Pacifismo mal entendido
al servicio de los intereses del régimen de Putin
Está
bien que la sociedad tenga ideas pacifistas, contaminadas de
propaganda y leyenda negra acerca del afán imperialista de los EEUU,
pero no tanto que la clase política aplauda por una parte al
presidente de Ucrania y luego se manifieste que la OTAN sólo protege
los intereses de los EEUU. El último en manifestarse en ese sentido
es el señor Pablo Iglesias, no es un indocumentado ni un fanático
cerril que se trague la propaganda animada desde los medios de
comunicación globales rusos al servicio del régimen del presidente
Putin. Desde 1945 los intereses de Europa Occidental primero y de la
Unión Europea posteriormente van de la mano de los intereses de
EEUU. La OTAN nace como defensa mutua ante el riesgo más que
evidente de que la URSS pretendía expandir su imperio europeo más
allá de Berlín...
No se
puede ser pacifista cuando la agresión se sufre en carne propia.
Ucrania es sólo la primera pieza de un puzle geoestratégico que el
régimen de Putin quiere cambiar a favor de sus supuestos intereses
defensivos. El régimen de Putin en Rusia condena a la ciudadanía
rusa a vivir una vez más con el miedo atizado desde el Kremlin como
solución a la incapacidad de llevar a Rusia al siglo XXI con
prosperidad para sus gentes, la concordia internacional frente al
militarismo expansionista y la diplomacia como arma de entendimiento
con la democracia como garante de libertad y desarrollo económico.
La injerencia rusa en las dos últimas décadas animando la discordia
y el enfrentamiento en las naciones de Occidente, alimentando el
populismo en el continente americano y la confrontación frente a
unos EEUU imperialistas y enemigos de los pueblos y naciones
americanas. La guerra en Ucrania y las mentiras diarias del régimen
de Putin han dejado al aire toda la demagogia interesada y propaganda
que los medios de comunicación global rusos y de otros bajo sui
influencia y patrocinio ya sólo son creíbles para cierta clase
política de izquierdas que decidieron vivir a base de teorizar y
predicar que el comunismo es viable y única opción frente al
imperialismo yanqui.
EEUU
ha mantenido desde 1945 abiertas las vías marítimas de comunicación
y ha promovido la prosperidad económica. Su carácter de potencia
hegemónica a nivel cultural y económico no difiere de otras
potencias o imperios a lo largo de la Historia. Podemos discutir y
debatir de la política de EEUU y su influencia, muchas veces
injerencia pero también la URSS y posteriormente Rusia lo han hecho
y lo hacen en la actualidad. Pero, con virtudes y defectos, es la
democracia garante de la misma y en el caso de la Unión Europea es
además socio comercial y militar. Mientras, los países fronterizos
con Rusia que se han mantenido neutrales desde 1945, ven el verdadero
peligro expansionista a todos los niveles de Rusia y la OTAN como la
única defensa factible ante esa otra gran potencia nuclear que es
Rusia en la actualidad y que Putin no ha dudado ni dudará en
recordar a Europa.
La
guerra ya ha estallado y la pregunta es cuándo los estragos de la
misma alcanzarán a la Unión Europea. Si Ucrania resiste podría
ser que el señor Putin fuera defenestrado por la propia cúpula del
régimen con la incógnita de si su sucesor será un demócrata u
otro totalitario. Si gana Rusia, la amenaza será constante y
distorsionará las relaciones políticas y económicas en todo el
planeta. El daño es para la sociedad rusa que una vez más verá sus
anhelos cercenados por el estado de alerta necesario para que Putin y
su régimen se mantengan en el poder. La desunión en la Unión
Europea, las divergencias internas en los países miembros y
enarbolar la bandera del pacifismo cuando la realidad es la guerra, o
es servir a los intereses de Rusia o ser, sencillamente, un
cretinismo político incapaz de reconocer el fracaso de la utopía y
que se agarra a viejos dogmas políticos para no caer en el olvido.
Las palabras del señor Pablo Iglesias, el señor Echenique y quienes
hablan de pacifismo frente a imperialismo y que la OTAN no nos
protege suenan ahora tan huecas y manchadas de sangre rusa y
ucraniana que suenan a chiste, macabro para las víctimas del
auténtico imperialismo que no es yanqui en esta ocasión por mucho
que les pese...
Así
de simple y así de complicado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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