Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
SABOTAGE (2014)
Dicen
los eruditos de las cosas cinematográficas que el género de acción
vuelve al espíritu de los 80´s aprovechando las estrellas
crepusculares de la época con títulos y protagonistas enfrentados
de aquella en las taquillas y que se juntan ya sea como mercenarios,
polis de frontera y similares donde antagonistas de antaño comparten
ahora cartelera, planos y réditos gananciales.
Pero
para el equipo de cata cinematográfica Arnold tiene nuestra
veneración y ya nos gustó su personaje crepuscular en Mercenarios
y El último desafío y no
podíamos faltar a una cita más en una peli que a ratos parece más
el episodio piloto de una serie de televisión debido a la pésima
dirección y realización de una apuesta atractiva que mezcla
argumentos de comandos veteranos de las Guerras Bushianas en Oriente
Medio, de violencia narco fronteriza y de atraco perfecto aderezado
de venganza personal, resultando todo ello un producto imperfecto
donde las buenas ideas de guión resultan una mierda llevada a la
pantalla y la historia a base de engarzar diversas historias ya las
tenemos vistas en otras historias...
Acompañan a la estrella aspirantes a serlo y empáticos
para el público como Sam Worthington en un papel de actor que
aparentemente queda eclipsado por otros personajes pero es el único
de los mismos no lineal, claro que interpretar a un marido cornudo y
soportar que su parienta se infiltre en los narcos y utilice sus
encantos encantada por enganche a las drogas. Porque el resto de
compis de reparto y de curro en la película apenas tiempo a esbozar
lo duro de sus personajes y cuando deben estar atribuladoramente
atormentados parecen nenazas mientras que Sam logra impregnar de
interpretación sus apariciones, breves para la enjundia del
personaje lastradas por el mal pulso del director, David Ayer.
El
elenco femenino, lo mejor de la actuación del reparto, demuestra su
talento dando grima a los machos alfa con una Olivia Willians que nos
recuerda a la Olivia de Ley y Orden en
la pequeña pantalla por sus traje pantalón, su corte masculino y
modos y maneras de mari macho en ocasiones que en realidad es una
profesional en un mundo de hombres que tiene tiempo para darse un
revolcón con Arnold.
La acompaña una grimosa Marielle Enos que logra que nos
creamos su papel de yonkosa, adúltera y cruel a la hora de matar
tanto a narcos como a compañeros y ciclistas o peatones. Porque la
película hay que verla con cierta generosidad por parte del
espectador ya desde la primera media hora y tomársela como un cómic
donde la sangre salpica, las armas molan mogollón y los ex Navy
Seals, ex marines y ex miembros de las distintas ramas de élite del
arsenal humano del Pentágono y la OTAN reciclados a comando de
asalto de la DEA.
Pero
si algo tenemos claro el equipo de cata cinematográfica es que el
bueno de Arnold, que logra que su actuación lo parezca gracias al
paso del tiempo por su rostro en matices que no se apreciaban en su
juventud, es único repartiendo hostias y descerrajando tiros al
villano de turno y que es, en realidad, lo que te hace aguantar el
metraje así como descubrir el intríngulis de una trama que es
atractiva pero fatal el pulso del director y el guión a la hora de
dar dinamismo y emoción. Tal vez el director y el guionista
quisieron hacer una atmósfera de misterio o simplemente les ha
salido tan mal que se buscan argumentos que la salven sin traicionar
la lealtad del espectador hacia Arnold Schwarzenegger.
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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