The Adversiter Chronicle

jueves, 13 de febrero de 2025

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro:
El enigma del almirante Canaris 
-Historia del jefe de los espías de Hitler-
Autor: Richard Bassett
Editorial: Editorial Crítica, S. L.
Traducción: Gonzalo G. Djembé
Edición: 2012

La propuesta de hoy es una apasionante biografía de uno de los principales personajes de la Alemania bajo el régimen nazi y de la II Guerra Mundial, siendo sin embargo un tanto desconocido para el gran público y eclipsado por otras figuras del régimen y leales a Hitler. Porque la biografía nos presenta un retrato de un representante de la minoría silenciosa alemana durante el régimen, lo que en vísperas electorales era visto como una alternativa con un Hitler que parecía que podría traer paz social en una Alemania que como el resto de Europa sufría la lucha revolucionaria por un lado y el ascenso del fascismo como alternativa a la democracia parlamentaria liberal; al poco de llegar al poder se convirtió en un régimen totalitario y asesino. Jefe de los servicios de información de la Abwer, oficial de marina sin los estereotipos de los oficiales de infantería, de hondas convicciones religiosas y ante todo alemán, trató desde las sombras de procurar la caída del régimen. El autor nos presenta un Canaris que por un lado ejercía eficazmente y creaba un servicio de inteligencia eficaz en grado sumo y respetando normas de caballerosidad. Pero también filtraba información a los aliados para que las derrotas lograran que Alemania se librara del régimen nazi y tratando de alzanzar la paz, al final del régimen los jerarcas nazis pretendían utilizar sus conexiones para salir airosos de la derrota y no rendir cuentas de sus crímenes. Tiene relación con el orbe hispano, aprendiendo español en Chile y presencias en España desde la Guerra Civil y a donde se `escapaba´ cuando era posible, tanto por motivos profesionales de jefe de espías como a título personal. Su relación de maestro-alumno con Heydricht y ver cómo su pupilo se convierte en el principal protagonista del nazismo y la lealtad a Hitler y su política racial...

Richard Bassett es catedrático de Derecho en la Universidad de Cambridge. Trabajó como corresponsal para el Times en Europa central y del este durante los años ochenta y comienzos de los noventa, época en la que cubrió el fin de la guerra fría a la vez que advertía sobre la inminente desintegración de Yugoslavia. En la actualidad (2012) trabaja en la City de Londres. Bassett está casado y es padre de dos hijos, y aunque ha establecido su residencia en la capital inglesa, pasa buena parte de su tiempo en otras ciudades europeas. Con El enigma del almirante Canaris, Basset rinde cuentas de su interés por la Segunda Guerra Mundial y culmina varios años de investigaciones sobre la enigmática figura de Wilhelm Canaris.
Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición aunque en Internet podéis encontrar más información sobre el autor, sin más dilación unas breves reseñas que os inciten a buscar un ejemplar para su apasionante lectura...

Una historia casi desconocida...
"La historia de Canaris, por tanto, merece ser contada a un público más numeroso. Su organización y sus oficiales no fueron un engranaje más de la maquinaria bélica, sino que estuvieron en el centro mismo de las relaciones clandestinas anglo-germanas del periodo de guerra; en el centro de los muchos intentos -por obra de lo que Paul Schmidt, el intérprete de Hitler, definió como hombres de bonne volonté- de alcanzar un acuerdo de paz que pusiera fin a la situación de violencia creciente y la dinámica de un conflicto mundial. Al mismo tiempo, y como estaba legitimada a hacer, la organización de la Abwehr combatía con éxito en la guerra contra los servicios de inteligencia aliados: sembró una notable confusión y desinformación entre los británicos, sobre todo en los preliminares del ataque a Francia; y resultó particularmente eficaz e irresistible contra Moscú, durante los preparativos de la Operación Barbarroja. Hitler solía narrar con alegría que si el ataque contra Rusia se 1941 resultó tan efectivo en sus fases iniciales se debió, en parte, a que en el momento de iniciar Barbarroja el alto mando conocía todos y cada uno de los detalles del conjunto del orden de batalla de las fuerzas soviéticas. Era mérito, única y exclusivamente, de la Abwehr. Por si esto hubiera sido suficiente, la Abwehr también asumió la función de proteger a los conspiradores antinazis; y como además poseía la singularidad de ser la única organización alemana exenta del crudo principio de las leyes de arialización del Tercer Reich, pudo salvar a numerosos judíos. También veremos más adelante que Canaris intervino para rescatar aotras muchas personas de las patrullas de ejecución de la SS, tanto en la línea del frente como en otras zonas."

