The Adversiter Chronicle

lunes, 5 de mayo de 2025

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre

Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle

ACORRALADO (1982)
    (First Blood)

Nadie esperaba en 1982 que la película y el personaje de Rambo se convertirían en una saga y el protagonista en un arquetipo del cine de acción bélico, cierto que la segunda y tercera entrega también estrenadas en los 80´s degeneró a propaganda cinematográfica de la Guerra Fría si bien con éxito de taquilla. En el momento de su estreno en 1982, esta adaptación del libro del mismo título escrito por David Morrel con guion firmado por William Sackheim, Michael Kozoll y el propio Sylvester Stallone con la música a cargo de Jerry Goldsmith, la crítica no quiso ver más allá de sus narices, Ronald Reagan afrontaba su primer mandato y la crítica sólo vio otra producción de acción acorde a los tiempos de recuperar el orgullo tras la derrota en Vietnam donde se ponderaba la violencia y las virtudes castrenses. Sin embargo la película fue éxito de taquilla y sentaría las bases para otros títulos se similares hechuras, el personaje de Rambo se hizo protagonista de chistes, chanzas e imitaciones. En el ámbito doméstico, supuso dar visibilidad, más allá de la historia que cuenta, a la problemática de los veteranos con síndrome de estrés post traumático que en 1982 aún no se reconocía como un mal que afectaba a las tropas en combate...

La película son muchas cosas. Primero, un producto cinematográfico bien hecho y dirigido con solvencia por Ted Kotcheff que un año después dirigiría otro título mítico con la guerra de Vietnam de fondo como es `Más allá del valor´, con un Sylvester Stallone pletórico de juventud que hace una interpretación de un personaje aparentemente simple y que logra que brille en todos sus matices bien arropado por un excelente plantel de secundarios que por entonces se intentaban hacer un hueco en Hollywood, citamos a David Caruso, Michael Talbot, Chris Mulney o el siempre fiable secundario del Bill McKinney. Hay un delicioso duelo interpretativo entre Richard Crenna y Brian Dennehy que junto a un guion sin fisuras y trepidante de acción logró un conjunto de película atractiva para el público que hacía correr el boca a boca, convirtiendo una historia en apariencia dirigida al público estadounidense en una película atractiva para todo el mundo pese al rechazo velado de la crítica.

Un veterano de operaciones especiales en la guerra de Vietnam viaja a pie en busca del último de los supervivientes de su comando. Cuando llega a su domicilio, la madre le cuenta que murió del cáncer provocado por exposición al `agente naranja´. Desolado en su soledad sigue su camino errante y llega a una tranquila y apacible localidad donde reina el orden y el respeto a la Ley que hace cumplir sin sobresaltos el sheriff de la localidad. Cuando ve a un piojoso vagabundo con trazas de tal y chaqueta de veterano, no duda el sheriff en ofrecerle subir al coche para llevarle a la salida de la localidad y que no vuelva porque al sheriff no le gustan los vagabundos busca líos como Rambo con chupa de veterano de Vietnam. Herido en su orgullo, Rambo decide volver a la localidad y es detenido por el sheriff que lo lleva a comisaría donde algunos de los policías que le toman la filiación se sobrepasan un poco con Rambo que muestra claros síntomas de estar jodido porque permanece tenso y sin decir palabra. Uno de los policías veteranos le inmoviliza para ser afeitado tras manguerazos de agua helada. Cuando ve la navaja de afeitar, Rambo se acaba de trastornar y vuelve al momento en que era interrogado cuando fue capturado por el vietcong y pasa a modo de combate magullando y aporreando a todo agente que le sale al paso y escapa a las montañas en una moto perseguido por el sheriff en el coche patrulla. Se desencadena entonces una caza del hombre donde Rambo se defenderá de la única forma que sabe: volver al infierno de la guerra pero esta vez en su país y no en la jungla...

Hay más, porque en realidad lo que muestra la película es la forma en que la sociedad trataba a los veteranos una vez finalizado el conflicto que era necesario olvidar. Cuando las fuerzas policiales salen en su caza y captura ignorando su estado mental y su hoja de servicios, Rambo se defiende con los recursos a su alcance, convirtiendo a los perseguidores y la montaña en una metáfora de Vietnam donde los bisoños reclutas se veían de pronto envueltos en la jungla frente a un enemigo que los diezma y que siempre está camuflado. Cuando hacen falta refuerzos y se llama a la Guardia Nacional, los soldados de fin de semana con apoyo de fuego son capaces de dar con Rambo pero incapaces de acabar con él. Aparece entonces el oficial al mando de Rambo en Vietnam que advierte que no están ante un soldado veterano sin más y sí ante un especialista en la lucha de guerrillas que se adapta al entorno de batalla sin que le haga caso el sheriff que ha hecho de la muerte de Rambo su objetivo. Tras salir vivo del ataque de la Guardia Nacional, Rambo se acaba de trastornar al ver que quieren matarlo y su inmersión en el combate será total, será matar o morir.

