El
comité de expertos, la élite de los asesores presidenciales, tomó
asiento ocupando siete de las doce sillas de la elegante mesa de
reuniones. Las navidades estaban siendo calientes con el precio de
los dulces y turrones navideños disparados. La política de las
empresas productoras de reducir el tamaño y contenido de los envases
ha generado una ola de protestas cuando el turrón de Alicante de
calidad suprema superó el precio de los langostinos, los mazapanes
igualaban el kilo de besugo y hasta las peladillas tradicionales
estaban a niveles de la merluza congelada. El líder necesitaba un
argumento que calmara a los votantes. Había soportado descalabro
tras descalabro electoral y el año entrante se enfrentaba a las
urnas, si esta crisis se lograba superar ya que todos los estratos
sociales estaban protestando en las calles sin el control de las
fuerzas progresistas cuyo mensaje de `Navidades solidarias con los
pueblos hambrientos´ no logró ocultar que lo que no se puede es
comprar un turrón o unos mazapanes. El líder entró seguido de su
ministro portavoz y los miembros del comité callaron las
conversaciones en voz baja para fijar la vista en el líder que abría
su portafolios...
-Mañana
he de dar el mensaje del balance anual y necesito un buen argumento
para acallar las masas. ¿Alguna idea?
-Si
me lo permite, señor presidente, ha de ser un argumento ante todo de
alto valor social, si perdemos los apoyos de las fuerzas de izquierda
puede que no lleguemos a la fecha de las elecciones. El valor social
es fundamental, un barniz que permita a los apoyos parlamentarios de
izquierda dar la cara ante sus votantes.
El presidente tomó notas en su portafolios, en realidad
practicaba a escribir en inglés una carta, la cháchara del comité
solía aburrirle.
-De
acuerdo, más, quiero más ideas señores, quiero más.-
Dijo con semblante serio y mirando uno por uno a los miembros del
comité.
-Hemos
pensado, señor presidente, que debe empezar reconociendo que estamos ante un hecho gravísimo y...
-¡De
eso nada!-Gritó el
líder fulminando con la mirada al miembro del comité que había
hablado- ¡Esa cantinela
hace perder más votos! ¡Necesito algo que no pueda replicar la
oposición!
-¡Se
puede culpar al empresariado de ultraderecha propietario de las
empresas de productos navideños, señor presidente, al empresariado
de ultraderecha!-
gritó exaltado el miembro más joven del comité, destacable por sus
melenas y barbas.
El
líder tachó la frase en inglés y levantó la vista para ver al
miembro del comité, un auténtico cretino que pensaba que Lenin
podía ser revisado con mirada de la Era digital. En realidad era el
precio a pagar para escuchar la voz de sus socios de gobierno en el
comité de asesores.
-Es
una idea loable y casi posible- le
respondió el líder jugando con el bolígrafo y tratando de recordar
si el genitivo sajón no sería un verbo irregular- Pero
no hay tiempo de elaborar una lista de empresarios turroneros y de
dulces navideños simpatizantes declarados de la ultraderecha, mejor
buscamos una alternativa más inmediata, pero una acertada idea de la
que tomo nota, no lo dude.
Se
produjo un pequeño murmullo entre los miembros del comité que el
líder aprovecho para sacar un papel del portafolios y echarle un
vistazo. Era la lista de invitados al cóctel de año nuevo y era
necesario tachar de la misma a la última encarcelada por corrupción
en su cargo de responsable de recursos alternativos para el partido.
Vio que se alzaba una mano y le dio turno, era el portavoz del comité
y quien decía la última palabra, cuando él hablaba es que ya no
había nada más que poder plantear, debatir y someter a su
aprobación...
-Señor
presidente, hemos tratado de encontrar un argumento que relance su
imagen como estadista, que deje sin argumentos a la oposición y que
calme a la ciudadanía. Los precios son los que son y no hay vuelta
atrás para estas navidades. Hay que reconocer la subida de los
precios de los turrones y dulces navideños para calmar a las amas de
casa y el colectivo femenino que en estas fechas gasta y cocina, un
electorado sensible a estas cosas tradicionales. Cuando mañana salga
usted ante las cámaras y los micrófonos, se habrá logrado la paz
social necesaria para unas navidades tranquilas, callado a la
oposición y su imagen de prócer de la patria progresista que le
dará de nuevo su confianza refrendándola en las urnas.
El
presidente esbozó una leve sonrisa moviendo los labios, ese maldito
cabrón que preside el comité de asesores ha sobrevivido a tres
presidencias, el único que siempre conserva su puesto y no se fiaba
ni un pelo de él. Le debía el cuello político cuando uno de sus
ministros subió como la espuma en seguidores de sus redes sociales
y fue el presidente del comité de asesores quien le sugirió un
apagón digital camuflado de avería durante el proceso de primarias
que neutralizó la campaña digital del ministro, manso desde
entonces como una servilleta...
*******
Los corresponsales de prensa y los cámaras habituales en las ruedas de prensa sin poder preguntar la prensa, notaron el maquillaje en el rostro que formaba como zonas distintas en el rostro del líder. Su asesora estética, experta en maquillaje tanatoestético, le había maquillado pensando en el ángulo de visión de las cámaras de televisión. El líder se puso delante del atril y comenzó su intervención...
-Estamos
en unas fechas especialmente sensibles y que nos despiertan dulces
pensamientos de añoranza que la subida de los precios de los
turrones y dulces navideños nos recuerdan con especial contundencia.
Este gobierno pudo haber evitado la subida si hace un año se hubiera
plegado al chantaje de la patronal turronera y hemos preferido dejar
en sus manos la tragedia, porque no hay otra palabra para
describirlo, la tragedia de que no se pueda comprar una triste bolsa
de peladillas sin que nos genere un agujero en nuestras finanzas
domésticas. El gobierno y yo mismamente somos conscientes de que la
ultraderecha ha boicoteado estas navidades con el fin de provocar
tumultos y revueltas. El progresismo progresa por sí mismo y este
gobierno, y yo personalmente, nos comprometimos hace un año a
convertir la tragedia en virtud. Quiero aquí recordar que nuestro
país encabeza el índice europeo de obesidad, en los primeros
puestos de casos de diabetis y a nivel mundial en los primeros
puestos de adicción al dulce. Estas navidades, y como demostración
de que a este gobierno nadie le dice lo que se puede o no comer en
Navidad, nos uniremos todos y todas en acabar con la tendencia al
alza de esas enfermedades causadas por la glotonería que engorda los
cuerpos de todos y todas para llegar a enero vistiendo al menos una
talla menos. El ahorro en costes de Sanidad se derivará a viviendas
sociales y los turrones y dulces navideños excedentes serán
subastados por los ayuntamientos entre los menesterosos que también
tienen derecho a disfrutar de turrones y dulces navideños, cosa que
harán a partir de la primera quincena de marzo del año entrante.
Para quienes tengan rentas bajas según el baremo que se dará a
conocer al término de la rueda de prensa, sin preguntas de la prensa
les recuerdo, el gobierno abrirá una línea de crédito sin interés
para cubrir hasta el 5% de la compra de turrones y dulces navideños.
Y le pediría al líder de la oposición que no aproveche estas
navidades para señalar cosas que no tienen que ver con este asunto
que es el que en realidad preocupa a nuestros compatriotas: lo gordos
que estamos.
FIN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org




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