Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
SV 2025: Makoke sonríe
de oreja a oreja tras recibir visita de su pareja, Koldo ve su deseo
cumplido y se marcha tranquilo mientras sigue el bucle de Anita con
un Montoya que en Carmen Alcaide se apoya
Por
fin se puede comenzar una crónica de esta edición sin señalar
anomalías, la verdad es que desde hace una semana los programas han
ganado en interés y se soportan los anuncios sin acabar en otro
canal en una pausa publicitaria para no volver. Por una parte los
concursantes muestran cosas de supervivientes como tales y las tramas
de convivencia se han suavizado en formas y maneras. Luego están las
pruebas que cuando son compensadas para que la edad no sea un
impedimento ganan en emoción y despiertan el apetito del interés,
si además hay nuevas pruebas como la de ayer jueves con el tótem,
la edición gana enteros. Es cierto que se salta a la torera lo de no
dar noticias del exterior cuando hay visitas, pero ya se han saltado
todas las normas sagradas del concurso en esta edición y una más
casi pasa ya desapercibida...
El
pasado domingo se dirimió la última expulsión en el palafito, el
cual no aportaba nada al concurso salvo perder tiempo antes de la
expulsión definitiva, entre Carmen Alcaide y Laura Cuevas no sin
antes concederles la gracia el programa de formar nuevos grupos donde
lo más destacado es que se volvieron a juntar Anita y Montoya junto
con la presencia de Makoke en el mismo grupo. Laura Cuevas fue la
expulsada por la audiencia tras un concurso que es una metáfora de
su vida como personaje televisivo: no es nadie por sí misma salvo su
experiencia vital durante una etapa de su vida en el universo de
Isabel Pantoja y su cortijo, cuenta chismes de aquella época aunque
hay ocasiones en que siembra la sospecha de la duda de si está
recordando, si está fabulando u ambas tres. Sin embargo la Laura
Cuevas televisiva que resulta un tanto repelente y chismosa dejó
paso en ocasiones durante su concurso a la Laura mujer, cansada de la
cansina rutina de su matrimonio que parece roto por fractura del
material e imposible de soldar de nuevo, sola sin familiares ni
amistades a recibirla en plató y sin saber qué será de su vida
ahora porque ni techo salvo el de propiedad de su marido tiene.
Incluso despierta la sospecha de que todo sea un montaje de ambos,
pero Laura Cuevas mujer despierta la empatía pese a sus
estridencias, sus ordinarieces en ocasiones que hacen repeler al
personaje televisivo se torna en compasión por una vida alejada del
oropel y la fama que da buenos réditos al resto de la fauna Pantoja
siendo ella el patito feo, la que merecería disfrutar también del
mambo y que sin embargo nunca lo será y se resiste a saberlo y asumirlo. Su
marcha al palafito primero y la expulsión definitiva posterior han
traído serenidad al resto que nunca acabaron de tragarla del todo.
Ya
sin palafito, tocaba esta semana expulsión directa quedando la terna
final entre Makoke y Koldo, vasco genuino para bien y para mal en la
convivencia donde al principio fue incomprendido por sus compañeros
de grupo que veían querer aislarse del mismo a Koldo cuando éste
sólo buscaba sus momentos de tranquilidad y serenidad que todos
necesitamos en determinados momentos. Con el sambenito de la edad y
las ñoñeces de sus compis viéndole como un papá y la voz de la
sabiduría, Koldo le echó cojones y tiró de su carácter vasco para
ser competitivo en las pruebas siempre que participaba, sereno en la
convivencia con sus rarezas como todo hijo de vecino y las dos
últimas semanas algo desquiciado consigo mismo y que se plasmó en
un bucle argumental que de tantas veces repetido ya era cansino a
tímpanos de la audiencia. Nos referimos a sus ruegos siempre que
tenía conexión para que le expulsara la audiencia que sólo venía
para dos semanas, que si me quiero ir por la puerta grande y no por
motivos de salud, que no quería ser un lastre para el resto y vuelta
a empezar. Es la única nota negativa, por dar la turra más que
nada, que le podemos poner a su concurso demostrando que se pueden
superar las adversidades si ir de Superman, basta con ser como se
es, vasco en este caso. Dentro de sus limitaciones ha hecho un gran
concurso y ha sido genuino concursante de Supervivientes que merecía
seguir una semana más si se hubiera encontrado capaz.
Pero
el protagonismo de la semana estuvo en las visitas. El primero en
recibir un chute anímico fue Pelayo con la visita de su pareja, un
Pelayo que muestra claros indicios de trastorno por exposición a espacios abiertos. Su estoicismo controlado de concursante dio rienda
suelta a su yo espiritual, en armonía con la Naturaleza, un
soliloquio a medio camino del humanismo y de la majadería, extasiado
espiritualmente tras el encuentro inesperado, aunque no tan
inesperado. El Pelayo debería haber sido expulsado en las primeras
jornadas de concurso de forma draconiana por el espectáculo de sus
calzoncillos donde lucía palmito. Le ha venido muy bien la visita
porque lleva aguantando el tipo de concursante desde el inicio y es
un protagonista indiscutible de la edición, pero se le empiezan a
poner pupilas de majadero y cara de obnubilado...
La
siguiente visita recayó en Makoke que vio a su pareja y, según
dice, futuro marido cayendo en un éxtasis de felicidad absoluta,
desprendiéndose de la Makoke que aguanta carros y carretas en
silencio, desaforada en su expresionismo corporal y verborrea sin
fin, tal fue el cambio tras la visita. Le hacía falta porque tras
ser expulsada la primera vez al palafito como que varió su concurso,
se hizo mas presente más allá de ser una palmera más. Tiene tramas
de convivencia con sus choques con Carmen Alcaide y con la efigie
imperturbable del Escassi. Pues ahora sufre otra mutación y se
siente tan vitalista que derrocha alegría, afianza su personalidad y
a quien no le guste que no la mire siendo además salvada por la
audiencia frente a Koldo. Siempre quedará la duda de si seguiría
concursando de haber Koldo manifestado que aguantaba otra semanita.
Pero se ha quedado feliz como una lombriz y comienza a gozar de
cierto favor entre la audiencia, pese a que quedará por siempre la
duda.
Interesante
la terna de nominados con un Álex que está haciendo un concurso
práctico en el sentido de que prácticamente no se le nota de lo
discreto e intrascendente de su concurso, Makoke que se enfrenta al
dilema de si se salvó por sus méritos o porque Koldo pidió salir,
un Manuel que va librando siempre que está nominado y un Joshua algo
estridente y variopinto en su concurso. Las apuestas en antros,
garitos y lupanares de mala nota se decantan entre Makoke y Álex,
cotizándose la expulsión de Manuel. El equipo de cata televisiva
nos decantamos a que Álex y Makoke se disputarán la expulsión...
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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