Suplemento
literato cutre de The
Adversiter Chronicle
– El
FBI contra el científico más famoso del siglo XX -
Autor:
Fred Jerome
Editorial:
Editorial Planeta S. A.
Traducción:
Juan Mari Madariaga
Edición:
2002
Hay un par de razones para recomendar el libro que
traemos hoy, la primera que Einstein sigue siendo actualidad gracias
a los avances en la tecnología y las ciencias que demuestran lo
acertado de sus teorías; la segunda pero no menos importante que la
primera, si no más, que el mundo injusto y cruel que trató siempre
de combatir sigue por desgracia plenamente presente con refugiados ,
injusticias sociales y la fuerza bruta como argumentos a la hora de
hacer políticas entre naciones...

Muchos de ellos no dudarán en pensar que es necesario
que la URSS disponga también del arma atómica para contrarrestar el
recién adquirido poder destructivo nunca visto hasta entonces...
Un hombre, jefe del FBI, tiene claro que uno de sus
fines en la vida es derrotar el comunismo infiltrado en todos los
estratos de la sociedad de EEUU contando para ello con el valioso
apoyo de un congresista que daría lugar a toda una época: la caza
de brujas. Hoover utilizará todos los recursos del FBI y de otras
agencias gubernamentales para tratar de incriminar a Einstein como
comunista no confeso y lograr denegarle la ciudadanía y deportarlo,
pero a diferencia de otras víctimas de la caza de brujas, su
popularidad será un impedimento para lograr tal objetivo y que
requerirá durante cinco años los recursos humanos y técnicos del
FBI sin lograrlo...
Esta es la historia de aquella persecución secreta de
Hoover y su FBI contra Albert Einstein.

Datos actualizados al año de edición y sacados de la
contraportada como es habitual, pero ya sin más unas breves
pinceladas que os inciten a su lectura...
Einstein...
“Lo
que más me gusta de Einstein es que era un inconformista, un
alborotador, un rebelde frente a la autoridad. Sin entender del todo
sus teorías científicas, entiendo como casi todo el mundo que
fueron decisivamente importantes, que transformaron de arriba abajo
nuestra visión del universo y prepararon el terreno para todas las
grandes modificaciones tecnológicas del siglo XX, desde la
exploración del espacio hasta los ordenadores, incluyendo para lo
bueno y para lo malo, la energía nuclear. Pero para mí lo más
admirable es que se negó a adecuarse a un molde. No usaba
calcetines. Hablaba a los niños como si fueran adultos. Y también
en política, cuando el pánico rojo de los años cincuenta silenció
a una generación, Einstein siguió hablando claramente y en voz
alta. Peligroso. Y doblemente peligroso debido a su atractivo
universal para el público. Incapaz de destruirlo o intimidarlo o de
impedirle hablar contra la injusticia mientras estaba vivo, las
autoridades encontraron otra forma de apagar su voz: después de su
muerte, lo convirtieron en un santo inocente.”
Una estrella mundial en EEUU...

Apoyando la causa contra el racismo y los
linchamientos...
“Si
Einstein y los demás miembros del comité habían pensado que su
prestigio pondrían freno a los linchamientos, iban a llevarse pronto
una desilusión. La inhibición absoluta del presidente, el fiscal
general y los funcionarios del gobierno a todos los niveles, sin
emprender acciones contra las autoridades del estado y de la ciudad,
sólo propició más terror. Los racistas violentos no podían haber
esperado una luz más verde que el informe del FBI. En todo el Sur se
desencadenaron disturbios, en los que a menudo participaban policías,
y una oleada de linchamientos dirigidos principalmente contra
veteranos de la segunda guerra mundial.”
Tratando de investigar el pasado rojo de Einstein...

McCarthy...
“Pero
de todos los críticos liberales de McCarthy sólo Einstein llamó
públicamente a la desobediencia civil, a la negativa a cooperar con
los investigadores. Si se hubiera limitado a mover desaprobadoramente
la cabeza condenando el macartismo, el New York Times, el Washington
Post y otros medios liberales sin duda lo habrían aplaudido. Por el
contrario, llamó a desobedecer las leyes, desafiando al sistema. No
era sólo una crítica, era un plan de resistencia. Como se trataba
de Einstein, su llamamiento a la confrontación alcanzó los
titulares de los periódicos dos veces en seis meses y le pusieron al
frente de la creciente protesta contra el pánico rojo. Pese a su
insistencia de que no era y no se iba a convertir en un activista
político, el desafío público de Einstein a los comités era una
bomba política.”
Legado político...
“El
legado político de Einstein ha sufrido una doble desventura
histórica. En primer lugar, para Hoover, el izquierdismo de Einstein
era una mano muerta. Tras coleccionar
una tonelada de pruebas para
`demostrar´lo que Einstein habría contado con facilidad a
cualquiera -que había apoyado a un gran número de organizaciones
radicales-, Hoover se dio cuenta de que no podía utilizar
públicamente esa información. Sin algo más sustancioso, como una
conexión con el espionaje, Einstein era simplemente demasiado
popular y no se avergonzaba de sus principios. Para casi cualquier
otra víctima del FBI -un maestro de escuela o un sindicalista que se
negara a firmar un juramento de lealtad o a revelar nombres- la
etiqueta de `filocomunista´ podía costarle el empleo, como sucedió
en muchos casos. Pero en el caso de Einstein, si se había unido a
esos grupos no era para salir los sábados por la mañana a repartir
octavillas a la puerta de un supermercado. Su contribución consistía
precisamente en sumar el prestigio de su nombre a sus programas, tan
públicamente como fuera posible.”
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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