Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
CUENTOS
CHINOS (Tele5)
(Sucedáneo televisivo con sabor
a bazofia televisiva)
Llegó
uno de los estrenos de la nueva temporada televisiva más esperados,
con permiso de Ana Rosa Quintana y su nuevo programa en horario de
tarde, por diversas razones. Una el nuevo aire que Mediaset quiere
dar a su nueva programación tras finiquitar el estilo del
defenestrado Paolo Basile y otra poderosa razón el retorno de Jorge
Javier en un programa y un horario para competir con el titán, en
índices de audiencia, de Pablo Motos presentando El Hormiguero.
La cadena ha promocionado Cuentos Chinos
como, cito textualmente, `un show colorista, explosivo en ocasiones;
de ambientación y estética inspirada en la cultura milenaria china
y con dos aspectos fundamentales como son la diversión y el buen
humor´, fin de la cita. Hay diversos colaboradores donde destaca
Anabel Alonso siendo el resto fichajes nuevos y fichajes ya viejos de
la cadena hermana Cuatro, con lo cual lo de la diversión y el buen
humor es más una declaración de intenciones que una realidad. Íbamos a dar una semana de margen para catar el programa pero con el
primero y el segundo no hace falta esperar más para describir lo que
es un sucedáneo televisivo que ni sabe ni apetece masticar...
Lo
de ambientación en la milenaria China y lo de colorista se queda en
una ambientación de cartón piedra de restaurante chino; el colorido
es chillón y casi irritante, por más que se trate de asimilar el
decorado no desaparece la sensación de ambientación de restaurante
que dan ganas de llamar al sufrido camarero chino y pedir rollito de
primavera. Se han pasado con el colorido y se hace pesada la
ambientación. La diversión y el buen humor brillan por sus
carencias tanto de una como del otro. No es una crítica destructiva,
es que el programa en sí es destructivo si se compara con lo que
prometía. Y es que humor, entrevistas aprovechando promociones,
momentos hilarantes, dinamismo en el ritmo del programa y alguna que
otra sorpresa agradable de cuando en cuando ya lo hace en Antena 3 el
Pablo Motos. Si se pretendía arrebatar audiencia de El
Hormiguero ya tenemos el primer
batacazo desde el primer programa.
Y
luego está Jorge Javier que ha vuelto en un programa que le ofrece
un guion y estar arropado por gente acostumbrada a teatralizar un poco
el mismo. El primer programa con Anabel Alonso mostró los defectos
del Jorge Javier actor, mal actor, que falló a la hora de dar la
réplica a la actriz porque el presentador no es actor. Siempre hemos
dicho que desde que Jorge Javier quiso actuar presentando comenzó su
declive y la pérdida de sus mejores esencias del excelente
presentador que fue y que, por desgracia, de nuevo brilló por su
ausencia. Comenzó aclarando que estaba en otra etapa y cuanto más
lo recalcaba más daba la sensación de que sigue en la misma de últimamente. Verle sudando tinta china para seguir el guion teatralizado y tratando de ser diferente siendo el mismo, provocaba
la sensación de que quería imitar, lograr sería más exacto, una
mezcolanza de las mejores esencias de un Sardá, un Pepe Navarro y un
Pablo Motos. Si quieren atrapar a la audiencia de Sálvame
posiblemente tenga una audiencia fiel pero la sensación es de que la
mayoría cambiará de canal cuando llegue la hora de emisión. Cuando
vimos aparecer en la segunda entrega a Bárbara Rey la sensación de
soledad televisiva alcanzó los límites tolerables sin sufrir serias
taras psicológicas...
Es
un mal programa para competir con Pablo Motos y en el mejor de los
casos empezarán a meter cambios sobre la marcha porque las dos
primeras entregas saben a sucedáneo tipo bazofia, desde un punto de
vista televisivo. Que lo más interesante fuera que Jorge Javier
reconoció que no se puede tener un burro en el jardín, no ya por
las molestias de sus rebuznos al resto de la urbanización sino por
el burro que no está diseñado para mascota de jardín, ya dice
bastante del percal de una programación en Tele5 que presentan como
nueva y es lo de siempre pero descafeinado, con buen rollito que
suena a falsete, Jorge Javier sigue patinando como en Sálvame
aunque trate de contener su incontinencia verbal y sigue con las
cuchufletas a los entrevistados de que es no hetero, no sabemos
porqué tiene que seguir diciendo que es no hetero cuando ya lo
sabemos.
Restos
de costumbres anteriores que no logra dominar. Debería rebajar sus
ínfulas de actor que presenta, dejarse de ser un presentador que
actúa y recuperar al Jorge Javier periodista y presentador, tanto
por su bien como por los índices de audiencia. Si sigue en la línea
de los dos primeros programas y si su elenco colaborador no muestra
algo más de talento televisivo nos tememos que el actual formato de
Cuentos Chinos no dure
tres semanas. Y esta vez no es todo culpa de Jorge Javier, es el
formato y los irritantes colores chillones que quieren ser chinos y
termina siendo de restaurante chino más bien...
Una
decepción de programa en su estreno.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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