Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
El televisivo affaire
de la marquesa de Griñón
Seguramente
la mayoría ignora la historia del Marquesado de Griñón y una gran
parte quién es la actual marquesa de Griñón. Si decimos que se
trata de Tamara Falcó, fruto del matrimonio de Carlos Falcó,
marqués de Griñón, con la ex- de Julio Iglesias, la inefable Isabel
Preysler, es posible que caigan de la burra. Tamara ya está talludita y es sabido su idilio con el
Creador, devoción por vírgenes varias y desde muy temprana edad
llamada como sierva del Señor aunque finalmente no entró en un
convento, pero es sabido de su catolicismo practicante, esa creencia
que da la buena cuna y un buen vivir donde es muy difícil no
sentirse bendecida y, a fuerza de lecturas y ejercicios espirituales,
la convicción de que tiene hilo directo con su Dios. Nada fuera de
lo normal aunque su vida, clase social y pijerío sea extraño en la
dura y cruda realidad de los Juan y Juanita Manzanas. Es además
colaboradora semanal en El Hormiguero
presentado por Pablo Motos en Antena 3 y es famosa por derecho propio
de cuna y, dentro de su mundo, se ha labrado una carrera, profesión
u pasatiempo como imagen de diversas marcas y serie televisiva por suscripción.
La
cosa empezó como uno de esos affaire de la alta sociedad donde hay
un noviazgo de campanillas y el novio resulta ser un amigo de farras,
tendencia a tontear con otras pese a estar prometido, pijo que
camufla su historial laboral como empresario de la noche y diseñador
de carrera que esconde en realidad ser un simple relaciones públicas
de locales de ocio nocturno. Eran una pareja pintoresca desde el
inicio, alejado el novio de las virtudes pías de su prometida. Hacía
algún tiempo que en Sálvame aparecían
testimonios de testigos de las andanzas nocturnas y diurnas con
nocturnidad del novio de la marquesa. Al final todo estalló cuando
al asistir a una boda la pareja y a las preguntas de la prensa el
novio mintió como un bellaco sobre la fecha de unas imágenes con él
de protagonista en una de sus farras afirmando que eran rancias y
añejas cuando eran frescas y recientes. Estallado el escándalo y el
consiguiente bochorno televisado ya en todas las cadenas y cuando se
pensaba que la despechada novia estaría llorando abrazando a su
peluche favorito, consolada por su madre y su hermana, pues resulta
que estaba diseñando con asesores del ramo como neutralizar el
bochorno y no quedar como una beata meapilas y pija seducida y
engañada por el pérfido de su prometido...
Inesperadamente
y excelentemente ejecutado por su parte, aparece en directo para
hablar con Jorge Javier que picó el anzuelo, como el resto de la
prensa y de los mortales, convirtiendo la pija beata meapilas en
representante de la mujer serena y adulta, seria y responsable,
dolida pero serena hablando con naturalidad del engaño de que ha
sido objeto. Todo el mundo televisivo cayó rendido a sus pies
empezando por el desquiciado de Jorge Javier así como tertulianos y
tertulianas de los más diversos contenedores en todas las cadenas e
incluso en el extranjero. El novio a la altura del betún, la alta
sociedad escandalizada y el común de los mortales observando con
curiosidad la unanimidad en alabar la entereza y naturalidad de la
novia. En su colaboración semanal, dio a Pablo Motos declaraciones
que parecía confirmar, dentro de sus beatas entendederas, su
entereza y fortaleza de espíritu para afrontar el affaire así como
su generosidad con la prensa.
Y
así estaba la cosa con el novio encerrado en su domicilio paterno,
la novia en alza en el sentir de la prensa y la audiencia, tal vez
nadie feliz pero todos comiendo perdices en sus ámbitos televisivos.
Pero la marquesa de Griñón acudió en México a un acto organizado
por una asociación católica conservadora de familias. Tamara no
puede evitar su pijerío a la hora de hablar con las consiguientes
limitaciones a la hora de expresarse con abundancia de “o sea”,
esa coletilla típica del hablar pijo donde quien habla dice “o
sea” y cree a pies juntillas que quien la escucha comprende lo que
quiere decir cuando es todo lo contrario. En pleno éxtasis de
intervención, Tamara habló de sus creencias y de vivir las cosas
como católica practicante hablando de lo divino, como es su hilo
directo con las alturas mediante el rezo y la oración, y hablando de
lo humano como es la noche y la diversidad sexual, todo ello tema
tabú y símbolo de la presencia del maligno en la vida terrenal...
Jorge
Javier estalló en directo poniéndola como un trapo y se han sumado
la mayoría de periodistas y colaboradores de ambos sexos a mostrar
indignación hacia quien era alabada por esas mismas voces indignadas
dos días antes. De repente se dieron cuenta de que la espontaneidad
en directo obedecía a un pensado plan de imagen pública, que la
marquesa ya no considera necesario dar declaraciones y que vive su
religiosidad como ella cree oportuno, correcto y camino de ganar el
cielo de su dios católico, apostólico y romano. Ha sido un momento
histórico de la televisión y también un momento histérico
inolvidable con Jorge Javier fuera de sí. Como momento televisivo es
fascinante, como fenómeno social es histórico y como espectador
resulta cómico que se tiren los trastos por lo que dijo cuando todos
los días vemos a políticos, analistas políticos y tertulianos
políticos llamarnos a todos barbaridades o escuchar insultos a la
inteligencia de ministras, portavoces de grupos políticos en el
Congreso y, de un tiempo a esta parte, del régimen del señor Putin
que ya nos tilda a todos directamente de enemigos...
La
marquesa ha jugado sus cartas con maestría. Siempre se supo de sus
creencias pseudomísticas de pija de clase social alta y los Juan y
Juanita Manzanas hemos visto que los ricos y la aristocracia también
lloran. Así que mientras se siguen rasgando las vestiduras Jorge
Javier y compañía, el novio y la novia cagan para todos nosotros y
siguen con sus pijas existencias entre farras de uno y la otra entre
misas y rezos...
¡Pero
ha sido un espectáculo televisivo memorable!
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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