CUANDO NOS VIENE
ALGUIEN DE FRENTE ENSIMISMADO CON EL MÓVIL
Hoy
abordaré la que posiblemente sea la primera compostura del postureo
consecuencia de la revolución digital y que nos pasa a todos alguna
vez durante la jornada. Me refiero a quien, sin distinción de sexo,
género, raza, religión, cultura o continente; camina por la calle
completamente ensimismado con su dispositivo digital.
Mayoritariamente encontramos que el cachivache es el móvil, aunque
se ven casos con la tableta digital si bien este tipo de ensimismados
suele aparcar sus posaderas. Se pueden distinguir tres grandes
categorías de ensimismados caminando por la calle. Primero tenemos
el ensimismado u ensimismada, se puede dar en ambos a la vez si son
algo y caminan juntos, que al menos va caminando por su derecha sin
obstaculizar a quien venga de frente y suele acontecer que se acaben
dando un golpe contra algo, lo cual siempre alegra con unas risas al
observador. El segundo tipo es quien va ensimismado u ensimismada
pero camina en zigzag, de un lado para otro sin levantar la vista del
móvil y ajenos al resto de viandantes, suelen tener reojo para los
obstáculos pero visión ciega total de frente con otros viandantes.
Es habitual que obligue a los viandantes a calcular qué hacer porque
siempre da la impresión de que cambiamos de lado para esquivar y se
giran a donde giramos. Es un grupo peligroso porque si se es corto de
reflejos te pasan al lado y te dan un costalazo con el codo, la
mochila o el bolso sin inmutarse o pedir disculpas. Pero peligroso es
el tercer grupo donde el ensimismamiento es total, sobre todo en
adolescentes aunque abarca a todas las edades. Aquí van como toros,
a mayor o menor paso pero como toros. Sólo están pendientes de la
pantalla y teclear y como si viene un tren de frente que ni se
inmutan, haciendo al resto viandantes alterar su dirección, chocar
unos con otros y hasta descalabrarse al pisar mal el bordillo de la
acera. Analizados los tres grandes grupos, paso pues a las diversas
composturas del postureo para cada caso. El primer grupo requiere una
compostura del postureo de indiferencia puesto que no nos obstaculiza
el paso y estar atento porque tarde o temprano se dará una hostia
contra un semáforo, señal de tráfico y cualquier tipo de
mobiliario urbano y hasta comercial en algunos casos que nos dará
unos minutos de paréntesis en el trajín diario pasando unas risas a
costa de la desgracia ajena que tanta gracia hace en la vía pública
mientras no seamos nosotros los protagonistas. El segundo caso
requiere una compostura del postureo de ojo avizor, de cálculo
mental y concentrarse en evitar al ensimismado u ensimismada. La
compostura del postureo para el tercer caso de ensimismamiento total
es llevar un carrito de la compra bien cargado de piedras y avanzar
cual legionario al encontronazo, con la zuna de antes del
encontronazo empujar el carrito y soltarlo para disfrutar de la
hostia que se mete contra el carrito lleno de piedras. Esta
compostura del postureo ya sé que es un poco radical y prefiere
planificación, pero cuando esquivas a media docena de ensimismados u
ensimismadas que no ven nada más que su móvil, se adquiere cierto
pensamiento psicopático que induce al atentado con el carrito lleno
de piedras. Y la compostura del postureo universal a los tres grupos
es no ir en babia y ver con anticipación al ensimismado u
ensimismada. La velocidad de paso no importa salvo para el primer
grupo que cuanto más rápido van mayor será la hostia contra el
mobiliario urbano. Luego están las composturas del postureo cuando
hay encontronazo y caen al suelo móvil, bolsos, mochilas y
similares, pero es de una compostura del postureo que escapa a la
compostura del postureo de hoy.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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