Una sección de F. O. Roffön en exclusiva para The Adversiter Chronicle
Victoria a domicilio rojiblanca y el Barça quiebra su banca
No se puede pedir más a una tarde de sábado para alegrar el cuerpo sportinguista: victoria en Logroño abultada y derrota de los carbayones. Sé que alegrarse de las derrotas del Real Oviedo puede ser visto fuera de la periferia como el típico consuelo de tontos, pero anda que no tiran cohetes en Oviedo cuando al Real Sporting le llueven derrotas por goleada y sin ella. Es sana rivalidad pero es que estuvimos varias jornadas sin victoria, aunque sumando algún puntito, y la victoria esta tarde, en el momento de hacer esta crónica de forma afortunada al pillarme el toque de queda en el chigre, por cuatro goles como cuatro soles, es para estar eufórico, tanto por la goleada como el hecho de tener que estar a culines de sidra hasta la hora de finalización del toque de queda, ventajas de que el chigrero tiene barullo recogiendo la terraza y deja los baños para limpiarlos al día siguiente y no los revisa antes de cerrar...Y es que a diferencia de pasadas temporadas, casi una eternidad de temporadas, los adversos
resultados de la segunda vuelta ya hubieran hecho sonar todas las alarmas, pero esta vez tenemos un míster que ha transmitido al equipo, a la hinchada y hasta a la ciudad, la ilusión del trabajo y resultados a base de esfuerzo que es la manera de hacer un equipo y que juegue como tal. Tenemos además un delantero que está cumpliendo lo que prometía su fichaje y recién fichado un delantero que es del agrado del míster, cosa que no siempre da buen resultado en equipinos que dependemos de lograr el ascenso y no descender de paso. Hay confianza, hay realismo sin declaraciones triunfalistas, otra diferencia de otras temporadas pasadas, y todos sabemos que hay que sumar cincuenta puntos y luego lo que venga pues bienvenido sea.Y en
el F. C. Barcelona siguen con su descenso a la decadencia final de
una época gloriosa, lo último ha sido que saliera a la luz los
detalles del contrato de su máxima estrella, Messi. Es cierto que
las cifras son de mareo y casi indignación para el vulgar y mortal
de los currantes, pero el fútbol es una industria que sufre como
todas las industrias las consecuencias de la ralentización de la
economía y de las actividades deportivas por la pandemia mundial de
coronavirus. Todos los grandes de Europa, y de España en particular,
sufren la merma de ingresos y contratos espectaculares hay en todas
las industrias, se les paga porque quien les paga gana el triple, así
de simple. Pero la decadencia del Barça es también la decadencia de
la demagogia independentista de superioridad étnica engañando al
electorado catalán, a la opinión pública en el extranjero y la
mezquindad moral y ética a todos los niveles con sus compatriotas
entre los que me incluyo. Messi y muchos más llevan hartos de que la
política salpique a sus vidas deportivas, así de simple. Es el final de una época en Cataluña a todos los niveles involucrados y
deportivamente no va a ser una excepción pese a los loables intentos
de Koeman...
¡Chigrero,
una de sidra y un culín! ¡Uy, que no está!
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Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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