Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
SIN TREGUA (2012)
(End of watch)
La
película de hoy tiene su pequeña historia para el equipo de cata
cinematográfica, empezamos a visionarla en un par de ocasiones y en
ambas había alternativa más apetecible en ese momento y nos costó
un poco el contar partes de la historia con la mirada subjetiva de la
videocámara que porta uno de los protagonistas ya que realiza un
proyecto personal donde graba la rutina diaria de dos patrulleros de
Los Ángeles. El escenario es conocido porque ya fue visitado en la
ahora mítica Colors, más
conocida en el orbe hispano por Colores de guerra,
de 1988 y protagonizada por el Sean Penn y el Robert Duval con la
inolvidable María Conchita Alonso. Pero ha pasado el tiempo, la
ciudad sigue siendo una guerra de territorios entre bandas donde los
negros ven que los hispanos se han hecho dueños del cotarro con los
narcos imponiendo su ley a sangre y torturas. Tampoco la pareja de
patrulleros son blancos anglosajones, ahora los pachucos del Los
Ángeles de las novelas de James Ellroy son ciudadanos de segunda y
tercera generación en EEUU y uno de los policías es un hispano que
ve con horror los horrores que perpetran sus hermanos de patria
oriunda...
Jake Gyllenhaal es patrullero con Michael Peña, un
actor algo encasillado por su estética chicana pero que gana enteros
en cada trabajo pese al lastre de interpretar a personajes de origen
mexicano. Son hermanos de sangre, cómplices y amigos que afrontan su
día a día con ansias de servir y proteger, idealistas que ven la
realidad a diario en su trabajo y que encuentran en la vida familiar
el descanso del guerrero. Una vez pasa el trauma de la visión
subjetiva, que afortunadamente pierde protagonismo a medida que
avanza el metraje, estamos ante una digna sucesora de su antecesora
de 1988 y aunque a veces parece que se ha plagiado algo de la misma,
en su esencia, es una interpretación errónea. La película
sencillamente transcurre en los escenarios de 1988 y las
tribulaciones de los patrulleros en 2012 siguen siendo las mismas
que en 1988 solo que las bandas han evolucionado unas y arraigado
otras nuevas.
Por
desgracia la trama resulta predecible a poco más de la mitad del
metraje y con estereotipos de malotes y malotas en eterno colocón y
con ansias de hacer el mal. Se presiente la tragedia final con la
duda de a quién le tocará morirse, y aunque los tiempos han
cambiado pues el pachuco es el que muere. Las actrices están de
descanso del guerrero y asistimos a escenas costumbristas de
celebraciones familiares multiculturales, arrumacos de poli en día
de descanso y una introducción a la retaguardia antes de asistir al
combate, emboscada más bien, del final. Es de esas películas que te
gustan pero les falta algo para ser una gran película, nos
angustiamos ante la tragedia que se cierne y nos sentimos defraudados
por el convencional final. Posiblemente le suceda como a Colors
y con el paso del tiempo mejore las sensaciones, es de 2012 y sigue
fresca anclada en su tiempo en 2021. Falta profundizar más en el
mundo de las bandas más allá de tópicos carcelarios de salidos
recientemente de la trena y escabrosas escenas de cadáveres
decapitados y torturados, siendo el buen rollito de los patrulleros
lo que aumenta el sabor de tragedia...
Se puede ver, pero falla a partir de la mitad del metraje.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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