Uno de los escasos signos
de esperanza en estos tiempos de zozobra es sin duda ver a la masa
escolar volver a las aulas, esa sensación desde el punto de vista
del observador, y se olvidan por un instante la crisis y la guerra,
sin saber si hay guerra porque hay crisis o es que estamos en crisis
porque hay guerra...
Ver la masa escolar induce
a la esperanza que incluye la desesperanza de no saber qué futuro le
legamos. Yo recuerdo de esa etapa que también decían los adultos
qué futuro les vamos a dejar. En realidad parece que más bien vamos
a legarles un futuro de pasado, con guerras por imperialismos, el
clima hecho unos zorros cambiantes, los nacionalismos dinamitando la
concordia y cooperación nacional e internacional, las nuevas
tecnologías desprestigiadas como cuando en los tiempos del vapor
decían que los pasajeros de un tren pasando por un túnel se asfixiarían y hasta tirarse una ventosidad es contaminante por no
hablar de los nuevos vocablos y sensibilidades asociadas sin olvidar
desempolvar sistemas ideológicos sobradamente demostrados que son un
fracaso total y totalitario al llevarlo a la práctica. Alguien dirá
que me olvido del coronavirus, pero no deja de ser una forma de
existencia biológica y tras acostumbrarnos a su presencia es casi
como de casa, sin connotaciones de enfrentamiento como sucede entre
humanos...
Los generales rusos buscan
una maniobra de pinza partiendo de Bielorrusia y el sur de la Ucrania
ocupada mientras los ucranianos estiran sus líneas de suministros,
pienso en ello mientras observo a un escolar novato en lides
escolares coger la mano de su madre, supongo que es la madre, y me
doy cuenta de la ausencia de una mano que agarrar y que nos lleve a
los viejos tiempos, aún no lejanos y por tanto con más
posibilidades de volver a recrearlos aunque sepamos en el fondo que
no volverán ni nosotros seríamos los mismos, demasiado dolor en la
mochila...
Podría ser peor, a fin de
cuentas el mundo siempre está hecho una mierda y sólo cambian los
enemigos, los imperios y las sociedades...
Ya ni siquiera nos matamos
y aniquilamos como antaño.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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