The Adversiter Chronicle

jueves, 14 de octubre de 2021

"El ojo púbico", por P. Gargajo Bilioso

Una sección de Palomino Gargajo Bilioso 
en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Lealtad institucional

Se han presentado los Presupuestos Generales del Estado para su debate y aprobación en el Congreso de los Diputados en un escenario de mejora en el control de la pandemia, el desastre volcánico en la isla de La Palma, con el Tribunal de Cuentas poniendo orden en las penas económicas a los golpistas catalanes a la Constitución, fuera del grupo de trabajo encabezado por EEUU para combatir la piratería informática con apoyo de potencias mundiales y consintiendo los desplantes institucionales al conjunto de la nación en la persona de Felipe VI. Una gota de cordura es el acuerdo entre PSOE y PP para renovar órganos constitucionales...

Felipe VI representa a la sociedad española, es uno de sus papeles como Jefe de Estado, y tras comprobarse día tras día el fracaso y la engañifa a sus votantes de la intentona secesionista ya es hora de que el señor Pedro Sánchez deje de tolerar desplantes, insultos jugando con las banderas y demás parafernalia combativa con la que la clase y casta política que se llama independentista se labran su presente y futuro económico jugando con la leyenda negra, simbolismo y odio a quien no sea nacionalista. El nacionalismo, sea cuál sea, exige tener un enemigo, pero nos son nuestros enemigos y no entrar al trapo de la provocación no está reñido con exigir formas y formalidades. Plantar a Felipe VI por parte del presidente catalán sólo prolonga el ridículo internacional que ya reconoció el prófugo Puigdemont tras salir del maletero a sus colegas por mensajería de redes sociales. Estamos en un punto de inflexión mundial y se está ordenando el mundo del siglo XXI donde los nacionalismos populistas tratan de pescar en río revuelto, y el nacionalismo catalán empieza a ser un lastre pero para Cataluña.

El populismo indigenista azuzado por cierta clase política de Hispanoamérica, ha puesto de moda que España debe pedir perdón por su pasado colonial. Debería pedirlo las clases dirigentes surgidas en las nuevas repúblicas americanas tras independizarse de la Corona española, donde eran territorios y no precisamente un sistema colonial. Pero España no debe pedir perdón y ni debe asumir tesis ahora en boga en las distintas repúblicas hispanas que en realidad están al servicio de intereses oligárquicos surgidos de la nueva oligarquía populista que ve en EEUU al coco y en Cuba y Venezuela la Arcadia prometida. La pujanza del mundo hispano es ya imparable, pese a los lastres de un pasado marcado por intereses de la Guerra Fría. España y sus gobiernos deben contribuir combatiendo la leyenda negra actualizada para que personajes populistas como el presidente de México o el bolivariano Maduro concentren en España el enemigo que amalgame a sus sociedades desencantadas en el patriotismo, entendiendo como tal que España es la culpable de sus males económicos y sociales. Seguir la corriente a nivel diplomático sólo nos lleva a asumir que somos culpables de que en México sufren la lacra del narco por culpa de Hernán Cortés y sus aliados contra el sangriento imperio azteca. Es un problema de educación y España debe combatir culturalmente tantas falsedades interesadas.

PSOE y PP deben llegar a grandes pactos institucionales. El siglo XXI es ya realidad y tanto a nivel nacional como internacional se requieren grandes acuerdos para un nuevo marco y campo de juego. Se trata de mejorar lo mejorable, corregir lo negativo y encauzar políticas necesarias. La Unión Europea sigue sufriendo el envite del abandono de Reino Unido y las tensiones con Polonia cuyo gobierno trata de ponerse por encima del poder político de la Unión Europea. Hace falta una defensa común, desde estrategias y unidades hasta adquisición de equipo militar. La economía y un andamiaje político ya no bastan si los ciudadanos de la UE quieren seguir disfrutando del estilo de vida europeo. La Unión Europea debe tener proyección como potencia que es en el ámbito económico, político y social. Habría que empezar por la ribera mediterránea integrando las economías y promoviendo el progreso social de Marruecos a Egipto cortando el tráfico humano que deja el peaje de miles de vidas ahogadas en el mar por llegar al sueño europeo. Consentir deslealtades internas en los países miembros y deslealtades de los países miembros exigen volver a la sensatez y la concordia en mor del bien común. Falacias y populismos no tienen lugar en un mundo interconectado en tiempo real y en consumo global...
Así de simple y así de complicado.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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