Las dos primeras décadas de este siglo XXI eran demasiado iguales a las de finales del siglo XX, con ideologías obsoletas en una sociedad consumista y conectada en tiempo real, más urbana en hábitos y consumo que abarca pueblos, aldeas, villorrios y ciudades. Ha sido necesario un enemigo ajeno al ser humano de gravedad y estragos mundiales, biológico como es un virus, para tomar conciencia planetaria como complemento al mercado global. Como siempre en estos casos, es nuestro mundo civilizado el que muta, con más países enganchados al tren que perdieron el siglo pasado. Los nacionalismos agonizan en sus propias babas y los ideólogos buscan regresar de su exilio dorado en volandas por la plebe para evitar la Justicia, otros se contagian repetidas veces y siguen erre que erre y el otro deja a sus compatriotas morir y contagiarse porque los ricos nunca lloran salvo cuando la mierda les salpica...
El problema es que el consumismo no es una ideología pero crecen otras a su sombra. La juventud mantiene vigente el prohibido prohibir y sin encomendarse a familia, autoridades y salud salen a exponerse al contagio y ser vectores de propagación. Caerán de la burra cuando caigan en las UCI como moscas y éstas se den festines en sus ataúdes, siempre ha sido así sin motivo para que ahora sea diferente...
Hace un precioso día soleado en el acantilado y hasta las gaviotas parecen tomarse un respiro. Pero hay olor a cordita biológica y, por algún extraño arcano, se entristece el alma.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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