Un nuevo dirigente para una nueva Alemania...
" Al principio, la Marina alemana se mostró escéptica respecto de aquel hombre pequeño, con un mechón de pelo negro, bigote de Chaplin y partidarios violentos vestidos con `aquellos uniformes extraordinariamente marrones´, como los describió un oficial de la armada. La estrategia del terror, las agresiones contra los judíos y la ideología pagana no resultaban demasiado atractivas para los oficiales como Canaris, de corazón monárquico y formados en la Marina Imperial. Pero al mismo tiempo, su retórica anticomunista no sonaba mal a quienes habían sufrido la traumática experiencia del motín de Kiel. Además, con la astucia propia de un buen relaciones públicas, Hitler visitó Wilhelmshaven y habló ante un público en el que no escasearon los oficiales de paisano. La retórica, la teatral entonación austríaca de su voz, las erres vibrantes y la modulación histriónica, todo ello actuaba de un modo extrañamanete persuasivo para aquella audiencia norgermana. Al día siguiente, el capitán de navío Schroeder rompió la formación e invitó a Hitler a subir a su crucero, el Colonia. Hitler sorprendió a su anfitrión al formular preguntas con un grado inusual de detalles técnicos, de modo que demostró saber más de la Marina alemana que cuantos políticos con los que se había encontrado anteriormente. Al firmar en el libro de visitas ratificó la buena impresión causada con las siguientes palabras: `Con la esperanza de poder contribuir a la reconstrucción de una flota digna del Reich´. En Vanaris también causó una impresión positiva. Como otros muchos millones de alemanes, vio en Hitler a un salvador, enemigo del bolchevismo del que era a su vez enemigo acérrimo. El antisemitismo extremo, en cambio, no atrajo a Canaris, como demuestra su intervención posterior, con la que salvó a varios judíos; por otro lado, estaba lejos de asemejarse a la tipología de la raza aria. Debemos recordar, sin embargo, que su peor antagonista en el Reichstag había sido el diputado Moses, y que la izquierda comunista aún era concebida por la clase de los oficiales alemanes -con razón o sin ella- como la reserva de los judíos bolcheviques. Fuera cual fuese el posterior distanciamiento en relación con Hitler, en esa época Canaris era un adepto y, como veremos, no dudaba en aproximarse a los nazis apelando a sus prejuicios, incluido el del antisemitismo."

