Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Victoria en el último
segundo contra el Burgos y el gañán del Rubiales no dimite aunque
le echen
Se
respiraba cierta ansiedad para recibir al Burgos en El Molinón tras
la derrota de la pasada jornada, ansiedad por ver si se mejoraba y
volvían las buenas sensaciones jugando de local con el apoyo de la
afición. Toda la semana había insistentes noticias de que vendría
un delantero aunque finalmente no fraguó la operación y nos
quedamos como estábamos hasta el mercado de invierno aunque se deja
caer que aún podría llegar un centrocampista sin equipo.
Francamente, para traer probaturas o cojitrancos como en temporadas
pretéritas y pretérito máximo accionista, mejor tirar de Mareo. De
todas formas el caso del besucón del Rubiales sigue enturbiando todo
el panorama futbolístico y encima la hemos cagado contra Letonia en
el Mundial de baloncesto, lo cual añade más emoción y si se supera
a Canadá aumentará la leyenda de la selección española de
baloncesto.
Volvía,
tras reposo, a la titularidad el colombiano Otero que ha vuelto a
hacer diana y animó desde el minuto dieciocho un partido que comenzó
espeso con ambos equipos hilvanado jugadas pero sin trenzar las
mismas, con interrupciones hasta que Otero abrió la lata. Los
burgaleses tomaron entonces las riendas del partido aunque los
jóvenes y no tan jóvenes jugadores rojiblancos se mantenían bien
posicionados y neutralizando el peligro del Burgos. El segundo
tiempo comenzó con el equipo visitante achuchando y Yáñez se
mostraba seguro bajo los palos hasta que el dinámico Curro logró el
empate que sembraba de dudas a la parroquia rojiblanca y llevó al
graderío de la hinchada burgalesa alegría e ilusión en lograr la
remontada. El míster Ramírez sacó a jugar a Queipo y Varane que
aportaron dinamismo pese a que el partido se volvió algo loco y se
mascaba que cualquiera de los contendientes podría perforar la meta
contraria. El Burgos lo intentaba y en última instancia Yáñez lo
paraba o lo despejaba, parece que por fin hay un portero que se
defiende en todas las artes de un buen cancerbero y no la rifa con
los pies, y cuando se terminaba el tiempo de prolongación llegaba el
gol de Queipo que sorprendía a todos, los sportinguistas felices de
lograr la victoria en el último segundo y los jugadores burgaleses
echando las manos a la cabeza por caer derrotados cuando ya estaba
todo vendido. Partido espeso pese a que ambos equipos hicieron gala
de sus virtudes y no hubo demasiados defectos más allá de los
normales, lo justo puede que fuera un empate aunque cualquiera de los
dos podía llevarse la victoria.
Y
Rubiales no dimite ni aunque le echen, que lo están haciendo y la
FIFA lo ha hecho al menos temporalmente. El problema es que el
estamento que debería defenestrarlo no encuentra un resquicio que no
sea luego recurrido y ganado el recurso. El Gobierno exige que lo
hagan, el feminismo exige que lo hagan y el fútbol mundial observa
lo que ocurre porque hay mucho dinero en juego con el fútbol
profesional femenino y es necesario que no haya más casos como el
español en otras federaciones nacionales. Rubiales, que debe tener
buenos leguleyos picapleitos, anda sembrando una duda razonable de si
el beso fue con consentimiento de la jugadora o no. El vídeo montado
sobre la celebración donde se comentaba en ambiente jocoso y de
celebración lo ocurrido, con la correspondiente edición y montaje
del vídeo a favor de las tesis de Rubiales, ha creado una duda
razonable en parte de la sociedad que no ve que un beso sea
comparable a una agresión sexual. Ahora el mundo del fútbol y los
gobernantes de turno quieren librarse del Rubiales por sus pecados en
la RFEF y ven sumarse a la indignación el motivo perfecto para
ajustar cuentas. Rubiales debe dimitir por tocarse los cojones en el
palco cuando estaba representando a España y deberá rendir cuentas
judiciales por el beso si procede abrir una causa. Su trampa a su
gente de que iba a dimitir para que los asistentes a un funeral se
convirtieran a ojos de la cámara en cómplices ha dado resultado y
quienes afirman que aplaudieron engañados en primera instancia
deberían haberse levantado de la silla cuando dijo por cinco veces
que no iba a dimitir...
Y
semana de derbi en tierras carbayonas contra un Real Oviedo en una
peligrosa dinámica donde es segundo por la cola y sólo dos puntos
en su casillero, a cuatro de distancia del Real Sporting. Es de
esperar que se guarden las formas a nivel institucional sin pijaditas
que empapan a la afición y crean mal ambiente como llevaba
sucediendo en la pasada etapa antes de la llegada del Grupo Orlegi.
Lo de Rubiales seguirá estando candente, al menos su santa madre ya
no está con el numerito del encierro con huelga de hambre. Y cuando
Rubiales sea definitivamente defenestrado como mandan los cánones,
habrá que defenestrar a quienes le consintieron desde todos los
ámbitos montar el chiringuito que se montó. Lo que no se puede es
defenestrar por una causa puntual que se hizo a ojos de todo el mundo
y no se le defenestró por una causa crónica oculta a la vista de
todo el mundo como era lo que ocurría en la RFEF. El seleccionador
de la selección masculina debería haberse levantado de la silla,
pero la trampa de Rubiales ha funcionado y no se admiten atenuantes a
los asistentes que aplaudieron, incluso después de saber que no
dimitía...
F.
O. R.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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