Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Libro: África
-Historia de cincuenta años de independencia
Autor:
Martin Meredith Editorial: Intermón Oxfam Editorial
Traducción: Jorge Paredes
Edición: Mayo de 2011
La
propuesta de hoy es un viaje a la historia de África desde que
alcanza la independencia de las potencias colonialistas al albur de
los nuevos tiempos que surgieron tras la II Guerra Mundial y lo que
antes eran colonias de países europeos pasan a jalonar el mapa del
continente con nuevas naciones cuyas fronteras fueron trazadas en el
colonialismo heredando el veneno de separación política de tribus,
etnias y clanes que se vieron de pronto separados por fronteras. Un
caldo de cultivo idóneo para la aparición de dictadores, tiranos y
ladrones que vendiendo ideales sólo buscaron enriquecerse. El
contexto de la Guerra fría y el saqueo por parte del poder
propiciaron gobiernos corruptos amparados en el terror y el poder de
las armas en un ciclo de independencia-nacionalismo-dictadura-guerra
y fundamentalismo que han hecho que sus rentas y producto interior
bruto sean en la actualidad, al menos hasta 2011, menores que cuando
alcanzaron la independencia...
Porque
en cierta forma Occidente y especialmente Europa, han caído en una
insensibilidad hacia la realidad africana y de sus habitantes que
buscan el sueño occidental de trabajo y prosperidad. Llegada masiva
de inmigrantes, imágenes de niños soldado y de atrocidades entre
facciones así como cierto conformismo que calma las conciencias
consumistas han creado una imagen colectiva de África y sus
gobernantes, y por ende a los y las africanas, como de caso perdido y
sin remedio mientras vemos documentales de fauna africana y se vota a
programas políticos que ponen a quienes buscan una oportunidad de
tener una vida que no tienen en África y a veces hasta prestando
atención cuando hay hambruna o masacres, calmando así la conciencia
y seguir ignorando la realidad que nos rodea.
Martin
Meredith, escritor, biógrafo y periodista, profundo conocedor de la
historia y realidad africanas y autor de la primera gran biografía
de Nelson Mandela. Ha trabajado como corresponsal en África para
periódicos como The
Observer y el Sunday
Times. También ha
trabajado como investigador para la Universidad de St. Antony,
Oxford, localidad junto a la que reside actualmente. Se le reconoce
internacionalmente como uno de los mayores expertos en historia
africana y en el estudio de los problemas endémicos del continente.
Datos
sacados de la contraportada y actualizados al año de edición. Y sin
más, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
Una
nueva era para África...
“El
periodo que siguió a la II Guerra Mundial trajo consigo frustración
e inquietud tanto para África como para otras partes del mundo. Las
élites africanas adoptaron la Carta del Atlántico como una especie
de incentivo oficial para exigir derechos políticos, pero, con todo,
encontraron obstáculos. Los exmilitares que regresaban a casa con
ideas y conocimientos nuevos, amplia experiencia y elevadas
aspiraciones para el futuro, muchos de los cuales creían que se
habían ganado el derecho a exigir alguna cuota de participación en
sus propios países, encontraron pocas oportunidades. En las ciudades
había una oleada de descontento debido al desempleo, los altos
precios, la precariedad de la vivienda, los salarios bajos y la
escasez de bienes de consumo.”
Egipto...
“A
finales de 1954, tras librar una larga lucha en el seno del Ejército,
Nasser se alzó con el control del gobierno, destituyó a Neguib y se
abrió camino para gobernar como presidente bajo una nueva
Constitución que le otorgaba enormes poderes. En un referéndum en
el que fue el único candidato obtuvo el 99,8% de los votos. Para
asegurarse el fin de cualquier vestigio de oposición, hizo uso de
unas fuerzas de seguridad y un servicio de inteligencia cada vez más
represivos. En 1955 había más de 3.000 presos políticos en las
cárceles y campos de concentración. Se volvió cada vez más
ambicioso y estaba decidido a modernizar Egipto mediante la
industrialización y a convertirlo en una potencia regional. Su
proyecto de mayor envergadura era construir una nueva presa en Asuán
que regulase el flujo del Nilo a lo largo del año, rescatase un
millón de acres de tierra, ofreciese agua para el riego y generase
electricidad. Con 3.600 metros de longitud, la presa alta de Asuán
iba a ser uno de los proyectos de ingeniería más importantes del
mundo. Para asegurar el éxito de su empresa, Nasser necesitaba
fondos y conocimientos extranjeros. En las fases iniciales se sintió
animado al percibir señales que indicaban que tanto Estados Unidos
como Gran Bretaña apoyarían el proyecto.”
Lumumba…
“Los
funcionarios de la ONU en Leopoldville, sabedores de lo peligrosa que
era la situación de Lumumba, le advirtieron de que sólo podían
ofrecerle protección si permanecía en su residencia de la capital.