Propiciando que Hitler y Franco no llegaran a un acuerdo en Hendaya...
"Como ha anotado una persona muy cercana a estas conversaciones, `Canaris no puso nada por escrito: no había telegramas, no había anotaciones. Se limitó a informar a Martínez Campos, que a su vez pasaba toda la información a Franco´. Canaris también había sugerido a Martínez Campos que conservara las carreteras españolas en malas condiciones, por que el SD empleaba su estado como barómetro indicativo de la capacidad local de entrar en guerra. Canaris repitió el mismo mensaje a Vigón, jefe de la inteligencia de Franco. Si el caudillo perseveraba en exigir la artillería y el abastecimiento de cereales, obligaría a Hitler a enseñar sus cartas. Sobre todo, como Canaris repitió una y otra vez a Vigon, Franco debía tener muy claro que `ningún soldado alemán llegara a poner el pie en Inglaterra´. No es de extrañar que, como ha escrito un alemán, `la posición de Franco en Hendaya estuvo totalmente influida por Canaris´. Cuando Hitler mencionó una fecha de enero para que Alemania y España tomaran conjuntamente Gibraltar, Franco respondió con un nuevo discurso histórico muy detallado, sobre el derecho exclusivo de España de reclamar Gibraltar y vengar así los siglos de humillación. Según observó Schmidt, cuyanto más sereno, suave y amable (aunque pertinaz) era el tono de Franco, más emotivos e impacientes se tornaban los argumentos de Hitler. Al final, Hitler se retiró, soltando la consabida exclamación de que habría sido preferible una visita al dentista. Dejó que la negociación continuara entre Ribbentrop y Serrano Súñer. Pero Ribbentrop, que sufría una tremenda presión del Führer, no se comportó como cabría esperar de un diplomático, sino más bien como un maestro disgustado con su alumno: `Necesitamos un acuerdo escrito mañana por la mañana a las ocho, como declaración conjunta. ¿Me entiende? ¡A las ocho!´, le gritó a Serrano Súñer, como si lo estuviera amonestando, para añadir con aire de importancia: `Yo debo estar en Francia mañana, con Pétain´."

¿Hubo conversaciones entre Canaris y emisarios británicos?...
"Es difícil, desde luego, conjeturar de qué se habló en una reunión que tal vez no llegó a celebrarse. Pero lo más probable, con casi plena certeza, es que se hubiera centrado en la posibilidad de poner fin durante 1943 a la guerra entre Alemania y Occidente. Canaris no se forjaba ilusiones respecto del curso de la contienda: Alemania estaba perdiendo, y él mismo se había obstinado en no creer otra cosa desde el principio. La pregunta clave era: ¿Qué precio sería el razonable para una conclusión rápida? Alguien que conoció bien a Menzes comentó, en esta época: `Tenía la esperanza, como todos nosotros, de que se podía terminar con la guerra´. Eso habría requerido del apoyo británico a un gobierno alternativo a Hitler y, por tanto, un trato con la oposición. Además, habría comportado un frente común contra el ejército rojo, cuyo avance hacia Occidente podría haber quedado detenido en Jarkov, no durante unas pocas semanas, sino tal vez durante muchos años: toda la fuerza militar de la Wehrmacht se centraría en el frente oriental y del punto muerto resultante nacería inexorablemente un armisticio. Menzies y Canaris, representantes de un orden más antiguo, también habrían sentido una simpatía instintiva por cualquier medida que comportara poner fin a la guerra antes de la extensión del comunismo en Europa. Aparte de estos temas, es posible que se hubiese analizado igualmente una cuestión que había ocupado repetidamente el pensamiento de Canaris desde enero de 1938, cuando los científicos alemanes anunciaron en Naturwissenschaft el descubrimiento de la fisión nuclear y sus consecuencias: la construcción de un arma con una inaudita capacidad de destrucción."

Pequeñas pinceladas de una biografía que nos lleva a querer saber más de un personaje enigmático como buen jefe de espías y atrapado entre sus convicciones y la realidad de un régimen nazi asesino y totalitarista. Es posible que cuando se desclasifiquen documentos se pueda apreciar que Canaris buscó la paz y derribar la tiranía hitleriana pero sus actos fueron ocultados y silenciados tras 1943 cuando los aliados acordaron la rendición incondicional de Alemania. La mejor prueba de que Canaris fue un clavo en la bota nazi es que cuando lo ejecutaron en la horca lo hicieran dos veces para que saboreara el sabor de la muerte en la primera, lo cual era un trato especial para enemigos especiales del partido nazi. Derriba el mito del encuentro entre Franco y Hitler en Hendaya porque lejos del talante negociador del dictador español, lo que tenía Franco era información que Canaris hizo llegar para evitar la entrada de España en la guerra. Lectura para amantes del espionaje, la historia bélica y una buena biografía para despertar el interés de saber más del almirante Canaris que se devora de un tirón. Lectura ideal para estos tiempos populistas donde algunos escenarios son peligrosamente familiares en la actualidad cambiando los nombres y los paises protagonistas...

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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