APRETUJÓN INTESTINAL
EN BAÑO AJENO
Trataré
hoy de una compostura del postureo delicada y con la que toca lidiar
al menos un par de veces en la vida. Hay que distinguir baño ajeno
de baño en establecimiento hostelero donde la compostura del
postureo es diametralmente distinta y algo opuesta. En baños de
establecimientos hosteleros lo más común es la micción y si hay
apretujón intestinal no se tiene el mismo decoro que en baño de
casa, aunque sea ajena. El anonimato de ser clientela permite dejar
el baño y su inodoro hecho unos zorros con aromas pestilentes y
`firmas´ en el inodoro ya que por alguna misteriosa razón cuando el
ser humano encuentra un baño de establecimiento hostelero,
estaciones de tren y autobuses así como entornos de barraca en
ferias y verbenas, resulta que gustamos de contribuir a dejarlo un
poco más cochino. Son composturas del postureo que, si bien
comparten la circunstancia del apretujón intestinal, se dirimen y
afrontan con distintas composturas del postureo. Voy a
ceñirme a la compostura del postureo cuando el apretujón es en casa
ajena y no familiar, en el entorno familiar, aunque sea familia
política, hay más comprensión a los ruidos y aromas inherentes al
apretujón intestinal tras su evacuación. Así, nos situamos en casa
ajena de visita, cena o cualquier otra circunstancia. El apretujón
intestinal en casa ajena se presenta de forma repentina y sin casi
tiempo de reacción, si conocemos bien nuestro reloj intestinal las
señales darán tiempo a pedir excusas para ir al escusado. Una vez
en baño ajeno hay que tener una compostura del postureo de agudeza
visual felina para captar elementos de gran ayuda y saber de un
vistazo si hay suficiente papel higiénico, un ambientador, una bayeta y lo ideal sería un estropajo, elementos que merecen su
explicación. Es evidente que si somos novatos y novatas de apretujón
intestinal en baño ajeno no prestemos atención y concentración a
la observancia felina de los elementos anteriormente citados. Dicha
observación puede realizarse de la que nos preparamos para sentarnos
en el inodoro, aunque reitero que lo más que probable es que de
nuevas sólo nos preocupemos por sentarnos en el inodoro y proceder a
la evacuación intestinal. Una
vez sentados en la taza del inodoro, la siguiente compostura del
postureo es ante la primera y explosiva fase de evacuación del
apretujón intestinal, de estruendo sonoro que si son horas nocturnas
se transmite por tabiques y cámaras de ventilación. Una compostura
del postureo simulando un ataque de tos puede ser una buena cobertura
acústica aunque dada la potencia de la onda sonora de la evacuación
lo mejor es evacuar de golpe y que sea un estruendo y no pequeños
estruendos que parecen oírse más, uno grande y sonoro es preferible
a un recital de pequeñas expulsiones. Una vez finalizada la
evacuación suele extenderse un fétido aroma, depende también de
los alimentos consumidos en la digestión del apretujón intestinal.
Si tenemos la fortuna de que hay ambientador la cosa se resuelve y
resulta comprensible para los anfitriones que haya trazas aromáticas
de una evacuación, si son anfitriones de cuchipandas semanales serán
precavidos y habrá ambientador. Solemos cometer un error típico en
los apretujones intestinales en baño ajeno y es que no realizamos
un examen visual del inodoro levantando la tapa y la tapa del asiento
donde la evacuación suele dejar las siempre incordiantes trazas
fecales, conocidas popularmente como lentejas.
Puede sonar a chiste, pero cuando tercia ejercer de anfitriones que
levante la mano quien al ir a ocupar el inodoro u proceder a su
limpieza al día siguiente de la cuchipanda de turno no ha encontrado
las incordiantes y molestas a la vista de las lentejas,
que una vez secas resultan hasta correosas de quitar siendo necesario
estropajo metálico o lija del nueve. Por supuesto que la compostura
del postureo correcta sería, teniendo elementos a mano, proceder a
su limpieza que, estando frescas aún las lentejas,
salen con una suave pasada de papel higiénico sin dejar mancha. Ni
que decir tiene que hay que ser finos y dejar la escobilla
aparentemente sin mácula que nos delate y que sea el siguiente
quien pague el pato de la culpabilidad a ojos de los anfitriones.
En
resumen, una compostura del postureo de varias fases que nos
facilitará sentarnos de nuevo a la mesa tras la evacuación del
apretujón intestinal sin prisas por marchar ante el bochorno de que
alguien vaya al baño y encontrarse una desagradable hediondez a heces
fecales. No quiero olvidar mencionar que es vital saber antes de
evacuar que nos alcanza el papel higiénico, he dado por hecho que sí lo hay aunque siempre puede el anfitrión despistarse y por
precaución sería oportuno acudir a casa ajena con un paquetito, dos
si se considera necesario, de pañuelitos o recurrir a papel de
periódico. Recalcar que vale más un estruendo sonoro que una serie
repetitiva de baja intensidad y abrir ventana si la hay porque no son
pocos los baños en casa ajena que no disponen de la misma y dejar la
puerta abierta no es una opción ya que la hediondez se extendería
por el resto de estancias. Si hubo estruendo sonoro y trazas
olfativas hediondas, sentarse a la mesa quejándose de cualquier
dolencia intestinal nos dará tiempo y provocará una animada
tertulia sobre dolencias que propician que el hedor se disuelva en el
aire y que nadie mencione la sonoridad provocada por la evacuacion
del apretujón intestinal. Pero la mejor compostura del postureo es
salir de casa habiendo hecho pis y pos, así de sencillo.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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