Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje al cielo nocturno
desde la ventana
El
viajero se ajusta la bata y toma un sorbo de café mientras observa
el cielo nocturno desde la ventana, hace frío pero quiere aprovechar
la noche despejada donde, pese a la contaminación lumínica de la
ciudad, tiene un rinconcito donde observar las estrellas. Una
ambulancia se distingue por sus luces en el asfalto, no lleva puesta
la sirena, sólo las luces, y avanza rápido. El viajero supone que
será una urgencia no tan urgente para poner la sirena o quizás es
que la ausencia de tráfico evita tener que hacerla sonar para
advertir al resto de vehículos...
El
viajero trata de identificar alguna estrella, torpe para orientarse
en la bóveda celeste y recuerda las noches en el pueblo, con cientos
de estrellas visibles a simple vista y donde se entretenía buscando
la Osa Mayor, la Osa Menor y poco más dada la ignorancia del viajero
acerca de la situación de las estrellas en la bóveda celeste. Eso
era hace tiempo, desde entonces ha adquirido conocimientos
rudimentarios y ya conoce qué estrella es visible según la época
del año aunque resulte difícil ver estrellas en la ciudad...
La
atención del viajero regresa a la tierra al ver pasar un autobús de
larga distancia y es imposible no recordar viajes en un autobús de
noche camino de ninguna parte. Apura la taza de café y se centra en
orientarse en el cielo nocturno. Localiza un par de estrellas
conocidas aunque no capta el resto que forma la constelación ya que
abarca la parte del cielo ciego por las luces de la ciudad...
Una
estrella parece surcar el cielo, sólo es un avión que vuela a su
destino, un tubo de aluminio lleno de gente a siete mil metros de
altura o más...
El
viajero lamenta que no sea posible ver más estrellas y localizar una
constelación. Le gustaría sacar el telescopio o los prismáticos
pero podrían confundirle con un mirón furtivo a la ventana. El
viajero supone que nadie le vería pero no se atreve a sacar los
prismáticos. Piensa que debería subir una noche al observatorio y
unirse a otros aficionados a observar la bóveda celeste aunque le
costaría socializar y entablar conversación, no quiere el viajero
ser un erudito, sólo aspira a conocer a las estrellas por su nombre
y saber localizar su posición...
El
viajero cierra la ventana y observa el exterior, asfalto iluminado
por tramos, avenida vacía de tráfico y sólo un camión de la
basura circulando. Echa un último vistazo alzando la vista,
despidiéndose hasta otra de las estrellas, al menos de las dos que
ha reconocido, también de otro par que no ubica en ese momento. Se
sube el cuello de la bata mientras piensa que igual están echando un
documental sobre estrellas y el espacio, sería un bonito colofón
quedarse dormido arrullado por el sonido de...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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