Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje televisivo al
primer año de guerra
El
viajero cree que hoy, que se cumple un año de la agresión rusa a
Ucrania, que debe rendir homenaje a las víctimas, las de ambos bandos porque el viajero piensa que unos son víctimas de Rusia y los
otros son los desgraciados hijos de Rusia enviados a un matadero sin
causa y sin motivo salvo la egolatría del dirigente de turno que
siempre está presente en la historia de Rusia solo que en esta
ocasión de este nuevo siglo que nos ha hecho retroceder cien años
en dos décadas...
El
viajero prefiere no pensar y comienza su pequeño homenaje viajando
con el dial del televisor. Imágenes del comienzo, en realidad el
viajero sabe y lo comentó en su momento que la guerra comenzó en
2014. Pero la guerra que afecta al viajero y a toda Europa comenzó
hace un año. Kiev bombardeada, largos convoyes de suministros rusos
de kilómetros de largo, presa fácil para los satélites marcadores
de objetivos. Una guerra del siglo XXI con hechuras del siglo XX
donde la órbita terrestre es un escenario más, igual que Internet,
igual que la televisión global. Lo llaman guerra asimétrica pero al
igual que en todas las guerras la infantería es necesaria...
Una
joven prematuramente marchita habla de las violaciones, en su caso
una felación a punta de pistola de un joven soldado ruso,
seguramente, piensa el viajero, tiene una foto de su novia, incluso
puede que hablara por teléfono...
El
viajero observa a Putin darse un baño de masas, los mejores detalles
de la propaganda soviética con el espectáculo televisivo
capitalista, destilado todo ello en propaganda. El viajero escucha a
un político, nunca empuñará un fusil, todo su vigor se concentra en
su mente atrapada en un cuerpo deforme, anclado a una silla. Ha
descubierto que Putin y su régimen son fascistas, pero ese régimen
apoya los regímenes de izquierda que defiende el político y sus
medios de comunicación globales alaban y dan voz e imagen a sus compañeros, camaradas o como se denominen de su misma ideología,
apoya que no se apoye militarmente a Ucrania y se tilda de
progresista. Pobre tipo, piensa el viajero en clave metafísica,
descubrir que él mismo es un fascista si tilda de tal a Putin que
apoya lo que quiere para sus compatriotas en el resto del planeta.
Debe ser triste vivir del cuento, muy triste...
El
viajero quiere terminar el viaje, no se acuerda de las víctimas y
siente asco ante el cinismo político. Los edificios desgarrados de
vida con sus entrañas formando escombros, los soldados muertos en su
juventud como en todas las guerras, los refugiados, los evacuados,
los lisiados y los heridos mortalmente en su alma aunque estén
intactos. Sin sueños más allá de la próxima ofensiva, con pesadillas diarias escuchando las sirenas de alarma, el niño sin
padre y la madre sin hijo arrebatada su vida en una guerra tan
absurda como todas las guerras. Putin escribe con sangre su paso a la
posteridad cuando los muertos sean cifras y las historias recuerdos de
viejas...
El
viajero enciende un cigarro. El viaje, salvo el bañó de masas de
Putin y las honras en Ucrania a los caídos, es lo de siempre.
Ruinas, un blindado con soldados montados que se muestran sonrientes,
un viejo que pone flores a un túmulo de tierra que sepulta una vida
arrebatada, esa niña que mira tras un cristal sin respuestas para
preguntas que aún no conoce. El viajero siente la guerra en su
bolsillo, en la calefacción, la siente como el resto y mira la
guerra por las noticias. Busca la luna, en creciente y piensa en
cuantos la observan en el campo de batalla, tal vez abstraídos como
el viajero por un instante y decide que debe bajar la...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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