Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Comienza una nueva
época en el Real Sporting
Ha
llegado a buen puerto la entrada del Grupo Orlegi como máximo
accionista y Alejandro Irarragorri ya es el nuevo flamante presidente
del Real Sporting de Gijón. Termina así la historia de las tres
últimas décadas del club con el fallecido José Fernández y su
hijo a los mandos de la planta noble de Mareo. Lo que más se lee es
que ha sido una era de claros y oscuros, hay alivio en peñas y
afición pero también es justo reconocer el legado de un presidente
que salvó al club, no atinó en fichajes y colaboradores, su
capacidad de inversión era muy limitada, se mantuvo el recuerdo de
la época gloriosa para tapar las torpezas en fichajes, entrenadores
y planificación, sin sintonía con la afición y el bochornoso
espectáculo de grescas y trifulcas en las relaciones institucionales
con el máximo rival con perjuicios para ambos y para la
representación de los intereses del fútbol asturiano ante las
autoridades deportivas y de la Liga Profesional. Es mérito y de
agradecer que haya dejado un club con capacidad y atractivo para ser
adquirida la mayoría de las acciones. Es mérito de gestión pero ya
eran demasiadas temporadas vendiendo humo en pretemporada y sustos en
la clasificación siendo la pasada temporada un serio aviso de que
había que cambiar de rumbo y de rumba. José Fernández es Historia
del club y posiblemente cuando se pose el polvo del paso del tiempo
le sean reconocidos sus méritos y amor al club donde una gestión
notable no era igualada por la trayectoria deportiva y, sobre todo
competitiva...
El
tiempo lo dirá.
Alejandro
Irarragorri ya ha concedido entrevistas y reconozco que me gusta lo
que leo. Dejando aparte las ñoñeces habituales de halago a la
ciudad, club y parroquianos de El Molinón, ya ha empezado a quitar
sueldos que no se ganaban y colocar a su gente. En principio el Grupo
Orlegi presenta un historial como gestor de equipos deportivos
ilusionante. Saber adaptarse a la idiosincrasia de un club de cantera,
aunque los últimos tiempos ha sido refugio de yogurines que se
fueron para volver a retirarse, galgos entrados en años, podencos
con lesiones arrastradas y cojitrancos que conocía el míster de
turno y quería recuperar. Anuncia aumento de capital, muy muy
necesario para retener valores de Mareo y adquirir jugadores que
mejoren lo que hay aportando además su experiencia. Que siga
Abelardo en el banquillo pone un poco los pelos de punta, más que
nada porque vino como apagafuegos de ultimísimo recurso y se
encuentra con la papeleta de arreglarse con lo que haya y sacarle
rendimiento a una plantilla de transición como de transición se
presenta la próxima temporada. Hay que dar tiempo al nuevo
presidente, hay que dar tiempo a reorganizar de manera eficaz y
rentable deportivamente a Mareo y hay que tener el realismo como
afición de que hay que poner en su sitio la época gloriosa y sus
veteranos, aprender de los errores y en definitiva ser realistas de
que el ascenso habrá que trabajarlo si el objetivo final de la
operación de venta es devolver al club a Primera pero para asentarse
y no ser un equipo ascensor, que es lo que somos aunque no nos guste
reconocerlo.
Y nos
ha dejado un personaje entrañable y una gran persona como era el
párroco Fernando Fueyo. Formaba parte de la imagen del Real Sporting,
intermediario de ofrendas y homenajes a la Santina de Covadonga,
forofo hasta las trancas de unos colores de los que fue embajador en
tierras lejanas. Es también historia del club y su recuerdo será
transmitido a nuevas generaciones de sportinguistas pese a que su
ausencia será una sensación que acompañará a quienes disfrutaron
de su sportinguismo. Se ve que la cosa va de finalizar una época y
despedir a históricos. Una cosa buena del nuevo presidente es que
afirma que ser veterano no garantiza un presente en el club, hace
bien en avisar porque hay mucho lastre que si bien quedan bien en
foto no han dado golpe para lo que se les supone que deben hacer.
Así
que a esperar con ilusión y realismo que se forje un proyecto con
objetivos realistas, inversiones necesarias y un nuevo espíritu de
trabajo que no sea el día a día y sí de pensar y proyectar un
equipo competitivo, con una cantera productiva y devolver el fútbol
asturiano a la Liga de Primera. Para más morbo, el grupo empresarial
mexicano del Real Oviedo es rival empresarial del Grupo Orlegi, lo
cual no deja de tenr cierta retranca. Yo, de momento, ya me he
apuntado a clases de guitarrón mexicano...
¡¡Allá
en el campo grande!! ¡¡Alláaa en El MolinoooOOOooón!! ¡¡Dudubá,
dudubá!!
F. O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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