Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Libro: La
Dictadura II – El régimen civil (1926-1930) Autor:
Ricardo Fernández de la
Reguera y Susana March Editorial:
Editorial Planeta, S. A. Edición:
6ª edición, abril de 1982
La
propuesta de hoy es uno de esos títulos que te encuentras
revolviendo en mercadillos o en librerías donde te topas con
chollos, tanto desde un punto de vista crematístico como literario,
al tratarse de libros ya descatalogados y que se venden al peso a
profesionales del ramo. El libro forma parte de una serie englobada
en la colección Episodios
Nacionales Contemporáneos donde,
emulando a Galdós, la trama de los protagonistas se desarrolla en
escenarios históricos así como circunstancias de la época sin
menosprecio de los protagonistas del hilo argumental. Me detengo en
el segundo tomo dedicado a la dictadura de Primo de Rivera que la
editorial dividió en dos libros. El primero centrado en la ciudad de
Barcelona con el trasfondo del pistolerismo patronal y anarquista y
éste segundo en la ciudad de Madrid.
La primera edición se lanzó al mercado en 1970 y ha
sido reeditada en varias ocasiones resultando vanguardista la
narración donde se abordan temas que de aquella podían ser
escabrosos como la incorporación de la mujer al mundo laboral, su
acceso a estudios superiores e incluso puntos de vista políticos.
Logran los autores dotar de lirismo y emoción por conocer más de
los protagonistas y vemos por los ojos de un adolescente catalán
emigrado a Madrid por el trabajo de su padre que abre los ojos al
mundo de los adultos, romances, sueños e ilusiones, inquietudes
políticas e intelectuales. El trabajo de documentación aporta a la
lectura la actualidad del momento como la progresión del deporte como
entretenimiento de las masas, las vicisitudes de los veteranos de
Cuba, las tertulias o el vuelo del Plus Ultra... De los autores, la contraportada no aporta datos salvo
una lista de obras publicadas, así que habrá que bucear en Internet
si queréis saciar la curiosidad, yo os dejo unas breves reseñas que
os inciten a su apasionante lectura...
1926...
“Don
José Calvo Sotelo, pero preparado que su colega, se enzarzó en un
plan de Hacienda, atendiendo más a su prurito de estudiante
aventajado -como ya le había ocurrido cuando elaboró los Estatutos
municipal y provincial- que a las realidades del país o, si se
quiere, a las conveniencias de las personas adineradas, todavía
adictas a la Dictadura. Y digo esto, porque en la actualidad
-noviembre de 1929- estamos asistiendo al repugnante espectáculo de
ver cómo abandonan a Primo de Rivera y se confabulan, además, para
derribarle a toda costa, precisamente los que más se han beneficiado
de su régimen. He estado siempre en contra de la Dictadura. No creo,
sin embargo, que Primo de Rivera vaya a dejar -como Mussolini y otros
dictadores- una estela de crímenes, pero el suyo ha sido un régimen
arbitrario, grotesco en ocasiones y con frecuencia cruel. Llevamos ya
seis años sometidos a la omnímoda y caprichosa voluntad de Primo de
Rivera. Pese a los ditirambos y las hipérboles de la incesante
propaganda, en la que no ha podido desentonar ninguna voz, porque de
ello ha cuidado la censura, su régimen no arroja un saldo favorable
respecto al anterior.”
El éxito del Plus Ultra...
"Naturalmente,
el régimen triunfalista de Primo de Rivera aprovechó cuanto pudo el
apoteósico éxito del 'Plus Ultra' y se esforzó en beneficiarlo
políticamente. No todo, sin embargo, discurrió placenteramente para
el marqués de Estella, porque su voluntad omnímoda, de fatal
entrometimiento, tropezó con la resistencia del comandante Ramón
Franco, que ya había estado a punto de dar al traste con el
espectacular raid. Ramón Franco, en efecto, había planeado y
pormenorizado los detalles de la arriesgada empresa sin más ayuda
que la de Barberán, otro competente aviador. Ruiz de Alda se
incorporó cuando ya estaban hechos todos los preparativos. Al
teniente Juan Manuel Durán lo impuso a última hora la aviación
naval. Ramón Franco se disgustó tanto, que estuvo a punto de
desistir del viaje. Se avino sin embargo, ala componenda de que Durán
hiciese la etapa más peligrosa en el 'Alsedo'. El nuevo incidente,
agravado por otro ocurrido después en Madrid -como se verá-, fue el
origen de la irreductible hostilidad de Ramón Franco contra la
Dictadura. El 8 de febrero, tras varios intentos fallidos, que les
hicieron perder dos horas, el 'Plus Ultra' despegó, abandonando Río
de Janeiro. La marcha se había previsto para el día anterior, pero
hubo que posponerla, porque el mecánico Rada se perdió arrebatado
por sus entusiastas admiradores, ramón Franco le encerró en el
cuarto del hotel para evitar otro contratiempo semejante.”
La 'sanjuanada'...
