Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclsiva para The Adversiter Chronicle
Consecuencias de una
derrota en Afganistán
Mientras
en Kabul las autoridades talibanes han comenzado a identificar y
eliminar a funcionarios y colaboradores durante los veinte años de
presencia militar de la OTAN, aquí nos rasgamos las vestiduras
sobre la maldición que les ha vuelto a caer a las mujeres por el
simple hecho de serlo. Voces feministas indignadas, las mismas que
prohíben los toros por el nombre de los mismos, como el caso de la
alcaldesa de Gijón, claman por hacer algo ante la realidad que ha
explotado en nuestras conciencias adormecidas por el consumismo donde
hasta las causas son productos de consumo ávidos de consumidores.
Esas voces y otras que ahora quieren el progreso para Afganistán,
llevan una década bramando contra el gasto militar en Defensa.
Las
consecuencias políticas para la Unión Europea y los países
mediterráneos del triunfo del integrismo religioso musulmán en
Afganistán, serán asistir a la progresiva islamización radical de
Libia, Túnez, Marruecos, Argelia e incluso Egipto. Al igual que los
países límítrofes con Rusia, esa Rusia con olor a naftalina
soviética y mando zarista del señor Putin, se han visto en la
necesidad de volver al servicio militar obligatorio, en la Unión
Europea se hace necesaria una política de Defensa también
comunitaria y europea. Invertir en Defensa es más que poder enviar
aviones de transporte, es necesaria una unidad militar europea que
pudiera enviar además de medios de evacuación, los medios de
transportar al personal desde sus puntos de reunión hasta el punto
de evacuación. Nos rasgamos las vestiduras pero damos por hecho el pequeño detalle de que tienen que llegar al aeropuerto por sus
medios. Si los EEUU ponen el apoyo aéreo, el resto de países deben
contribuir con tropas y medios terrestres...
Por
desgracia ya poco haremos en la derrota afgana, pero el militarismo
que rodea a la Unión Europea no se combatirá siendo feminista,
progresista, franquista o nacionalista, hará falta una política de Defensa común comenzando por el equipamiento, seguir con desarrollo
e investigación y contar con unidades de despliegue rápido que se
combinen con las de EEUU. Mientras los países de la Unión Europea
sigan reduciendo el gasto en Defensa, no se conciencie a la sociedad
de que el estado de bienestar que otorga un sistema democrático y su
expansión al resto de naciones buscando el progreso y el desarrollo
de sus habitantes necesita ser defendido, el futuro se ensombrece
ante los totalitarismos del siglo XXI que son los mismos de un siglo
XX ya Historia. Es bueno defender causas, crear los cauces para las
mismas y debatir ideas, pero también el compromiso en defender un
Sistema que, bien y mal, sigue siendo el mejor de los sistemas. Hoy
es Afganistán, mañana nuestros vecinos y pasado mañana seremos
todos y todas...
Así
de simple y así de complicado
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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