Hay una epifanía final, parodiada hasta la saciedad, cuando Rambo se derrumba emocionalmente ante su oficial jefe, es un grito desesperado de quien hizo lo que le ordenaban para ganar la guerra, perdiendo a sus camaradas por el camino, recibido como un criminal de niños a su regreso a una sociedad que le rechazaba hasta para conseguir un empleo de lava coches. El oficial escucha impasible, viendo hasta qué punto la guerra ha trastornado a su creación, que le abraza como quien abraza a un padre buscando refugio pero el oficial sólo puede darle una palmadita en la espalda y entregarle a las autoridades porque todo aquello ya pasó aunque la mente de los veteranos nunca haya regresado de la jungla. Hay una crítica total al sistema que tras sacrificar en combate a los soldados no supo lograr la victoria y que luego ignoraba los problemas de los veteranos y su falta de readaptación al sistema. Crítica vanguardista entonces y que cuatro décadas después se ha normalizado dar visibilidad a los veteranos y sus problemas, pero en 1982 la crítica sólo quiso ver que estaban ante una película más de acción con trasfondo bélico sin más trascendencia.

Pese a la degeneración del personaje y no tener nada que ver con la historia de las dos secuelas rodadas en los 80´s y poco con las secuelas posteriores, la película se enmarca en un grupo de títulos que van desde la interesada `Boinas Verdes´ o `Los chicos de la Compañía C´ a las populares y míticas `Apocalypse Now´, `Taxi Driver´y `El Cazador´ hasta que en 1987 Oliver Stone rueda el oscarizado biopic sobre la guerra de Vietnam, `Platoon´ que supuso reconocer a quienes allí lucharon, murieron y sobrevivieron para contarlo. Pero `Acorralado´ se anticipó porque no trataba del joven reclutado ni del voluntario por patriotismo, habla de las tropas profesionales que décadas más tarde veremos en las Guerras del Golfo y en Afganistán y que en Vietnam formaban las tropas especializadas en infiltración y misiones de eliminación. Rambo es cualquier veterano profesional, el héroe necesario en la guerra y el incómodo superviviente en la paz donde la sociedad le ve como parte de la historia, del pasado y trata un tema de vigente actualidad como es la dificultad del veterano cuando vuelve al mundo y todo aquello parece irreal aunque siga presente en su mente.

Película para disfrutar porque es una buena historia bien contada que te deja con ganas de ir corriendo a buscar un ejemplar del libro en que se basa. Puede verse como simple película de acción y como parte de un momento histórico en EEUU que se lamía las ya cicatrices de la herida supurante que fue la guerra en el Sudeste Asiático y Ronald Reagan recuperaba el orgullo nacional, un mundo donde el recordatorio de los veteranos no era políticamente correcto salvo para hacer propaganda de banderín de enganche. Silvester Stallone aún lucía musculatura normal y dota a su personaje de una humanidad casi entrañable porque sigue siendo un joven que sólo quiere volver a casa tras cumplir las misiones encomendadas. Puede parecer algo lelo porque Stallone dota al personaje de un sufrimiento mental, la expresión de los ojos con la mirada perdida porque su mente le devuelve a la guerra mientras es toreado por los policías, su soledad escuchando las transmisiones, acorralado y casi resignado a morir pero que conserva su instinto de combate...

Fue la primera de una saga que ha durado casi hasta hoy, pero la única secuela original que puede llamarse así con toda propiedad es la rodada en 2019 `Rambo Last Blood´ y de la que hablamos en su momento:
El resto son pura propaganda de Guerra Fría y las rodadas posteriormente han sido simples películas de acción y actualizadas a la edad de Sylvester Stallone mostrando un Rambo más de cómic que de veterano de nada. Pero la citada de 2019 sí es coherente con el personaje original retratado en `Acorralado´ y es creíble la historia con un Rambo envejecido que trata de vivir con sus atormentados recuerdos. Hay que verla si no se ha visto, hacerle justicia porque es un título imprescindible en la extensa filmografía sobre la Guerra de Vietnam que retrata una problemática sobre el ostracismo de los veteranos, sus secuelas psíquicas y una crítica al sistema y al estamento militar que obligaban a vivir en las sombras a quienes sirvieron a su país. Algo ha cambiado pero la guerra sigue igual de destructiva, tanto física como psíquicamente.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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