Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
LOS SIETE MAGNÍFICOS
(2016)
Resultaba
inevitable que dejáramos aparcados los mochos, caja de herramientas
y linterna para visionar esta producción, reciente para nuestros
cánones, del 2016 y dirigida por Antoine Fuqua. Por un lado el
título en sí y tratarse de una nueva versión del clásico del
mismo título de 1960 y dirigida entonces por el siempre fiable del
John Sturges con un reparto que se queda grabado a fuego en la retina
del espectador y conquistaba el corazón de las espectadoras. El
reparto de esta versión del clásico tampoco es manco a priori,
encabezado por el Denzel Washington que vive en ese pedestal dorado
de que sus películas se ven sí o sí aunque sean una castaña, pero
se le perdona todo a estas alturas de un actor estrella con motivos,
razones y talento para serlo...
El
problema principal es que el original es irrepetible y si bien aquí
no la cagan los efectos digitales como en otras versiones de títulos
míticos, la cosa no acaba de cuajar empezando por el reparto, con
nombres con gancho comercial y queridos junto a otros que se quedan
en nada y luego el montaje les quita aún más protagonismo aunque
siempre parecen secundarios al lado del Denzel, el D´Onofrio y Etahn
Hawke cuya solvencia protagonista y taquillera ya nadie pone en duda.
Pero si en 1960 el grupo de siete era tal aunque con personalidades y
tormentos emocionales distintos, eran un conjunto plural y unido por
motivos circunstanciales. Luego está el tema de lo políticamente
correcto y el protagonista es negro, tal vez para olvidar la mítica
calva del Yul Brynner…
Luego
está el tema de meter un chino, que tuvieron su nunca reconocido
protagonismo en el mundo de la conquista del lejano oeste, pero si
fuera un chino semi esclavo del ferrocarril que huye de sus opresores
podría pasar, pero no, es un experto en artes de cuchillos marciales
y demás tópicos que se dan a los protagonistas de rasgos chinos
para aumentar la cuota de mercado. Porque el problema es que hablan
de rencillas entre sudistas y yanquis pero capitanea un negro, eso
chirría un poco porque no nos cuadra que de aquella fueran no
racistas, pero aceptemos afroamericano como jefe de la partida. El
mejor es Vicent D´Onofrio, porque Denzel se limita a poner muecas y caretos, es una vez
más ese
actor atormentado de personajes atormentados rayando en la
demencia más absoluta. Logra que su personaje cale en la memoria,
tal vez por falta de referencias a tal personaje en la de 1960, y es
la nota que distingue a esta actualización del título. El único
reproche es que tarda en morirse una eternidad, una agonía a base de
flechazos que sólo se le permite a él y que parece un guiñó al
respetable diciendo que no nos tomemos muy en serio la historia...
Ethan
Hawke nos gusta siempre aunque haga ñoñeces en ocasiones y aquí
logra sacar partido a su personaje al dotarle de profundidad gracias
a sus gestos faciales, un actor que interpreta con todo su cuerpo. Lo
malo es que no se entiende que el canguelo crónico que sufre que le
hace ser una nenaza llorona, genial la interpretación y de repente
aparece en el momento apropiado y matando como si fuese puesto de
farlopa. Cuando minutaje antes renuncia a seguir y se marcha en la
oscuridad, ya sabemos que aparecerá para salvar la papeleta a los
buenos, otro fallo de guión que terminó de cagar la poca emoción
que transmitía el metraje visto hasta ese momento. El Hawke está
redondo como siempre pero su personaje es por los fallos de guión el
más perjudicado y previsible, fallo del director no achacable al
actor.
Peter
Sarsgaard, otro actor que nos encanta, logra hacer olvidar la
comparación con el mítico Calvera, azote de los destripaterrones y
labriegos mexicanos de la frontera porque en esta versión es un
terrateniente minero que amarga la vida a una población del oeste.
No está la cosa para poner a los mexicanos de tercermundistas y para
olvidar el original resulta una buena treta, pese a que luego el
director y guionistas se empeñen en cagarla como en el chiste del
tipo que va cayendo; lo repiten hasta tres veces y en una de ellas
con segundas y claro, si se es veterano y se vio el original lo
pillas pero nos tememos que las generaciones digitales, salvo que la
hayan visto, vean la gracia. Un despropósito más de intentar marcar
diferencias con la original con resultado final de caricatura...
Sólo
hay una damisela protagonista y aunque Haley Bennett lo intenta,
siempre aparece con cara de dolor y su personaje se difumina a medio
camino de la venganza, a medio camino de que se enamore y a medio
camino de que la maten. Luego hay momentos de escenas que se
prolongan segundos sin venir mucho a cuento. Las balas nunca se
acaban y los malos no aciertan una y lo del ametrallamiento del
pueblo si fuera con una ametralladora pesada soviética podría pasar pero
que una de tiro rotatorio de la época haga tales estragos como que
chirría un poco bastante...
Versión
en suma que supone una decepción pese a tratarse de un producto casi
sin mácula en los códigos actuales del género de acción llevado
al género del indios y vaqueros. Tras debatir durante todo el turno
de la jornada laboral restante hemos llegado a la conclusión de que
deja un amargo sabor de boca como nos ocurre con otras revisiones
tipo La Cosa o Desafío Total.
Pero aunque no tuviera el lastre de ser una versión, tiene un lastre
de dirección y de guión con cierto infantilismo y fallos de
coherencia como que tengan el realista detalle del humo que
provocaban los disparos cuando adiestran en disparar a los lugareños
pero luego en las ensaladas de tiros que se lían el humo desaparece
por arte de magia...
Está
bien pero está infinitamente mejor la original de 1960 y se queda a
medio camino de una regularcilla película del oeste y de un comic
mal llevado a la pantalla, siendo magnánimos.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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