronas y se convierten en aquello de lo que eran
heraldos a combatir. La guerra deja caducos y trasnochados a
populismos y demagogos cuyo único valor son una masa de votantes
engañados y cada vez más desilusionados...
Así de simple y así de
complicado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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