Con la
colaboración de El Bis en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Aunque
alguien se pregunte, no sin razón, porqué se dedica un artículo a
semejante banda de pijoteros, es ineludible citar en la historia de
la música de habla hispana de los 80´s a un grupo que supuso una
revolución hormonal y un fenómeno fan como nunca se había visto en
el orbe cristiano, esquina España.
El
fenómeno fue también el canto del cisne de la industria
discográfica con un producto ensayado con éxito desde hacía
décadas en el mundo anglosajón. Es cierto que Los Pecos fueron
el producto pionero en una España que retornaba a la democracia,
pero eran de un público más adulto mientras que Hombres G
enamoró a miles de niñas que
estaban a punto de dar el paso a la adolescencia, a miles de ya
adolescentes y unas cuantas que no dejaban de admirar su música para
poder admirar y fantasear con los miembros, con perdón, del grupo.
Otro
aspecto novedoso eran sus letras, lejos de amores de pubertad, las
canciones hablaban de juventud, de vacileo y putaditas al adversario
que quería arrebatar a la chica. Llegó un momento en que era
difícil discernir para el observador ajeno el grupo del producto con
apoyo masivo en radio fórmula, televisión, prensa para adolescentes
e incluso cine, sus conciertos causaban conmoción en ciudades de
provincias alterando a las juveniles parejas de entonces donde ellas
sencillamente deseaban seducir a los integrantes del grupo mientras
que ellos se confabulaban para boicotear los conciertos...
Y
es que el grupo era un grupo de pijoteros, donde el líder era hijo
de Summers, un cineasta con sentido del humor que en algunos aspectos
se adelantó a su tiempo y que puso toda su sapiencia de la industria
del cine al servicio del grupo musical de su hijo en un par de
películas que sólo eran clips de canciones engarzadas por un
absurdo guión.
El
fenómeno cruzó el charco y surgió la misma idolatría de sus fans
en las repúblicas de habla hispana. Sin embargo ha sido un poco
injustamente su legado relegado al olvido y resulta difícil desde la
óptica de un mundo digital poder imaginar lo que significaron en la
música y a nivel socio cultural por increíble que parezca.
Por
desgracia para la memoria se trató de un grupo muy encasillado y han
tratado varias veces de reinventarse a sí mismos y poco a poco
quedan relegados a obras sobre la época y artículos sobre el
fenómeno fan. En realidad escuchar sus letras nos hace por unos
momentos embargarnos de ecos de juventud pero son productos musicales
donde pasada la novedad de una letra más o menos ingeniosa, sigue el
esquema de canción- estribillo-canción, sin tratar al menos de
introducir acordes o virtuosismo; canciones diseñadas para ser
fácilmente recordadas con su estribillo machacón instalado en el
hipotálamo.
Pero
por algún extraño arcano, cuando revisas uno de sus vídeos, aún
entran ganas de hostiarles el careto por pijos, por gilipollas y por
ser la fantasía erótico festiva adolescente de nuestra chica...
Que conste que os lo advertí si los escucháis.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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