"Deporte sin porte", por F. O. Roffön

Una sección de F. O. Roffön en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Por gafe accionarial, fin del sueño copero del Real Sporting

Supongo que nadie lo ha notado pero me he abstenido sin abstemia de comentar el brillante periplo copero del Sporting que ha sido la nota revelación de esta temporada en esa Copa del Rey que los grandones desprecian porque a dos partidos la regularidad liguera no siempre conlleva pasar las eliminatorias coperas. El Molinón y parte de su parroquia recuerda gratas noches coperas de los miércoles, se llegó a dos finales de forma épica sobre todo en la primera, jugada en el Vicente Calderón y donde Quini fue la peor astilla...

Pero desde hace lustros las autoridades rojiblancas, incluyendo entrenadores, desprecian la Copa ante la patética realidad de su gestión, siempre en el ámbito de lo que es un equipo de fútbol profesional, anteponiendo siempre que aunque la Copa del Rey es una bonita competición que ilusiona a equipo y aficionados, el objetivo del Sporting es concentrarse en intentar el ascenso. Babayaes diplomáticas para quedar bien a tímpanos de la afición que se ha demostrado esta temporada en curso que pasar eliminatorias y además ante equipos de superior categoría no sólo ilusiona sino que encima genera ingresos...

 

Y aquí empezó el gafe cenizo del máximo accionariado que se ve que se transmite genéticamente, y pondré pruebas irrefutables de tal afirmación. Llevan con la cantinela que dije antes de anteponer la lucha por el ascenso, pues basta que digan que no importa que nos eliminen para ir eliminando gloriosamente a los rivales que nos iban tocando en suerte, eliminando a equipos de primera que si bien no son de pedigrí relumbrón, si son superiores en teoría tanto en presupuesto como en plantilla, pero fuimos capeando hasta llegar el enfrentamiento contra el siempre peligroso y casi siempre en horas bajas del Valencia, entrenado además por el Marcelino que es objeto de veneración en tierras astures...

Pues ha sido alcanzar los siempre ilusionantes octavos de final y ver que el dinero empieza a picar a la puerta para que salga el cenizo del accionariado máximum frotándose las manos para que nos eliminaran. Y hay más: en el partido de ida en El Molinón seguían vendiendo el lamento pero fue lograr ventaja en el marcador y abrir la bocaza pensando ya en fichar y tal y tal, pues nos han eliminado, tócate los santos cojones... En fin, se lucho con lo que hay y lo que hay pero se ignora y por unas jornadas coperas el ambiente de Copa del Rey se palpaba eliminatoria a eliminatoria en ambientes futboleros de garitos, lupanares y chigres pese al discurso de guardar la ropa desde la primera eliminatoria. Que digan que descendemos que seguro que ascendemos, pero ni de eso se percatan antes de abrir la bocaza y gracias a los jóvenes y no tan jóvenes atletas del equipo rojiblanco por alegrarnos los días, el curro y las tertulias, como en los viejos y gloriosos tiempos.

F. O. R.

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