Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Primera victoria a
domicilio ante un Huesca al que se le puso el partido en cuesta
La
parroquia sportinguista andaba canina de una victoria a domicilio que
refrendara las buenas sensaciones con el juego de los rojiblancos en
El Molinón, sin rozar la perfección pero haciendo olvidar las
temporadas pasadas donde las sensaciones de que había hechuras de
equipo competitivo brillaban por su ausencia. Es verdad que al final
todo depende de si se acierta en el gol y se logran victorias que
siempre camuflan el mal juego, pero si se meten goles y además se
juega lo mínimamente aceptable para progresar como conjunto siempre
resulta ilusionante. A estas alturas tempraneras de la primera vuelta
la tabla clasificatoria aún no define su sentencia pero da mucha
tranquilidad a la hora de afrontar los encuentros y en el trabajo
diario con los entrenamientos y es lo que ocurre en la octava jornada
con el Real Sporting de Gijón donde se ve al equipo con ideas claras
que tratan de llevar a la práctica y se les ve un progreso jornada a
jornada, tanto a nivel individual como de conjunto. Es mérito de los
jugadores y de un míster donde se ve buen rollito y que se cree en
los sistemas que se trabajan durante la semana, no quita que cuanto
esto acabe las pasemos canutas para no descender como ha sido la
tónica final de las últimas tres temporadas, pero de momento los
jóvenes y no tan jóvenes atletas de la plantilla sportinguista
logran ilusionar con sus formas y maneras de progresar partido a
partido...
La
primera parte del encuentro estuvo entretenida a la vista del
espectador con dos equipos tratando de jugar a su estilo y se
prodigaron fallos, pases erróneos y falta de definición en el pase
final cuando se atacaba. El Real Sporting se defendía bien pero era
juego a ráfagas mientras los locales hacían su juego sin dar
sensación de inferioridad. El partido cambió de cara merced al
tempranero gol de Nacho Méndez que puso el partido cuesta arriba
para la S. D. Huesca que vivió unos minutos de achuchón rojiblanco,
con la serenidad que da ir por delante y además creando más
ocasiones de peligro. El Huesca aguantaba el chaparrón hasta que
Hassan, algo más generoso pero poco en el último pase, penetró
como un cuchillo y ya se cantaba el segundo gol en el bar y en el VAR
pero Gaspar marró el tiro a puerta vacía, uno de esos fallos
incomprensibles. De casi asegurar la victoria el Real Sporting pasó
a tener que defender su ventaja ante las embestidas, no muy atinadas,
del Huesca que buscó hasta el pitido final el gol del empate. Se
vieron cosas buenas en conjunto pero se sigue fallando en defensa si
no están concentrados al cien por cien, brillante Yáñez en la
portería y buen sabor de boca, hay fallos y errores que necesitan
mejora, tras ver un equipo jugar como tal y que las jornadas
anteriores no eran un espejismo. Destacar el buen arbitraje que supo cortar con tarjetas amarillas faltas y conatos de gresca entre jugadores.
Toca
jornada entre semana y se recibe al Elche en El Molinón el próximo
miércoles. El Real Sporting se encuentra en una tranquilizadora
sexta posición en la tabla clasificatoria y al Elche le vendría
bien una victoria para escalar puestos en la clasificación. Promete
ser un partido interesante que se afronta con ese optimismo que da,
tanto a equipo como a la afición, haber logrado una victoria fuera
de casa. Que se lo pregunten a los carbayones que por fin han ganado
un partido y sumar tres valiosos puntos pese a que siguen ocupando
puestos de descenso. Fiesta, pues, para los dos grandones del fútbol
asturiano que hay que disfrutar porque basta que estés ilusionado
para que la caguen estrepitosamente, pero ahora toca encarar un lunes
satisfechos con la victoria a domicilio de ambos equipos.
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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