The Adversiter Chronicle

jueves, 15 de mayo de 2025

"Manual del Buen Comer", por el profesor T. A. Rambaina

Con la colaboración del profesor T. A. Rambaina 
en exclusiva para The Adversiter Chronicle

BARRITA DE BARQUILLO CUBIERTA DE CHOCOLATE CON LECHE Y RELLENO

Se ha convertido en un clásico de los aperitivos y se presenta en varios formatos, nos referimos a la barrita de barquillo cubierta de chocolate y con relleno que varía según la marca. Cogemos de muestra una marca de reputada solvencia y popular como es el clásico `Huesitos´, sin menosprecio de otras marcas igualmente solventes. Nos decantamos por este clásico ya que puede encontrarse en formato ahorro de 10 unidades por poco más de dos aurelios y medio saliendo cada barrita a unos asequibles, para el presupuesto de la plebe; 0,26 céntimos de aurelio. Nadie mejor que nuestro asesor científico para desentrañar los misterios gastronómicos del popular aperitivo...

-Estamos ante otro clásico de los aperitivos y muy popular...

-Es lo que hemos comentado en otras ocasiones, se trata de un alimento que se toma en la infancia y nos acompaña el resto de nuestra vida. El suave crujir del barquillo, la sinfonía del chocolate en su justa medida y todo ello formando un conjunto que se derrite en el paladar y nos deja con gana de más. Es un enganche infantil que perdura en la edad adulta. Mucha gente que come barritas energéticas o palitos y cualquier otra cosa para engañar a la mente, en realidad buscan esa barrita de barquillo cubierta de chocolate con leche y que no toman por remilgos de la actual moda de vida sana pagando el doble por sucedáneos. Estas barritas son un alimento apropiado para recuperar fuerzas, un caprichito en la vorágine diaria y apropiado para tiempos de crisis como los actuales donde debemos enfrentarnos a la carestía de la vida y a un posible ataque ruso por no hablar de desgracias naturales y desgracias de gestión de las mismas.

-¿Puede detallar lo de adecuado para estos tiempos de zozobra?

-Para bolsillos de poco peculio, la barrita puede sustituir una comida normal cuyos ingredientes se han encarecido y un par de veces a la semana, o más, la barrita sola o combinada nos puede proporcionar una ingesta con unos mínimos aceptables y aceptable al corto presupuesto. Se trata de engañar a la mente y al estómago, podemos comer una barrita con cuchillo y tenedor partiendo trocitos pequeños, saboreando cada trocito dejando que se desmenuce en la boca, prolongando el placer y luego un sencillo yogur y ya hemos almorzado, cenado y un día más gastando menos. Se puede combinar con una cantarina rodaja de piña, unos mejillones en lata y cualquier complemento que con un poco de imaginación nos ocupa la mente mitigando el hambre. Y para un kit de supervivencia estas barritas proporcionan nutrientes y el conocido efecto antidepresivo del chocolate, que una lata fría a palo seco deprime a cualquiera tras tres días, y los que puedan faltar, comiendo laterío frío. Es verdad que una ingesta prolongada y abusiva, como usted zampando el paquete de un tirón, puede provocar flatulencias aromáticas y un empacho nocturno con dolor de tripa. Debería beber al menos algo de agua, se ha tragado las diez barritas en un santiamén...

-Yo pensaba que la ración era el paquete, no una triste barrita que se come de un bocado, rediós...

-El tamaño, junto al sabor al paladar, es un elemento más de enganche a las barritas porque tras la primera pensamos que la segunda no hace daño y después que la tercera tampoco engorda, cuando nos damos cuenta ya somos yonkis de las barritas de barquillo cubierta de chocolate con relleno. Cada barrita de 20 gramos nos proporciona 100 kilocalorías que para el tamaño es una cantidad considerable apropiada para agentes comerciales, celadores, barrenderos y cualquier otro desempeño profesional que requiere gastar suela de zapato con el consiguiente desgaste físico. 4,5 de grasas sin que falten las saturadas, unos 13 gramos de hidratos de carbono, unos 1,3 gramos de proteínas y por supuesto la siempre necesaria sal que apenas contiene medio gramo. No es muy recomendable para personas pasivas y deportes de sofá, pero casi imprescindible en gremios que requieren un esfuerzo físico continuado como es caminar, subir, bajar, empujar, levantar o apilar. Recalcar de nuevo el efecto antidepresivo del chocolate que siempre viene bien a mitad de semana laboral o volver de un puente festivo.

-Y en cuanto a ingredientes...

-No contiene ningún ingrediente que nuestro sistema inmunitario y digestivo no tenga ya asimilado tras toda una vida comiendo comida de procesamiento industrial. Hay los fundamentales cacao, leche, grasa vegetal de palma, pasta de avellanas, emulgente, soja como lecitina de emulgente, bicarbonato de sodio, aromas y hasta puede contener almendras y mostaza junto con manteca de cacao. Podemos apreciar que salvo el entrañable glutamato, contiene los básicos de la comida procesada industrialmente y que tan rico nos sabe al ingerirlo. Digo lo de siempre, lo mejor es no leer los ingredientes para estómagos sensibleros, ojos que no ven los ingredientes hacen un estómago satisfecho.

-¡Buf! ¡Noto que el efecto aromático de las flatulencias es casi inmediato a su ingesta...!

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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