Con
la colaboración del profesor T.
A. Rambaina
en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
MENÚ DE CUARENTENA POR
CORONAVIRUS
Al
final se ha declarado pandemia mundial por el coronavirus y varias
naciones europeas sufren el azote que la ciudadanía afronta con
compras compulsivas, cierre de municipios, paralización de la
actividad económica y el temor a pillar el virus. Si las medidas
higiénicas ya empiezan a ser rutina diaria tras concienciarnos,
abordamos en MBC qué menú es el más apropiado para pasar una
cuarentena tipo que no precisa ingreso hospitalario y se puede pasar
en la comodidad del domicilio habitual o la incomodidad en casa de la
suegra...
-Es
una manifestación física, de carácter compulsivo como bien ha
dicho, donde reaccionamos con el instinto de supervivencia despertado
por el estrés que nos provoca vivir una epidemia y alerta mundial
sanitaria. Básicamente relacionamos el comer con el acto posterior
de defecar y debido a la atrofia que produce el ritmo de vida actual
reaccionamos con pensamiento infantil y comprar papel higiénico nos
autoconvence de que no pasaremos penurias de hambruna. Es un acto
reflejo de la masa consumista ante una alteración sustancial de la
rutina diaria. Posiblemente cuanto más papel acaparamos más
queremos acaparar y se da el curioso efecto secundario de provocar
estreñimiento lo cual aumenta el estrés. Es tontería acaparar
cuando no hay problemas de distribución pero en un caso extremo
podríamos asistir a comunidades específicas que convertiran el
papel higiénico en moneda de cambio si el cierre de municipios como
en el caso de Italia aísla económicamente a la población, síntoma
a su vez del cambio de la sociedad civilizada donde cuando ésta
falla se convertían los cigarrillos en moneda de cambio pues ahora
con la mentalidad planetaria y lo mal visto del fumar se pasa al
papel higiénico como moneda de cambio, que si es papel de tres capas
puede usarse éstas como calderilla, cosa que los cigarrillos no
permitían.
-Al
principio la habitual pero conviene que a partir del tercer día
tengamos en cuenta el factor lorzas, inevitables a un periodo de días
sin moverse del domicilio, alternando con algo de ejercicio pero
conscientes de que al sexto día ya seremos carne de sofá e ingesta
de todo tipo de alimento a medida que se agota lo habitual. Cuidado
con galletas rancias, pan mohoso y latas con letras de los 80´s. Lo
ideal sería una sola comida a media tarde y el resto del tiempo algo
de picar tipo pistachos. Lo normal es que se engorde entre tres y
nueve kilos tras una cuarentena domiciliaria.
-Teniendo
en cuenta la compra compulsiva de papel higiénico, parece probable
que la dieta y su expulsión en diversas formas de estado, líquido,
sólido, acuoso, etc etc, no hay especial problemática. En estancias
prolongadas de encierro preventivo y debido a la falta de ejercicio,
aunque fuera poco, que es habitual es inevitable tener momentos de
bajón que se calman junto con la ansiedad devorando lo que se pille,
en ese sentido y dado lo poco que dura fresco el pan hoy en día y
que al día siguiente ya está talludo y al tercero es puro cemento,
la dieta no podrá ser muy blanda. Si hay que tirar de pan duro, unas
galletas ya rancias, esa blandura típica de la galleta rancia,
sirve de contrapeso para una digestión equilibrada. Sí hay que tener
la precaución de revisar antes de la cuarentena las cañerías y
cisterna del inodoro para evitar desagradables atascos con
acumulación de heces fecales, orines y demás.
-Por
el cariz que toman las cosas y la evolución de la propagación, se
comerá todo lo que se pille a medida que la distribución se vea
afectada por el cierre de comarcas. Lo mejor es alternar lo que más
nos gusta con lo que menos, pero la mente humana es como es y al
final devoramos lo que más nos gusta como si el mundo no fuera a
acabarse nunca y luego acabamos criticando al Sistema hartos de comer
latas, productos rancios y hasta el alimento del canario. Si se es de
los que piensan que muera el cerdo, muera de hartazgo, recomiendo
unos buenos callos con guindilla, orujo de bebida y a verlas venir.
Desde un punto de vista gastronómico, la cuarentena domiciliaria no
causa estragos estomacales y a lo sumo unas cuantas lorzas extras. Un
buen bocadillo de chorizo todos los días es lo mejor para alejar al
corona virus, porque la pizza y la pasta no han funcionado, la comida
china tampoco y solo nos queda la gastronomía española como freno
comestible a la pandemia.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
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