“El
efecto más asombroso que produjo la 'sanjuanada' fue que no se puso
en marcha inmediatamente, como todo el mundo suponía, un gran
aparato judicial que esclareciese las responsabilidades de los
encartados. Aunque no había habido derramamiento de sangre, la
alusión de la nota -'podía haber costado alguna de incautos'- y el
rigor de que venía dando muestras la Dictadura, con la avenencia del
pueblo, según se presumía también en la nota -'que (el Gobierno)
se deje de consideraciones y debilidades y sea severo con los
inconscientes y malvados que pretenden perturbar la Patria'- hizo
presumir que se pronunciara alguna pena capital o recayesen condenas
muy graves. Lo que nadie pudo sospechar es que Primo de Rivera,
basándose en que 'la apreciación y castigo es siempre discrecional
en el poder cuando se ejerce con carácter excepcional' -según
rezaba el preámbulo de la Real Orden de 2 de julio-, escamoteara no
sólo el ejemplar escarmiento, si positivamente existió delito, sino
los derechos de los inculpados, su legítima aspiración a ser oídos
y conocer siquiera los extremos de la radical denuncia de los agentes
del régimen -'haberse comprobado por contrastados informes de la
Policía su intervención o concomitancia, más o menos acentuada en
la preparación de los sucesos que pudieron determinar grave daño a
la nación'- reemplazará todo ello; es decir, las exigencias y
garantías de la ley, por una caprichosa y extrarreglamentaria
imposición de multas gubernativas.”
1927...
"Cundía
la aspiración al descanso dominical, que era obtenido por los
estanqueros y los 'chicos' de la prensa. A los militares se les
brindaba la oportunidad -aunque la convocatoria no tuvo éxito- de
ocupar plazas en los ministerios civiles. Esta medida, cuyo objeto
era reducir el número de oficiales, no se completó con otras
tendentes al mismo fin y hasta chocaba con inoportunas innovaciones
como el restablecimiento de la Academia General, que facilitaría el
ingreso en la carrera de las armas. Se cumpliría, seguramente, el
propósito de fomentar el compañerismo entre los distintos Cuerpos,
pero descendería sensiblemente el rigor de las oposiciones para el
ingreso que se venían exigiendo en las academias especiales de
Infantería , Caballería, Artillería, Ingenieros e Intendencia.
Hubo tempestades de nieve que interrumpieron las comunicaciones
ferroviarias en algunos puntos durante el mes de enero y descargaron
copiosamente sobre Madrid en la segunda quincena de febrero.
Arrasadores temporales de lluvia causaron graves daños, durante la
primavera, en Levante y Marruecos; en varias provincias de Andalucía
y muchas otras del resto de España, a fines de año. La meteorología
política también acusó la desapacible presencia de algunos
fenómenos atmosféricas.”
Protestas estudiantiles...
“El
elemento desencadenador de las algaradas estudiantiles fue la terca
imposición del artículo 53 del flamante y gris Estatuto
Universitario, aprobado en mayo de 1928. Durante la elaboración de
dicho Estatuto por la Sección Décima del Cuerpo consultivo de la
Asamblea Nacional, algunos de sus componentes, muy afectos a los
jesuitas -entre ellos, según se decía, el obispo Eijo Garay y el
director de Enseñanza Superior, González Oliveros-, habían
decidido favorecerlos. Resultó favorecida también otra orden
religiosa, aunque por puro azar: porque eran las únicas que poseían
-los jesuitas en Deusto, los agustinos en El Escorial-
establecimientos privados de enseñanza superior en algunas
Facultades, especialmente la de Derecho. El artículo 53 equiparaba
dichos centros a las Universidades del Estado, sin más limitaciones,
para la obtención del título, que someterse el alumnado a las
pruebas finales ante un Tribunal presidido por un catedrático. Se
cercenaba así uno de los fueros de las Universidades estatales en
beneficio de dos órdenes religiosas que no merecían tampoco el
privilegio, ya que los logros de las enseñanzas impartidas en sus
centros eran muy inferiores a los obtenidos por las Facultades
oficiales.”
Lectura para vigilias reposadas por el toque de queda,
amantes de chollos en mercadillos y librerías así como una amena
forma de conocer la vida hace cien años, donde el régimen
dictatorial era una opción al albur de las de Italia y Alemania, con
algunas claves en los sucesos y vicisitudes que ayudan a comprender
los caminos que llevaron al exilio a Alfonso XIII y la proclamación
de la II República y posterior Guerra Civil. Ideal para insomnios
recurrentes, amantes de la Historia y nacionalismos que hace tiempo
que han alcanzado las cotas de descentralización que reclamaban
entonces y ayuda a ver el engaño a sus votantes por parte de quienes
se proclaman herederos de sus reivindicaciones. Cuidado de regalar a
la suegra que, al ser dos tomos, tiene doble capacidad de lanzarnos
proyectiles al cráneo, cuidadín.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake
City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV http://theadversiterchronicle.org
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