Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Derbi asturiano: el
cretinismo de las directivas se contagia a los futbolistas
En
condiciones normales un derbi asturiano en El Molinón entre
sportinguistas y carbayones es una fiesta del fútbol y de la
rivalidad entre capitalinos y villanos desde tiempos medievales. Las
aficiones acuden al estadio y se celebran los goles, cuando toca, por
ambas parroquias. Desgraciadamente, esta temporada es la de tocar
fondo por parte del Real Sporting rondando la zona de descenso y los
despropósitos de cada temporada donde esta vez el relevo del míster
no viene acompañada de una flor en el culo del sustituto. El
espectáculo de hostias y engarramientos entre futbolistas al término
del encuentro y la continuidad del pifostio en el túnel de
vestuarios es en primera instancia culpa del cretinismo de ambas
directivas que mantienen una incomunicación institucional a todos
los niveles...
La
cosa ya viene de lejos, pero hay que ilustrar los hechos de
cretinismo en la planta noble de cada club para comprender la
vergonzosa escena que tuvo lugar. En el partido de ida una mente
brillante decidió que la manera de atajar pifostios entre aficiones
y evitar altercados en el estadio consistía en que la afición que
se desplazara a Oviedo, incluyendo particulares y no sólo referido a
los ultras de la afición, debería ser concentrada y pastoriada
desde su llegada a la ciudad hasta el estadio. La cosa se tomó con
indignación y se aumentó públicamente la inquina entre ambas
directivas. La parroquia rojiblanca desistió de celebrar el derbi en
Oviedo y llegada la pasada jornada no hubo cesión de entradas al
Real Oviedo y su afición debería adquirir las entradas en las
taquillas del estadio rojiblanco. Es sólo una gota que colmó el
vaso, es normal que los jugadores rivales celebren sus goles y sus
victorias, pero la tensión se palpaba desde hacía un par de semanas
y se olía ambiente a cordita que finalmente explotó entre los
jugadores. No valen excusas, no sirven disculpas y es patético que
se argumente como descargo la provocación de los jugadores
carbayones que encendió los ánimos. Los ánimos llevan encendidos
hace demasiado tiempo y no es válido como discurso de defensa lo que
ha manifestado el club y jugadores. Deben llover sanciones que nos
perjudican en el tramo final y son justas y necesarias. También que
ambas directivas dejen de ser catetas y papanatas evitando contagiar
a plantillas y aficiones, con relaciones institucionales que defiendan
y apoyen el fútbol asturiano, dando ejemplo y mano dura en
comportamientos que han promovido hasta ahora.
Lo de
menos es el resultado, victoria oviedista que les permite aspirar a
puesto de promoción, mientras que el Real Sporting seguirá sudando
tinta china porque la diferencia de puntos dado el lamentable y
lastimoso presente competitivo del club sin duda aumentará los
nervios, sumando las más que probables bajas por sanción. El nuevo
míster no da con las teclas y tras el bochornoso espectáculo dado
es muy posible que las cabezas tarden en enfriar. Lo ideal sería
ganar y sumar cuanto antes los puntos de la permanencia así como
recapacitar todos hacia dónde se quiere ir. Citar el caso del bueno
del Piqué que se encuentra en el ojo del huracán por su empresa de
eventos deportivos y el jugar la Supercopa en Arabia Saudí con
comisiones para él y el señor Rubiales presidente de la RFEF.
Terminar citando el descalabro europeo del Barça de Xavi que ha
logrado encaramarse en puestos de acceso a la Champions salvando la
temporada nefasta del club catalán. Así que triste porque el
cretinismo ha eclipsado la fiesta del derbi ante el máximo rival y
en condiciones normales diría que se montó el pifostio para
camuflar regalar los tres puntitos a los del Real Oviedo y que
asciendan, claro que ninguna de las dos directivas se merecen tal
premio a su cretinismo en las relaciones entre ambos clubs...
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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