Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Ignorar las ocurrencias
del párroco auxiliar con las gaviotas
Lo
primero, queridos feligreses, es dar gracias por la elección de León
XIV como nuevo Papa. En la tienda parroquial ya se pueden adquirir
tazas, llaveros, estampitas y camisetas con la efigie del Papa para
que os acompañe en vuestro trajín diario. El seguimiento de los
funerales de Francisco y el posterior cónclave fueron un éxito de
asistencia para verlo en el televisor del local parroquial, aunque sé
por el confesionario que Faustino el boticario en realidad había
discutido con su parienta que le echó de casa durante dos días con
sus dos noches y asistía al local parroquial sólo por pasar la
noche bajo techo. Como toda la Cristiandad sabe por verlo en
televisión, durante la fumata blanca una gaviota no tuvo otra
ocurrencia que ponerse con su polluelo a rondar el tejado de la
chimenea del cónclave. Aunque no pasa de simple anécdota y
manifestarse el problema de las gaviotas que abandonan sus
acantilados de toda la vida para instalarse en los tejados de las
poblaciones causando molestias y llegando incluso a lanzarse
vorazmente por los pinchos en las terrazas de los locales de
hostelería...
Pensaréis que me he vuelto algo mochales disertando sobre las gaviotas y sus
perniciosos efectos en los locales de hostelería cuando en este
secarral dejado de la mano de Dios, desde el punto de vista de una
gaviota, donde no paran ni las cigüeñas por equivocación. La razón
de mi disertación es que ya sabéis que el párroco auxiliar, padre
Genaro, es bastante inocentón y algo meapilas que al ver la gaviota
pensó que era una señal, concretamente una señal del Espíritu
Santo transmutado a gaviota en lugar de la tradicional paloma. Bien,
pues no se le ocurrió otra cosa que coger el carromato parroquial
para llegarse hasta la costa y el muy mendrugo aparece con una pareja
de gaviotas y las ha acomodado en el nido del campanario vacante de
inquilinos. Dejando aparte el hecho de que las gaviotas no son de
secano, ha demostrado esta pareja de gaviotas que son plenamente
urbanitas porque se han hecho dueñas de contenedores y amargado la
existencia de Rogelio el dueño de la cafetería que amenaza con
demandar a la parroquia por daños en su terraza. Fulgencia fue a
tirar la basura y terminó metiéndose en el contendor para evitar
los picotazos y se rompió la cadera al saltar para protegerse. Lo
que no tiene acuse de recibo es que el párroco auxiliar sea objeto
de mofa y befa por los guasones de siempre que acaban metiéndome en
líos con las autoridades policiales. Se acabó donar comida para las
gaviotas del párroco auxiliar y he avisado al monaguillo y al
sepulturero para que se doten de los medios necesarios para la
captura de la pareja de gaviotas a la mayor brevedad posible para su
entrega a quien corresponda para que retornen a su medio natural,
aunque no me extrañaría que desparecieran y acabaran siendo caldo
de cocido de pollo en el plato del día de su establecimiento, que al Rogelio enseguida se le llena la boca para demandar a la parroquia pero la
parroquia también sabe de sus chanchullos gastronómicos, que
conste.
Ir en
paz y dejaros de seguir la corriente al padre Genaro y sus
ocurrencias, posiblemente se le fundió algo la sesera en el
seminario y aunque es un buen auxiliar, en ocasiones hay que salir en
su auxilio. Si encima los guasones le siguen la corriente, sólo
empeoran sus entendederas. No sé qué diantres le echaron en su
ponche en la fallida peregrinación a Roma que nunca llegó a salir
del concejo, pero desde entonces no rige del todo bien. Confío que
sea un efecto pasajero y recobre su normalidad ahora que nos
enfrentamos a grandes retos en la parroquia, como organizar el
torneo de solteros contra casados en las fiestas parroquiales, hacer
inventario de la tienda parroquial y limpiar el motocarro parroquial
de las cagadas de gaviota que están perforando el cojín del asiento
con su corrosiva composición. Este domingo no habrá bingo
parroquial porque no está el párroco auxiliar en condiciones de
girar el bombo y cantar los números, se sustituye por una
interesante velada de recordar viejos tiempos con Severanda y
Salustiano que nos contarán sus batallitas de antaño.
AMEN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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