Sin embargo, en noviembre, poco después de que la Asamblea General
de la ONU cediese ante las presiones de Estados Unidos y accediese a
reconocer la Administración de Kasa-Vubu, Lumumba decidió
trasladarse a su principal base política, Stanleyville, para
instaurar allí un régimen opositor. `Si muero, tant pis´, le dijo
a su amigo Anicet Kashamura, `El Congo necesita mártires´. La noche
del 27 de noviembre, durante una tormenta tropical, Lumumba abandonó
su residencia, agazapado en la parte trasera de un Chevrolet en el
que sus sirvientes regresaban a casa. De no haber sido por su
insistencia en detenerse a lo largo del camino para arengar a los
lugareños cada vez que se le presentaba la oportunidad, habría
llegado a Stanleyville sano y salvo. Sin embargo, el 1 de diciembre
fue detenido en la provincia de Kasai, a la mitad de camino. Las
tropas de la ONU le negaron su protección y fue duramente golpeado,
enviado de vuelta a Leopoldville y entregado al Ejército. Según un
informe del exministro Cléophas Kamitatu, cuando Lumumba fue llevado
a la residencia de Mobutu, en el campamento de la brigada
paracaidista de Binza, Mobutu `escudriño a Lumumba con aspecto
malévolo, le escupió en la cara y le dijo: ¡Bien! Juraste que me
arrancarías el pellejo, ahora tu pellejo está en mis manos.´”.
Guinea
Ecuatorial...
“Guinea
Ecuatorial solamente disfrutó de 145 días de independencia antes de
verse sumida en una pesadilla de brutalidad y coacción que se
prolongó durante 11 años. Era una excolonia española que
comprendía la provincia continental de Río Muni y la isla principal
de Fernando Poo (Bioko), y que había logrado la independencia en
octubre de 1968 bajo un inestable gobierno de coalición presidido
por Francisco Macías Nguema. Ngema, político con escasa formación
y poca capacidad intelectual, había conseguido ascender en el
escalafón gracias al apoyo de los administradores españoles, que
consideraban que podía transformarse en un colaborador digno de
confianza dispuesto a hacer cumplir sus deseos. Había suspendido los
exámenes de acceso a la carrera de funcionario y para obtener la
categoría de emancipado en tres ocasiones, y si logró aprobar en el
cuarto intento fue gracias al favoritismo de los españoles. En 1960,
bajo los auspicios de los españoles, había sido nombrado alcalde
del distrito de Mongomo situado al este de Río Muni, y se le otorgó
un escaño en el pequeño Parlamento de Fernando Poo. Sin embargo,
mientras los españoles preparaban su carrera para ocupar un cargo
político, Nguema abrigaba un gran resentimiento hacia ellos y un
intenso odio hacia la cultura extranjera y los `intelectuales´ en
general. Una vez en el poder se desbocó.”
Los
80´s...
“El
declive económico de África durante la década de 1980 fue tan
pronunciado que dicho periodo pasó a conocerse como `la década
perdida´. Uno tras otro, los países vieron caer en picado su nivel
de vida. A mediados de la década de 1980 la mayoría de los
africanos eran igual de pobres o más de lo que lo habían sido en la
época de la independencia. Asolados por las deudas, una
Administración ineficaz y el desplome de las rentas públicas, los
gobiernos africanos ya no podían mantener unos servicios públicos
adecuados. Las carreteras, los ferrocarriles y el suministro de agua,
electricidad y teléfono se deterioraron; las escuelas, universidades
y hospitales carecían de fondos; las instalaciones científicas y
las oficinas de estadística fueron las primeras en caer. La
capacidad de acción de los gobiernos disminuía rápidamente a todos
los niveles. El drástico descenso de los sueldos de la
Administración pública acabó con la poca moralidad, honradez y
eficacia que quedaba entre los funcionarios.”
Breves gotas de muestra en el mar de un libro que se
devora de un tirón pese a ser algo tocho pero donde el autor nos
conduce de la mano de las vicisitudes de un continente que siempre
despierta sueños y esperanzas en Occidente, las mismas de las que
carecen la mayoría de la población africana y que las empeñan en
viajes de travesía mortal ante nuestra total indiferencia, que no es
tal pero que asumimos como un mal de nuestro tiempo. Sólo el apoyo
internacional a la educación, salud y medios de prosperidad dentro
del mercado global, una vez pase esta fiebre de mercantilismo
denodado con caducos nacionalismos que no conducen a nada, tal vez
entonces África se pueda sumar al sueño consumista, democrático y
capitalista, más que nada porque el socialismo revolucionario les
llevó a ninguna parte.
Imprescindible.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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