No deja de asombrarme la
capacidad de innovación y sutilezas con las que Putin y su régimen
alteran y cambian las leyes y el arte de la guerra...
Reconozco que soy profano
en la materia pero sí sé que, antaño, al enemigo si había que
fusilarlo se le fusilaba como mandan los cánones, con su pelotón de
soldados y el oficial al mando, preguntar si querían venda en los
ojos los sujetos de turno a fusilar, con la posibilidad de que
pudieran fumar un último cigarrillo, entonar una frase o unas
estrofas patrióticas y sin que faltara el tiro de gracia...
El nuevo método de Putin y su régimen para los fusilamientos, que no deja de ser una simple matanza del
enemigo, es concentrar los enemigos a fusilar y con un misil acabar
con los enemigos y el edificio. Puede parecer atroz pero analizando
fríamente los hechos es evidente que las ventajas superan a las
posibles dudas éticas o morales, que la guerra no entiende de esas
cosas...
Se logra disponer del
pelotón de fusilamiento para otras tareas sin gasto de munición ni
permisos para superar el trauma. El fusilamiento por misil permite
tareas de reconstrucción y de paso construir una cárcel moderna
sobre los restos de la anterior, se calibran los sistemas de guía de
los misiles adiestrando a sus operadores por no hablar de que la
muerte si no se la espera pues ya no existe la congoja que puede
asaltar a los enemigos a fusilar, es mejor morir relajado y no deja
de ser un acto humanitario, otra ventaja del fusilamiento por misil
en comparación al fusilamiento clásico...
Miro la foto de la cárcel
objetivo del fusilamiento por misil, un resto calcinado de lo que una
vez fue un ser humano parece mirarme con sus inexistentes ojos en
las cuencas vacías. Parece decirme algo aunque sólo es mi mente
asimilando la escena dantesca de restos materiales y humanos
carbonizados e incinerados...
Debería escribir sobre
agosto, pero no me sale.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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