Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Sobre el cachondeo con el traje de las novias en las bodas de la parroquia
Hoy,
queridos feligreses, he de tratar sobre el cachondeo que últimamente
se da en las bodas que se celebran en la parroquia. No es normal que
tan sagrado acto de unión entre un hombre y una mujer se vea
alterado e interrumpida la liturgia con gritos acerca del blanco
virginal de las novias. Sé que la juventud de hoy es algo casquivana
y no conceden a la virginidad importancia alguna a la hora de elegir
vestido de novia. El blanco de la novia, lejos de tintes machistas
como algunas dicen en notitas en el cepillo en lugar de limosna,
ejemplifica la pureza no mancillada y entregarse a su marido, éste
también debería ser virgen, pero bueno, es otro tema el de la
virginidad masculina sometida desde la más tierna adolescencia a
tentaciones carnales...
Ya
sé, ya sé, ahora se vive en pareja y se tienen relaciones antes de
pasar por el altar, pero es necesario fijar unos mínimos a la hora
de aceptar casar como Dios manda a una pareja. Los gritos alusivos al
pasado de la novia y el cachondeo con su virginidad donde se levantan
manos de quienes han tenido fornicio con la novia antes de casarse,
resultan tabernarias y una ofensa al Señor. Debo tomar medidas
drásticas y dentro de las normas canónicas paras bendecir futuras
uniones de parejas. Es necesario porque la iglesia es la casa de Dios
y resulta ofensivo a sus ojos ciertos comportamientos de los
invitados y vestuarios de las invitadas y damas de honor. Espero que
acatéis y a partir de ahora las bodas vuelvan al estilo tradicional
con respeto y reverencia al sagrado sacramento del matrimonio.
Se
reanudan los cursos prematrimoniales y las confesiones el día antes
sin reparar en todo lujo de detalles por lascivos que sean. La novia,
de blanco virginal si ella es tal, sin gran escote que muestre las
mamas y desconcierte al monaguillo, que ya se excita él sin falta de
incentivos visuales mostrando carnes femeninas. Si tras el curso
prematrimonial se detecta que la novia ya no es poseedora de la
virtud virginal, podrá ser el traje de novia de tonos beiges y
grises. De esta forma, nadie se pondrá a gritar y cachondearse del
vestido blanco, ya todos y todas podremos ver que la novia carece de
virgo por el color del traje y no hace falta montar verbenas
ordinarias y fuera de tono. Las faldas de las invitadas a la
ceremonia han de estar por debajo de las rodillas, acompañadas de
blusas o camisas, pero nunca de enaguas por muy de moda que estén o,
como ocurrió en la última ceremonia, con un pecho en sujetador al
aire. Espero que estas normas os conciencien de la importancia de la
casa del Señor donde ha de imperar el recato, el respeto al lugar y
respetar a los novios. Por supuesto cantar la canción del venao en
lugar del clásico vivan los novios queda prohibido so pena de abrir
doble expediente secreto a quienes entonen tan irreverente canción
por muy apropiada que sea y por mucho que aluda con razón al novio.
Ir en paz.
AMEN
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