Está
en boga el tema de la fontanería, profesión ligada a cañerías,
grifos, tuberías y atascos de sifón. Sin embargo, oímos hablar de
una nueva clase de `fontanería´ más ligada a maniobras orquestales
en la oscuridad con alevosía y quienes hacen tales cosas tildadas y
tildados de `fontaneros´. Entrevistamos a Leandro Basalartón,
reputado fontanero e investigado por filtración de información
confidencial para perjudicar al jefe de la empresa para la que
trabaja, y que nos aclare las dudas sobre el apasionante mundillo de
la fontanería conspirativa para beneficiar a unos y perjudicar a los
otros...
-¿Es usted el
fontanero de toda la vida o es `fontanero´ de información para
fastidiar al antagonista de turno?
-La
fontanería no es otra cosa que el arte de encañar y conducir las
aguas y conjunto de conductos por donde se dirige a las susodichas
aguas y se distribuyen. Por tanto, un fontanero es el artífice, nada
menos, que encaña, distribuye y conduce las aguas. Otra cosa es que
siendo fontanero te enteres de algo, comentes e incluso conspires.
En la hora del bocadillo y en algunos talleres industriales que
precisan de mis servicios se oyen cosas increíbles y de todos los
ámbitos. Que si un sindicalista es sólo un trepa, que si el jefe de
turno le pega al bebercio, que los de control de calidad no
distinguen un defecto de un atributo. En fin, en cualquier lugar
donde esté un operario de fontanería se puede conseguir información
que puede parecer simple comentario y sin embargo hacer ganar unos
aurelios extras que, para qué negarlo, siempre bienen bien. Yo soy
fontanero nuclear y con la actual política de placas solares en
lugar de centrales nucleares, estoy ganando menos y, confieso, ojalá
me salga un trabajo de esa fontanería que habla usted y hacerme
rico.
-¡Una
fontanería nuclear es segura, pero segura de cojones! No pensará
que me meto en la piscina a desatascar o sellar una junta. Una
central tiene personas que precisan disponer y utilizar grifos, inodoros,
fregaderos, cisternas de váter, duchas y cañerías. Pero la actual
política energética deja poco espacio a progresar en esta profesión
dentro de la rama de fontanería nuclear, no se incentivan los
estudios específicos y tampoco hay relevo generacional, sí que se
pueden coger emigrantes, los bajitos se cotizan porque si se
contaminan la palman rápido y en su lugar de origen, la empresa los
despacha a sus países al primer síntoma y se ahorran gastos.
-Desde
luego es una idea digna de ser progresista... ¿Y lo de estar
investigado por `fontanero´ para perjudicar al jefe de la empresa
para la que trabaja?
-¡Eso
fue que estaba hasta los cojones de que no me renovaran el vestuario!
Una cañería no deja de ser una cañería, porque estamos en la Era
digital con información continua gracias a Internet, los satélites
y la fibra óptica, pero el agua, amigo mío, el agua siempre correrá
por las cañerías y cuando se están purgando por un profesional, se
transmite el sonido por las mismas. Basta pegar la oreja a la
cañería, yo he creado un dispositivo con un embudo, y la
información verbal y sonora se transmite con toda claridad.
Incluidos los gemidos provocados por el acto sexual en el despacho
del encargado con la secretaria de administración. Yo simplemente
recabé información por medios de grabación, mostré la misma al
jefe de la empresa y resulta que tiene enchufada a su sobrina en las
oficinas y es la titi que se está trajinando el encargado de la
central nuclear. Lo de cuando la visita de la ministra yo no tuve
nada que ver, aunque algo sí escuché pero me lo callo porque no
quiero aparecer el día de mañana en la cola del paro.
-¡Qué
chismoso ni que hostias en vinagre! El que sirve a un cliente y le
ve sacar la cartera o las tarjetas no es chismoso por ver algo a la
vista, pues el fontanero no es chismoso por llevarse un sonido a la
oreja. Si comentar en los vestuarios lo escuchado es chismosear,
todas y todos los trabajadores de este país seríamos fontaneros de
esos que habla. Que fuera el subdirector quien se fijara en la
información y la consiguiera a cambio de mejorar mi sueldo porque
tiene pendencias con el encargado, ya no es asunto mío. Es peor
estar de casa en casa o de local en local haciendo labores de
fontanería, desatascando mierda, grifos goteando de manera
compulsiva y demás situaciones que en una central nuclear siendo lo
mismo, pues es distinto. Si la ministra se dejó llevar por la
euforia y mojó los pies en la piscina no es asunto de mi
responsabilidad, de hecho estuvo a punto de tirarse a la piscina con
isótopos radiactivos y todo.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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