Una sección de
Palomino Gargagjo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter Chronicle
en exclusiva para The Adversiter Chronicle
Radicalización protoetarra del
nacionalismo catalán
Los
vientos que la clase política independentista catalana propagó en
base a propaganda desde las instituciones y entes de comunicación
catalanes y en las aulas enseñando una Historia sesgada y excluyente
de su marco etnográfico, se ha convertido en tempestades y en
Barcelona y otras ciudades de Cataluña arden las calles y no son las
tropas de Felipe VI, son jóvenes catalanes. De poco sirven los
argumentos en defensa de la libertad de un artista rapero que además
es un delincuente y no por sus canciones, sí por sus hechos
delictivos. La machacona propaganda nacionalista desde que en 2012
decidieron perpetrar un asalto a la democracia española, ha logrado
que una vez las vergüenzas al aire del proceso secesionista catalán,
el líder viviendo su autoexilio dorado con dineros ajenos, sus
compinches en prisión pese a que las autoridades penitenciarias
catalanas hagan el juego al nacionalismo, ya incrustado en las
instituciones, y les suelten sabiendo que no proceden aún los
permisos penitenciarios, han dejado a parte de la juventud catalana
con ansias de violencia donde no reconocen la Ley, la Justicia y la
democracia misma...
De
momento han logrado dividir a la sociedad catalana y que la
ultraderecha consiga un éxito electoral en Cataluña. Les viene bien
a la clase política independentista ya que garantiza trifulcas
verbales en el parlamento catalán que camuflen las carencias del
nacionalismo catalán como gestores de los bienes públicos al
servicio de la sociedad. El señor Oriol Junqueras terminó su
dignidad afrontando las consecuencias legales y penales de sus actos
contra la democracia española y ha terminado de perderla cuando
aceptó y acató ir de la mano política del señor Otegui, es decir,
el nacionalismo catalán ha elegido la vía etarra de confrontación,
hasta ahora no ha llegado al terrorismo sangriento de ETA, pero a
nivel civil, de movilización y de confrontación han empujado a esa
juventud alienada a lanzarse a las calles y enfrentarse a la policía,
ya poco importa que se la autonómica, la nacional o la Guardia
Civil. Mala decisión, igual que el señor Otegui es un lastre para
su partido a la hora de integrarse en el sistema democrático, Bildu
no termina de renunciar al legado sangriento de ETA, el camino
elegido por el señor Junqueras y sus compinches es ahora mismo un
lastre que aumenta a cada noche de disturbios.
La complicidad de PODEMOS sólo pone en evidencia las vergüenzas del señor Pablo Iglesias y el señor Echenique, según su doctrinario podría argumentarse que el señor Echenique no puede ver y menos dictar políticas desde su punto de vista como minusválido, pero decir estas cosas no es políticamente correcto en un presente político donde se trata de ganar la Guerra Civil a costa de demonizar a un bando y glorificar al otro. El problema es que estamos en 2021 y no en 1939 por mucho que les pese. Adoptado el discurso de que quien no es republicano, defensor de las minorías y no aspira a un estado social comunista disfrazado de socialismo, resulta que es un fascista. PODEMOS y VOX son dos caras de la misma moneda, el autoritarismo del Estado donde se pierde la individualidad para ser parte de la masa sabiamente dirigida por el partido. Afortunadamente, en este caso, España no dispone de yacimientos petrolíferos donde a la vez que se taladra el régimen constitucional se distribuyen caudales, aquí hay crisis económica y pandémica, ni siquiera hay una nación dominante que aliente los movimientos de liberación nacional, es una pandemia global que requiere soluciones globales...
Es
inquietante, como demócratas, ver que el nacionalismo batasuno al
que ha derivado el
nacionalismo catalán sólo espera que haya un
muerto, un mártir que termine de movilizar a la sociedad para que
puedan capitalizar la misma y de paso pescar a río revuelto. Se dice
mucho que estamos ante una generación que ha vivido en crisis desde
su infancia y que ahora sólo desfogan su rabia, pero es falso.
Bastaría que el nacionalismo catalán dijera basta ya de algaradas
para que la masa juvenil se retirara dejando a quienes dirigen la
violencia en las calles con el culo al aire. Ver al rapero escondido
pegado a la pared mientras otros y otras daban la cara ante la
policía que procedía a su detención muestra a las claras lo que no
es más que cobardía al estilo del señor Puigdemont, la falacia
balcánica del señor Torra y la falsedad del resto de actores
políticos independentistas que, sabiendo que su jugada era fallida
desde su génesis, decidieron tirar para adelante ande el burro o no
ande. Jugaron la carta de convencer al exterior enfrentándose a sus
compatriotas, jugaron la carta de vender una España falsa y
franquista, jugaron las cartas del engaño a sus votantes que cada
vez más reciben un baño de realidad pese a la propaganda
nacionalista y de enfrentamiento en los medios públicos catalanes.
Ahora juegan la carta etarra y esperan cómodamente que la juventud
se enfrente a los antidisturbios sin mover un dedo para volver a la
normalidad institucional pese a la generosidad de la democracia en
soportar sus insultos, sus provocaciones y su actos de traición.Son tiempos de minorías que parecen inmensas mayorías y una clase política a nivel nacional y autonómica donde ya no se debate y se convence para lograr la descentralización respecto a Madrid, pero PODEMOS alimenta la falacia tratando de resucitar electoralmente y el señor Puigdemont y sus compinches ven chollo para seguir con el engaño a sus votantes y que la juventud se lance a defender la libertad de expresión y restos de libertades defendiendo lo que son delincuentes y actos delictivos. La Historia les juzgará porque la ansia de descentralización ya se ha logrado, ahora todas las comunidades autónomas son iguales, a diferencia de 1936 donde Galicia, País Vasco y Cataluña aspiraban a la autonomía respecto a Madrid. Pero eso no interesa enseñarlo para el nacionalismo catalán, no porque sean analfabetos de la Historia, el señor Oriol Junqueras y sus compinches la conocen de sobra y es por ello que la tergiversan vendiendo la independencia como el nuevo maná.
La
democracia española derrotó a ETA y la sociedad española, y la
catalana en particular, derrotarán con la Ley las tácticas etarras
de lucha civil. Debería comenzar la alcaldesa de Barcelona, una
alcaldesa que no condena que destrocen su ciudad, que es permisiva
con la delincuencia camuflada de reivindicación y cuyas palabras
suenan huecas al resto de la sociedad. Una persona ya ha perdido un
ojo, pero eso no es lo suficientemente represor para dar el golpe
final y llamar a la insubordinación civil. No tuvieron los redaños
de hacerlo tras el referéndum ilegal cuando las masas estaban
dispuestas a arriar banderas, tomar instituciones y proclamar la
república catalana. No los han tenido para llamar a las masas a
tomar las cárceles y liberarles, no son tan tontos, los tontos a las
barricadas para que ellos y ellas sigan en sus poltronas bien
pagadas, viviendo del cuento independentista y cobrando por asistir a
platós de televisión donde propagar sus provocaciones. PODEMOS,
Puigdemont y sus secuaces no están en 1936, están en abril de 1945
en Berlín, bunkerizados, y lo saben, pero siguen mandando a la juventud a las
calles contra la policía y la Ley, contra la democracia...
Así de simple y así de complicado.
Así de simple y así de complicado.
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