Con la
colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
MENÚ EJECUTIVO
La
propuesta de hoy para no frustrarnos en tiempos de crisis económica
es un clásico al alcance de pocos: el menú ejecutivo. Puede que si
salimos a almorzar debemos conformarnos con el menú del día pero
no podrán arrebatarnos que en la intimidad de nuestros pucheros
comamos como ejecutivos, como la élite de los negocios, pero con
gasto de ingredientes asumibles, ese y no otro es el reto que hemos
propuesto a nuestro experto en cosas culinarias el profesor T. A.
Rambaina...
-¡Para
nada Skizo´s, absolutamente para nada! Un `menú ejecutivo´ no deja
de ser un plato más cuya elaboración puede adaptarse perfectamente
a nuestra mermada capacidad ya mermada de antes de disponer de
pecunio para alegrías gastronómicas. Mucha leyenda del `menú
ejecutivo´ se basa en la malsana envidia que provoca al común de
los contribuyentes ver a tipos trajeados y encorbatados pagar el
doble por lo que nosotros pagamos la mitad, es más psicológico que
otra cosa.
-¡Ahí
iba yo, querido profesor! ¡Puede que en los garitos su cartera se
imponga avasalladoramente pero en nuestro hogar podemos perfectamente
disfrutar de uno y sin pagar la primada que sólo pueden permitirse
quienes nos ven como primos a la hora de recibir un sueldo por el
trabajo realizado!
-Como
ya es habitual, el plato es integral tanto de nombre del plato como
de ingredientes. No me cansaré de repetir que un menú entra por los
sentidos del olfato y la vista, predisponiendo a la ingesta y
comenzando ya a saciarnos antes de probarlo, lo cual nos permite
disminuir la ración con el consiguiente ahorro de dinero y de
ingredientes que pueden aprovecharse para otro día, querido amigo.
-¡Refalfies!
¡Refalfies de consumista mal acostumbrado! El `menú ejecutivo´ que
traigo hoy mira por el consumidor y su bolsillo así como de su salud
mental. De nada serviría proponer un plato fuera de los parámetros
de la sección para pillar un atracón que además de perjudicar el
bolsillo perjudica a los intestinos y el aparato digestivo en
general... Si lectores y lectoras siguen mi recomendación tendrán
la doble satisfacción de saber que comen `menú ejecutivo´ y fardar
ante sus amistades de que comen `menú ejecutivo´.
-Bien,
bien... Nada que objetar pero espero que al menos sea `ejecutivo´ y
no `ejecutor´ por hambre...
-Su
elaboración es sencilla, de bebida agua del grifo, como es habitual,
que sacia la sed y nos cobran por ello así que resulta superfluo y
derrochador gastar aunque sea un céntimo en bebida. De ingredientes
una barra de pan asequible en cualquier supermercado de tamaño medio
que al contacto con el agua en el estómago nos saciará como si
hubiéramos comido un buen chuletón de buey con la ventaja de que si
sobra pan puede congelarse que estará tan inmasticable como si fuera
recién sacado del horno...
-¡Y
además no hace eructar como hace la morcilla o el chorizo de
cualquier primer plato a base de reconfortante puchero tipo fabada o
lentejas sin olvidar los garbanzos profesor!
-¡Refalfies,
refalfies de consumista mal acostumbrado! El ingrediente secundario
es ya un clásico de la sección, gusanitos ya sean de marca blanca o
de la otra, complemento perfecto tanto de sabor como desde un punto
de vista digestivo. Complementa el ingrediente principal que es caña
de lomo que podemos encontrar de oferta cuando quedan pocas horas
para caducar la fecha de caducidad, pero actualmente la industria
alimenticia garantiza la perfecta comestibilidad de productos ya
caducados. Si el pan con agua nos ha saciado ya algo, el envase de
aproximadamente una docena de lonchas puede permitirnos reservar la
mitad para otro día o invitar a alguien sin reparar en gastos ni
posterior gastritis.
-Y
si de postre hacemos un descafeinado en sobre, podemos fantasear que
además de ejecutivos somos Bárcenas...
-En
resumen, un `menú ejecutivo´ que calme nuestra apetencia y no nos
deje caer en taras mentales y espirituales como la envidia o la
frustración y sus desagradables consecuencias en nuestras vidas.
Así, los gastos son los siguientes:
- Caña de lomo de oferta a punto de caducar: 1€
- Barra de pan de supermercado: 0,75€
- Bolsa de gusanitos (envase grande): 0,80€
TOTAL:
2,55€
-Lo
que no entiendo es porqué un menú consistente, sin menosprecio ni
menoscabo de sus propiedades beneficiosas para el bolsillo y el
aparato digestivo, de hincharse de miga de pan con agua del grifo y
unas lonchas de lomo caducado con gusanitos lo llama `menú
ejecutivo´, profesor.
-Evidentemente
usted no tiene en cuenta el efecto psicológico buscado que le
comenté con anterioridad, Skizo´s. El menú es plenamente ejecutivo
por cuanto para hacer el lomo hay que ejecutar un cerdo u gorrino
como usted supongo ya sabe al igual que los lectores y lectoras de la
sección, no tiene mayor misterio.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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