The Adversiter Chronicle

domingo, 25 de mayo de 2025

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre

Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle

VALKIRIA (2008)
  (Valkyrie)

Hubo un tiempo en que las estrellas de Hollywood en decadencia y entrados en años se acogían a las coproducciones en Europa, no es el caso de esta película de 2008 con estrella de Hollywood brillando fulgurante, un elenco en el reparto de grandes secundarios de lujo, coproducida con Alemania y un argumento realmente interesante como es el último atentado llevado a cabo contra Hitler ya en 1944 con la guerra perdida y aún algo que salvar del desastre. Firman el guion Christopher McQuarrie y Nathan Alexander con el solvente a los fogones de la dirección de Brian Singer que ya tenía un puñado de títulos y sabe dirigir una película nada fácil y cuyo resultado final logra que lo parezca. La crítica no fue piadosa, frialdad y desgana sin saber captar la esencia de la película más allá de una estrella y un solvente reparto. El público esperaba algo más y si bien la película se deja ver es como si le faltara algo para ser un peliculón, la publicidad durante el rodaje tampoco contribuyó a excesiva atención al estreno...

Y ocurre que vista más de tres lustros después de su estreno, se desvela una película con sitio por derecho propio en esas producciones que tratan de mostrar los diversos aspectos de los hechos conocidos tratando de iluminar los detalles. Estamos ante una película teatral, de duelos interpretativos en espacios cerrados aderezado de exteriores. Se ve que la producción primó el plantel antes que gastar en efectos especiales y tiene cierto encanto ver automóviles, el mítico Junkers trimotor, el búnker en `La Guarida del Lobo´, tropas uniformadas, exteriores de los edificios ministeriales nazis aún en pie, el mítico aeropuerto de Berlín-Tempelhof y, en definitiva, poco pero auténtico lo que se ve. Tampoco es fácil contar algo que el público ya conoce el desenlace, encasillando la película en un subgénero del cine de hazañas bélicas que tiene su público fiel, el mismo que gusta de `¡Tora! ¡Tora! ¡Tora!´, o `La Batalla de Midway´, donde además de los combates se profundiza en los grandes protagonistas. Aquí no es necesario recrear combates y destacan más los entresijos en despachos, los conspiradores moviendo los hilos y mostrando el interior de un complot que pasa desapercibido en las grandes crónicas del conflicto. La única pega es que los personajes de Hitler y su ministro de propaganda son casi caricaturescos comparados con el resto de personajes.

El protagonismo es, indiscutiblemente, de Tom Cruise y vemos un personaje alejado de sus saltimbanquis personajes de acción, aquí interpreta al Coronel Claus von Stauffenberg que tras quedarse tuerto y manco descubre que el sueño nazi es en realidad un matadero y la ruina de Alemania. Porque sin duda la clave de la película es alemana, un aquelarre cinematográfico con la semblanza del símbolo de la resistencia interna en Alemania y en las filas de las fuerzas armadas. En una película coral, destaca y haciendo sombra en los planos al Tom Cruise un Terence Stamp espléndido como siempre y adaptado al paso del tiempo que sigue cautivando a la cámara y enamorando al espectador. Del resto están todos soberbios en las escenas mostrando con lenguaje corporal distintos sentimientos como cobardía, coraje, rabia, incertidumbre y un repertorio de auténtica pieza teatral que no gustará quienes esperan acción y apasiona a quienes gustan de estas películas teatrales y del género de hazañas bélicas en el subgénero de mostrar entresijos más allá de las conocidas grandes batallas.

Mereció la pena aparcar los trastos de faena para visionar un título que tiene sitio propio al lado de `El Hundimiento´ o `Das Boot´ que muestran el régimen nazi desde el interior y el proceso de llegar a la conclusión de que la guerra está perdida y la derrota será total, hipnotizados por un Hitler que parecía un mesías y heraldo de recuperar la grandeza para Alemania tras la derrota en 1918 y el posterior Tratado de Versalles. No hay turras filosóficas y si un grupo de altos oficiales que se debaten entre la realidad del régimen y el desastre en los campos de batalla o salvar Alemania de la derrota total. Todos apoyaron a Hitler en su momento y todos saben que si fracasan sólo les espera la humillación pública y la muerte.

Hay una escena que es toda una catarsis, el oficial superior regaña al coronel Claus von Stauffenberg por no despedirse con el saludo nazi. Tom Cruise se gira, levanta el brazo terminado en un muñón y saluda con un ¡Heil Hitler!, es una escena fugaz, breve, pero Tom Cruise logra tal inmersión durante unos segundos que su rostro es el de un oficial que se ha dejado una mano y un ojo en nombre de Hitler y se ha ganado el derecho de despreciar su figura y lo que representa frente a su oficial superior. Y así es la película, duelos interpretativos contando la historia del complot, el atentado y los momentos de incertidumbre que elevan la tensión, si se es amante del género. Está claro que no hay acción trepidante, efectos especiales de repanocha y grandes escenas de batallas. Hay conjura, silencios, gestos y hechos. Hay que verla al menos una vez en la vida y verla de manera reposada, disfrutando del reparto y de la historia que cuenta, ni más ni tampoco menos.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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