Una
sección de F.
O.
Roffön en exclusiva para
The Adversiter
Chronicle
Messi deja el F. C.
Barcelona
Finalmente
termina el culebrón deportivo del verano con la decisión de Messi
de dejar al Barça. La cosa ya olía desde hace unas temporadas y la
escusa ha sido la imposibilidad de asumir la ficha de la estrella
futbolística, quedan dudas de si el caldeado ambiente político que
rodea al club ha sido también razón de peso. Podemos pensar lo que
se quiera a gusto del aficionado, del hincha y del simpatizante, pero
la Liga se queda sin uno de sus máximos atractivos, no sólo a ojos
de la plebe futbolera, también de los contratos publicitarios y
derechos televisivos...
Lo
cierto es que soportar todos los veranos la letanía del amor entre
Messi y el club catalán
ya resultaba cansino a ojos ajenos a la
hinchada barcelonista. Para la competición puede suponer animar el
cotarro empezando porque el presidente del club, señor Laporta,
puede ver cómo se vuelve contra él dentro de un año si el Barça
la pifia esta temporada. La Liga española tiene atractivo por sí
sola aunque no se puede negar que la liga en que juegue Messi sufrirá
una revalorización. Dicen que si Inglaterra o Francia se llevarán
la perdiz, lo de los ingleses es la opción más competitivas pero el
espíritu de la Guerra de Las Malvinas, aunque ya lejana en el
calendario, puede jugar en contra y lo de ir a Francia suena más
posible tanto por la cercanía a Cataluña como por ser puerto de
veteranas glorias. Le deseamos suerte y sin duda será un revulsivo para
él poder jugar sin rollos de política y desvaríos de salva patrias
que salpiquen el deporte...Buena
suerte Messi.
Y
esperando con ansiedad la final de fútbol olímpica entre Brasil y
España, que sigue dando alegrías en este verano extraño tras la
pasada Eurocopa. Hay titulares de la misma que prometen ser un futuro
inmediato de competitividad y alegrías con la selección española.
El Real Sporting sigue la pretemporada y aunque la temporada pasada
dejó alto el listón, parece que el míster repite filosofía, los
fichajes no parecen ni galgos ni podencos. Y España suma ya un
puñado de medallas en distintas disciplinas que borran los recuerdos
de olimpiadas con una o dos medallas, con el burro tocando la flauta.
Aquellos sueños de futuro que fueron los JJOO de Barcelona 92 son ya
alegres realidades donde el deporte español gana en competitividad
cada cuatro años. Se hace raro ver los estadios y sedes vacíos de
público y hay que agradecer a nuestros deportistas su esfuerzo y
coraje en disciplinas que muchas veces sólo nos dignamos a ver
cuando llegamos al medallero, y ahora nos ponemos delante de la tele
cada vez más para ver deportes minoritarios. Niñas y niños que hoy
ven en la tele como subimos al podio, serán mañana emuladores de
sus heroínas y héroes deportivos de hoy...
¡Así
que a disfrutar lo que queda de Tokyo 2020 con levantamiento de vaso
en barra fija!
F.
O. R.
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