Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje a la superficie
comercial
El
viajero entra con algo de emoción al centro comercial, desde antes
del confinamiento domiciliario que no se daba una vuelta por sus
entrañas. Es temprano, casi media mañana de día soleado y de
temperatura agradable. El viajero observa las galerías desde la
planta baja, con tiendas de nombres reconocibles como marcas
comerciales, no hay el ajetreo de otras horas con gente joven
deambulando entre tiendas y escaparates. El protagonismo a esas horas
está en la planta baja que alberga un hipermercado rodeado de
locales, desde copias de llaves a cafetería sin olvidar tiendas de
móviles y productos de videojuego...
El
viajero coge una cesta con ruedas, tiene el asa a buena altura y sus
ruedas giran bien. Pasa desorientado el viajero por la sección de
electrónica con cachivaches a jugosos precios aunque el crédito del
viajero lleva tiempo exprimido entre pagar servicios y dejar pufos.
Las piernas van en una dirección, buscando la sección de menaje,
pero sus ojos se escurren ante los productos ofertados, mirando
precios con las piernas andando rápido para que el viajero no caiga
en la tentación de los cómodos plazos y confortables cuotas...
Observa
el viajero la sección de electrodomésticos, mira de pasada la
sección textil, ni se digna a mirar la sección de jardín y logra
ver en lontananza lo que busca: platos a buen precio...
El
viajero iba con una mentalidad clásica a reponer vajilla, blancos,
un par de platos llanos, otro par de platos hondos, un par de platos
de postre y una ensaladera, todo ello de color blanco. Sin embargo,
el viajero se fija en unos platos de color negro, elegantes a la
vista. Los platos hondos parecen inmensos pese a su apariencia más
pequeña comparado con los clásicos platos hondos blancos. Los
platos llanos parecen inmensos, de fina elegancia en negro, ideales
para poner los platos hondos encima. Los de postre son los que más
se asemejan a los platos de postre en blanco...
El
viajero hace cálculos mentales, se le cuela el pensamiento a
hurtadillas del teorema de Pitágoras sin venir a cuento, llegando a
la conclusión de que la apariencia es sutilmente distinta a su idea
inicial pero la capacidad de contenido es la misma. Al viajero se le
corta un poco el rollo cuando se percata de que los platos, hondos,
llanos y de postre, vienen en lotes de cuatro, dos más de lo
planificado en cada categoría. Mira los precios y se queda
gratamente sorprendido cuando ve que es bastante menos de lo
presupuestado, un presupuesto de oídas tomando algo y charlando con
conocidos. No se lo piensa dos veces y se pone en modo centella para
atravesar de nuevo las tentadoras secciones de más tentadores
productos que, cual sirenas a Ulises, tratan de atraerle al vértigo
del consumo a crédito casi sin fondos...
Hay
fila única y unas cinco cajas abiertas aunque sólo parecen estar
funcionando tres. El viajero mata el tiempo observando sin ver,
abstraído en algún pensamiento fugaz que se interrumpe cuando le
llega el turno. Al final los doce platos le han salido a uno con
ochenta y tres aurelios de vellón cada pieza, no se detiene a
distinguir las diferencias de precio entre platos hondos, llanos y de
postre, viene todo junto y se siente satisfecho, uno por saciar el
afán consumista inherente a primeros de mes en las últimas y dos
por los platos en color negro que serán una nota de color en la
cocina y en la mesa. Puede imaginar una verde ensalada de lechuga
salpicada de sonrisas blancas de cebolla sobre el fondo negro del
plato, un alegre huevo frito con el contraste cromático de la yema y
la clara sobre el negro del plato y qué decir de una porción de
tarta helada en comunión y entrelazado cromático entre alimento y
plato. Nada que ver con una loncha de jamón york que parece más un
luto que un alimento sobre fondo negro...
El
viajero sale al aire fresco de la calle, ignora cuánto tardará en
volver al centro comercial y se promete darse una vuelta este verano
a ver las galerías de los pisos superiores y acercarse a las salas de cine a ver la cartelera, promesa de amor que seguramente no será
cumplida, medita el viajero mientras se encamina de regreso cuando se
detiene a...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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