Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Hasta nuevo aviso de
las autoridades sanitarias, no se frota el cipote de San Cucufato
Hoy,
queridos feligreses, y ante el avance del virus de la corona,
debidamente autorizado a su vez por las autoridades vaticanas
correspondientes, queda prohibida la veneración de San Cucufato de
Antioquía y frotar su cipote para que, con las correspondientes
oraciones y actos de constricción, se os logre recuperar los objetos
perdidos, invocar a la preñez de matrimonios no bendecidos con
descendencia y cualquier peregrina petición que tenéis por
ocurrencia pedir ignorando que san Cucufato es especialista en
recuperar lo perdido, incluida la virilidad como bien sabéis y, me
consta, le rogáis en silencio, primarios, que sois unos primarios en
temas carnales...
Como
bien sabéis, este virus de la corona no es más que la consecuencia
del descarrie de la sociedad materialista en la que vivimos con la
anuencia de las autoridades gubernativas, materialistas y ateas...
¡Acaso
pensabais que Dios iba a quedar inerte ante vuestros desafíos a su
gloria, existencia e influencia en forma de consumismo salvaje,
materialismo ateo y culto al hedonismo!¡Acaso pensabais que Dios iba a quedarse impasible ante el retroceso de la fe sustituida por la defensa de causas inspiradas por el mismo Satanás!
Hace
ya unos siglos, cuando España era paladín de la Cristiandad
combatiendo al infiel y a la herejía protestante, una unidad
retrasada de los Tercios en el Camino de Flandes fue vilmente
emboscada por los franceses. Entre los enseres que transportaban en
los carros iba la figura de San Cucufato que hoy veneramos en la
parroquia y que en la refriega terminó tirada en el suelo mientras
nuestros valerosos soldados iban siendo diezmados, fue entonces con
las armas preparadas para el asalto final que prometía ser una
escabechina para los españoles, un joven tamborilero se postró de
rodillas ante el santo implorando la oración para recuperar fuerzas
y morir en paz defendiendo el honor español y de súbito un halo de
luz como nunca se había visto en intensidad envolvió a las ya
escasas tropas que con ímpetu arrollador desafiando a la muerte y a
las armas francesas lograron dar la vuelta a la tortilla y salir
airosos, pero también moribundos, heridos y cuarteados, de la
refriega ya que los cobardes franceses, una vez que vieron al santo
de nuestra parte, cogieron las de Villadiego, el Villadiego francés,
claro...
Es
por ello que en esta parroquia y hasta nuevo aviso queda prohibido
frotar el cipote de San Cucufato y podéis sustituir el frotamiento
del cipote por poner un velón, de venta exclusiva en la tienda
parroquial, recitando la conocida oración del santo. Quienes busquen
la bendición de los hijos, pueden hacer frotamientos del cipote
conyugal en la intimidad a la vez que se recita el salmo
correspondiente del Calendario de Oraciones, de venta exclusiva en la
tienda parroquial. No temáis la ira divina del virus porque San
Cucufato vela por nosotros sus devotos penitentes. Ir en paz y
recordar que no es necesario frotar el cipote del santo en estos días
de prohibiciones sanitarias y del verdadero virus que sufrimos cual
cristianos en Roma que más que de la Corona, es un virus
republicano.
AMENThe Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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