Unas memorias de Antón Rendueles en exclusiva para The Adversiter Chronicle
Fin de año
Siempre
me proponía, al menos la infantil esperanza, de que esperaría
despierto a que mis padres llegaran de la cena de fin de año, el
cotillón de Nochevieja...
La
llegada de las campanadas de fin de año siempre me produjo
sentimientos encontrados. El misterio de la cena a la que iban los
mayores se mezclaba con el sabor agridulce de que también marcaba
esa noche un hito en las vacaciones escolares de navidad, que ya
quedaban pocos días, comparado con la alegría del inicio de las
vacaciones donde todo eran promesas de días de jugar, estar en
familia y cenar juntos sin tener que estudiar o madrugar. Sabía que
sólo quedaba la noche de reyes y a los dos días volver a la
escuela...
Pero
era una jornada especial donde me pasaba el día haciendo prometer a
mi madre que me traerían una bolsa de la cena, repleta de cosas como
matasuegras, gafas postizas, gorros de papel y demás que encendían
mi infantil imaginación donde la noche era una incógnita que me
atraía como un remolino. Pero una vez aceptada la idea de que me
estaba vedado ese mundo incógnito, al menos durante esa etapa de mi
existencia, volvía a la alegría navideña donde no faltaba ir a
recados ya que mi abuela cocinaba menú especial. Pero yo ansiaba que
llegara la cena y luego ver la televisión donde esperaba
pacientemente a que fueran desfilando los y las artistas del programa
especial de fin de año. Miraba impaciente la pantalla esperando que
salieran los humoristas y pese a mis propósitos de vigilia me
quedaba finalmente dormido antes de que finalizase...
Me
despertaba y salía raudo a mirar si me habían dejado las bolsas de
cotillón que yo abría con ansia, fascinado por su contenido y
abstrayéndome de la realidad por unos instantes. Son gratos
recuerdos que tal vez afloran con más intensidad en este tiempo de
peste vírica que padecemos, no habrá cenas de cotillón, hace ya
tanto tiempo que no espero encontrar las bolsas al despertar que
aumenta la intensidad del recuerdo como si hubiera sido un sueño...
A fin
de cuentas, los recuerdos están hechos del mismo material que los
sueños.
Antón
Rendueles
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV