No sé si es cosa de mis
pupilas, de mis entendederas o mis aptitudes cognitivas pero detecto
cierta uniformidad alienante en la juventud: mismos peinados, mismas
prendas y mismos colores...
Alguien está acumulando
el poder de influir en las vidas ajenas y ello conlleva un vacío
existencial a medio-largo plazo que apostaría a que se aprovecharán
las religiones de tales vacíos existenciales...
Luego está el tema de las
operaciones estéticas, un buen día te asomas al televisor y ves a
una mujer que tenía belleza natural y sensualidad convertida en una
especie de careta plastificada y prótesis, porque se nota que son
prótesis, tanto en partes altas como las partes medias y bajas. Y
encima resulta que o las operan el mismo personal médico o las prótesis labiales, pectorales, glúteos y hasta pómulos resulta que son
iguales. Hoy mismo pensé que a la pobre chica le había picado una
avispa velutina en los morros y eran prótesis labiales...
El padre de la cirugía
estética moderna buscaba recomponer los rostros desfigurados y
destrozados de los soldados en la guerra y creo que renegaría de sus
técnicas innovadoras al ver los estragos psicológicos que
provocarán las operaciones estéticas en jóvenes que no las
necesitan y encima pierden su encanto...
Tiempos nuevos, tiempos
salvajes cantaba el poeta. Intento ver sensualidad en las prótesis
aunque no lo consigo, sólo veo rostros de plástico, cuerpos
moldeados de plástico y artificio que mata la naturalidad. Ya no
hablo de rostros de personas que aspiran vencer el paso del tiempo,
nadie se libra del encanto de someterse a operaciones de cirugía
estética a ninguna edad, pero no parece muy sano que a los
veintipocos años alguien se vuelva esclavo del bisturí y me cuesta
creer que existan profesionales que lo hagan sin necesidad...
De todas formas no hay
prótesis que superen los pechos de Afrodita A
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario