Investidura a cambio de
deslealtad no es un buen negocio
Sigue
adelante el calendario de investidura y todo parece indicar que el
señor Núñez Feijóo no logrará los votos suficientes para formar
gobierno, toda vez que el PNV va al rebufo de Bildu y no quiere
arriesgarse a perder más votos en las elecciones autonómicas del
próximo año en el País Vasco. Por otra parte, el PSOE sigue
perdiendo su alma y su historia con purgas a quienes discrepan de los
planes del señor Pedro Sánchez de entregar todo a cambio de
deslealtad y promesa de volver a intentar un golpe de Estado a la
Constitución. Han subido tanto el precio que el prófugo Puigdemont,
al que se le está acabando el tiempo ante las evidencias de la UE de
que sí debe ser juzgado en España y servir a intereses rusos toda
su algarada y la de sus compinches, se frota las manos ante otro
político español dispuesto a todo por la poltrona del poder. La
expulsión de Nicolás Redondo y los insultos y vejaciones a Felipe
González y Alfonso Guerra, aún discrepando de ambos, es un síntoma
preocupante que debería movilizar a las bases y votantes del PSOE
porque el precio que se pide es otro golpe de Estado a la
Constitución por fases y con el populismo de los políticos de
izquierda y su progresismo ilustrado donde sólo hay blanco y negro
dictando micrófono en mano lo que es o no es en colores, o estás
con nosotros o eres un reaccionario. Por el camino han prostituido
conceptos y soflamas simples dirigidas a supuestas masas más simples
aún, al menos así se dirigen a los votantes.
Cuesta
creer que diputados socialistas de comunidades autónomas que se
verán perjudicadas de ceder a las pretensiones de independentistas
vascos y catalanes cuyos dirigentes y cabezas visibles eran miembros
de ETA con delito de sangre y los otros golpistas, puedan votar a
favor de una investidura a cambio de deslealtad que además presumen
de volver a perpetrar un delito de sedición e imponen una ruptura
del sistema autonómico. Las últimas exigencias del prófugo
Puigdemont de deuda histórica es la demostración del disparate
independentista, más cuando las demandas del regionalismo han sido
atendidas y superadas. La casta política que vive del cuento de la
independencia necesita la confrontación. En 1978 se votó evitar la
confrontación y el progresismo ilustrado, capa de barniz que tapa
el comunismo ya caduco y trasnochado para endulzar su programa
político a sus votantes, trata de borrar todo lo articulado y
construido por la sociedad española pese a la mayoría de la clase
política. Revivir el cisma y crispación social de hace cien años
sólo busca preparar el camino para en el 2031 preparar un golpe a la
Constitución que acabe con la misma y todo lo que significa. Los
diputados del PSOE deben meditar y pensar en sus votantes que no son
los de Bildu ni los partidos independentistas y golpistas catalanes.
No es un problema de la sociedad, es un problema de la clase
dirigente que sólo mira su interés personal.
Lo
ideal sería que la investidura del señor Núñez Feijóo tuviera
una docena de votos de diputados del PSOE, habría gobierno
constitucional y el PSOE iniciaría un necesario y urgente debate
interno porque de no ser así lo más probable es que sencillamente
se escinda y desaparezca. No hay voces críticas, el silencio
inquietante de la ministra de Defensa en funciones choca con la
campaña de culto al líder infalible de ministros y ministras.
Siempre queda la posibilidad de que SUMAR se divida, pero en PODEMOS
no renunciarán a seguir en la pomada del poder, junto con los
ingresos derivados el mismo. No hacen un juego democrático, son
campañas orquestadas y diseñadas para regalar oídos que sí
trabajan día a día aunque por alguna extraña razón se tragan las
tergiversaciones, las medias verdades y las grandes mentiras. Un
ejemplo es el uso de traductores en el Congreso mientras que el
señor Otegi y el señor Junqueras hablan en español para entenderse
entre sí y no utilizan traductores. Un disparate más que muestra a
ojos observadores el sin sentido de empeñarse para no ganar nada y
la posibilidad de intentos de que se pierda todo. Se equivoca el PSOE
como partido y se equivoca el señor Pedro Sánchez negociando con la
deslealtad...
Así
de simple y así de complicado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt
Lake City, Utah Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org
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