Se oye mucho eso de que el
confinamiento domiciliario por el coronavirus ha dejado huellas
traumáticas en gran parte de la gente. Nunca entiendo que, la gran
mayoría, pasamos el confinamiento a todo confort, entiendo que en
esos días muchos descubrieran que su casa era cualquier cosa menos
confortable para estar en ella un tiempo y muchas que el Adonis que
tenían de pareja era un garrulo para la convivencia en encierros
domiciliarios; no faltaron servicios de suministro de energía,
alimentos, medicinas y alcohol sin olvidar el tabaco...
Supongo que soy un bicho
raro porque, dentro de la tragedia de las muertes que se producían
por centenares a diario, los gremios de salud y seguridad pública en
primera línea de combate, tengo buenos recuerdos. Recuerdo las
calles vacías cuando iba a la compra semanal y esa sensación
onírica de estar en la realidad viviendo un sueño y también
recuerdo que cuando volvimos a salir y con mascarillas me tropezaba
por azar con una chica cuya mirada con mascarilla en su rostro me
abstraía dos segundos, en una ocasión hasta nos cruzamos la mirada y
surgía fugaz un momento donde sólo existían aquellos ojos...
La nostalgia es producto
de que he vuelto a verla, ya sin mascarilla ni el pretexto de
reconocer para admirar su mirada. La nariz desentonaba un poco con mi
fantasía de reconocimiento facial en el tiempo de las mascarillas
obligatorias y la sonrisa que yo fantaseaba es en realidad una mueca,
no lo digo con desprecio ni mucho menos, sólo es que yo imaginaba
otro rostro...
Con esta guerra en Europa
con hechuras de Guerra Fría creo que sucede igual que con las
mascarillas y los rostros, vemos la mirada putinesca e imaginamos que
el resto es como pensamos y sin embargo a medida que se quita la
mascarilla apreciamos que es más terrible de lo que imaginamos,
tanto por sus hechos como por sus bravatas y amenazas capaz de
cumplirlas...
Pero he de reconocer que
en mis fantasías de odaliscas, he cambiado el velo por la mascarilla
y la mirada de la chica desconocida.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
Salt Lake City, Utah
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