The Adversiter Chronicle

jueves, 7 de octubre de 2021

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre

Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle

LA PROFECÍA (1976)

      (The Omen)

Aunque en la memoria cinematográfica ha perdurado El Exorcista, producción de 1973, en la década de los 70´s se hicieron un puñado de títulos de terror que luego verían versiones más o menos afortunadas. Tres años después de que la niña del exorcista quedara grabada a fuego y siga grabando fuego a quienes la visionan por primera vez, Richard Donner dirige La Profecía protagonizada por un inmenso Gregory Peck y la no menos inmensa Lee Remick secundados por un estupendo plantel de secundarios y sobre todo la inquietante presencia del niño que hace de hijo adoptado de ambos y de quien nadie recuerda su verdadero nombre pero cuyo nombre en la película sigue provocando que se te pongan los pelos como escarpias, el Damien. Así que no lo pensamos dos veces el turno de noche para aparcar trastos de faena y pasar al modo de equipo de cata cinematográfica bien surtidos de birras frías y pistachos...

Si la niña del exorcista atrae simpatías por estar poseída, en Damien no hay lugar para el sentimentalismo porque no es un tierno niño poseído por el maligno, es Satán en carne y hueso con la marca del 666 grabada en su piel. Basta ver una vez la película para que no se nos borre de las neuronas al Damien, posiblemente sólo está al mismo nivel el protagonista de La naranja mecánica en cuanto a maldad personificada cuando se recuerda el terror y al mal en el cine. A la esposa del embajador estadounidense en Londres le hacen creer que su hijo ha muerto al nacer y el embajador, desesperado por no dar un disgusto mortal a su mujer, acepta un cambalache por el cual adopta un bebé como propio a ojos de su esposa. Desde el momento de dar a luz, vemos desfilar a servidores del mal y del bien en una lucha a muerte, los primeros para proteger a Satanás en su infancia y los segundos para detener la llegada de Satán a la tierra.

Puede parecer que ha envejecido mal, incluso tildada de obra menor en comparación con su antecesora de 1973, pero por alguna razón no podemos evitar verla hasta el final y hay un desasosiego creciente a medida que avanza el metraje. El final, pese a no dejar de ser un niño que pasa de serio a tener una sonrisa en la cara, surte más efecto terrorífico en la psique del espectador que cualquier efecto digital, truca o maquillaje con sustos de títulos posteriores, si nunca la viste podrás apreciar tal efecto en la mente. Éxito de taquilla en su tiempo, el argumento sigue actual porque el mal, como el amor, nos atrae de forma innata e inconsciente. 

Conoció dos secuelas bastante deleznables como solían serlo entonces estas segundas y terceras partes para estirar el chicle y réditos en taquilla. Hay que verla porque es un clásico del género de la época y si bien los sustos son tales y contados, la atmósfera que crea es opresiva y de desasosiego continuo...
Pero nunca olvidarás la cara del Damien cuando te sonríe.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org





theadversiterchronicle@hotmail.es
 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger