Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GH VIP 8: Cambios
sustanciales que valen dinerales y hay una cueva que nadie lleva
Llega
otro de los estrenos más esperados de la nueva temporada televisiva
como es Gran Hermano en su versión VIP que, de primeras, parece
bastante birriosa en cuanto a elenco concursante pese a que la cadena
lo publicita como interesante, trepidante y emocionante. En realidad
hay ilustres veteranos e ilustres cuando menos olvidados. Cambio en
labores de presentación siendo Marta Flich la sustituta o recambio
del Jorge Javier y está secundada por Ion Aramendi, presentador de
demostrada solvencia aunque no levante pasiones. Marta Flich estuvo
algo chillona en la primera gala del pasado jueves y se prodiga en
gesticulaciones, mohines y muecas. La entrada siguió los cánones
habituales siendo una novedad que se han sacado una cueva de la
chistera y los habitantes se dividieron en dos grupos, unos en la
casa al ritmo normal de convivencia y otro en la cueva donde no hay
espacio para hacer nada que no sea tumbarse en la arena...
Cambios
sustanciales en la dinámica del concurso, la ya citada cueva el
primero, y la gran novedad de que el premio final no es tal ya que
para conseguir ciertas cosas deberán elegir entre las cosas y pagar
por ellas descontando el importe del premio para el ganador. Es una
cosa nueva que cuesta algo digerir, el primer canje fue una cesta de
alimentos que costó 3000 aurelios y luego ofrecieron a los
cavernícolas de forma individual que podían pasarse a la casa a
cambio de 10.000 aurelios por barba. Los de la casa, pillados de
improviso y a toda prisa, canjearon la cesta para sus cavernícolas
compañeros y menos mal que éstos tuvieron neuronas para negarse al
canje porque la broma hubiera salido, contando la cesta de comida,
por 63.000 aurelios a restar del premio final. Es un poco estafa y si
siguen esos precios al final van a tener que poner a escote pericote
de sus sueldos semanales para que el ganador gane algo de dinero.
Tanto la cueva como la subasta del premio es poco ortodoxo y chirría
un poco, puede que sea porque son novedades pero matan un poco el
espíritu del concurso que es fisgar la convivencia, al menos no es
lo acostumbrado.
Ha
sido la típica primera semana de convivencia donde hay buen rollito,
empiezan a formarse fobias y, inevitablemente, la división en dos
grupos y entornos distintos repercutirá en la convivencia. De los
concursantes ya destacan Karina con su venerable presencia donde
todos y todas la quieren y admiran pero que probablemente todos y
todas nominarán con el argumento de la edad, que no está en la onda
de petimetres y petimetras habitantes de la casa. También Laura
Bozo, famosa por su programa de pifostios verbales hace ya un tiempo,
que a todos cae pesada y a todas aburre un poco y seria candidata
junto con Karina a ser nominada masivamente. La presencia
insoportable de su triste levedad del ser de Oriana Marzoli siempre
más operada y más simplona, aunque se tenga por sofisticada, que en
el último telerrealidad y que sigue tan sin sustancia con sus lloros
y sus pijadas. De ilustres desconocidos destacan Albert Infante que
no deja a nadie indiferente con sus trazas y un tal Luitingo de
estética de labriego siciliano de cuello para arriba y que pertenece
a esa hornada de cantantes de éxito que sin filtros digitales de
sonido su voz suena a gato constipado con afonía, y que se pilla
unos rebotes de muy señor mío...
De
momento resulta bastante decepcionante no poder ver la convivencia de
todos y todas en la misma casa, el elenco concursante no es que sea
para tirar cohetes y los cambios desconciertan de momento más que
enganchar; hay que aceptarlos porque manda la organización y habrá
que tragarlos aunque queda la sensación de que no es GH VIP en
estado puro. Es lo que hay, poco más se puede decir y ansiando que
lleguen las nominaciones, se junten todos y comiencen las trifulcas
los amores y la magia, cosa que de momento brilla por su ausencia
porque los primeros desconcertados son los propios concursantes
atrapados en una dinámica de la que no tienen precedentes. Hay la
figura del infiltrado que de momento no tenemos ni pajolera idea qué
bemoles significa y significará en el concurso...
De
momento, audiencia y concursantes, a verlas venir.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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