Otro acto de compostura
del postureo que hacemos al menos una vez en la vida es el postureo a
la hora de compartir asiento en el autobús municipal. Se podría
escribir todo un libro pero hoy me ceñiré al espinoso tema de
sentarnos con alguien cuyas lorzas hacen que ocupe volumen que
pertenece a nuestro asiento. Si nos toca un gordo al que sobresalen
las lorzas, suele hacerse el sueco y ni se inmuta pese a sentir que
sus lorzas nos están importunando y robando espacio vital. Se suele auto consolarse pensando en que el voluminoso vecino de asiento se
bajará en una parada y sin embargo la experiencia nos enseña que
suelen ser usuarios de trayecto largo. Si es mujer el problema no
suelen ser tanto las lorzas sino que por alguna extraña razón
siempre su chaqueta, abrigo u similar nos queda pillado por el culo
al sentarnos, puede ocurrir lo contrario y que ocupando el asiento de
ventanilla la usuaria se siente atrapando nuestra prenda al sentarse.
Mucho cuidado de que la usuaria se mueva inesperadamente para cambiar
de posición o levantarse y que se rompa la prenda lo que daría lugar
a una compostura del postureo de poner cara de haba o hacerse el
sueco.
Con las nuevas tecnologías
y la afición de la masa usuaria a estar alienada con los móviles,
se puede dar la compostura del postureo al pensar el usuario del
asiento delantero que le estamos fisgando lo que piticlinea. Resulta
difícil una compostura del postureo si, antes de que piense mal el
usuario del asiento delantero, se trata de desviar la mirada, girar
la cabeza o ambas porque como todo el mundo está con el móvil da la
sensación de que giramos la vista o la cabeza para fisgar. Lo mejor
es compostura de postureo de camuflaje y simular que piticlineamos
con nuestro móvil.
Otra situación es el de
las bufas, ventosidades o flatulencias. Resulta inevitable que en un
bus atestado de usuarios alguien se tire un pedo, no suele ser sonoro
y sí altamente aromático. Si somos acompañante del propietario de
la ventosidad la mejor compostura del postureo es observar de reojo
haciendo la estatua hasta que otro usuario u usuaria se percate del
fétido aroma y hacer que también olemos algo. Esta compostura del
postureo es básica porque quien se tira el pedo no dudará en
echarnos la culpa si se ve en la tesitura de ser descubierto. Es
verdad que las mascarillas pueden evitar un efecto fétido inmediato
en nuestra pituitaria pero si es de alta densidad aromática se
propagará por el bus y es mejor simular que algo huele raro mirando
al pasaje a que nos tomen por el propietario de tan poca agradable
fragancia. Como norma general lo mejor es coger en horas de asientos
libres e ir conociendo a la masa usuaria ya que la fija no suele dar
problemas, son los pasajeros ocasionales quienes nos pueden obligar a
una compostura del postureo por lorzas, ventosidades o pisadas de
ropa.
No quiero dejar en el
tintero el tema de los asientos reservados a tercera edad, impedidos,
escayolados o el que sube en la silla de ruedas motorizada y se pone
a maniobrar obligando al pasaje que va de pie a moverse sin apenas
sitio. Citar los carritos de bebé que también obligan a un reajuste
de espacio. Tener compostura del postureo en estos casos particulares
no es buena táctica ya que por ley tienen derecho a joder al resto
para ocupar sus plazas reservadas. Vendarse un pie, un brazo, simular
cojera y embarazo sin olvidar un buen vendaje craneal, nos permitirán
ocupar estos espacios reservados sin que nos miren con reproche o nos
monten una barrila por jetas.
Alí
Kate
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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