Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje a las esquelas
del periódico
El
viajero emprende el viaje abriendo la primera página del periódico.
Por alguna extraña razón, quizás manía o quizás algo aprendido,
el viajero gusta de ver impresa la esquela de algún difunto conocido,
pariente o amigo, razón ésta última. Recuerda el viajero, le
asalta más bien, el recuerdo de las ausencias mirando esquelas como
ritual diario, era el viajero joven en esa juventud donde la muerte
queda lejana y ver esquelas resultaba tétrico. Con la lección
aprendida tras realizar el viaje a las esquelas del periódico en
anteriores ocasiones, ha pasado el viajero a seguir el ritual de
mirar siempre que tiene el periódico entre sus manos las esquelas,
con curiosidad mórbida por si aparece algún nombre y apellidos de
tiempos escolares, de instituto; también por si aparece el inevitable
familiar cercano de trato lejano hasta casi el desconocimiento del
que no avisan del deceso y se entera el viajero al ver su nombre y
apellidos, comprobando los familiares y ver con sorpresa que era
Funalita o Funalito...
El
viajero viaja a tiro fijo en esta ocasión, sabe a quién busca y ya
ha visto la esquela digital la tarde anterior al enterarse de que su
amigo dejaba este mundo. No es el viajero de ñoñeces fúnebres y es
de la opinión de que la muerte, con su dolor por la pérdida, es
sólo un instante y los recuerdos de cuando estaba en vida son el
noventa y nueve por ciento de los recuerdos aunque el uno por ciento
sea una carga de nostalgia, dolor y ausencia que nunca le abandona...
El
viajero llega a su destino. Es una esquela estándar de las que
entran en el seguro, esperaba el viajero que fuera algo mayor,
incluso que hubiera varias de distintas entidades pero sólo viene la
típica esquela informando de la hora del funeral, la capilla
ardiente y relación de familiares cercanos...
Saca
el viajero las tijeras y recorta la esquela, con imágenes que
invaden su recuerdo del difunto en vida. Aparta el viajero la
tristeza inherente, concentrándose en recordar y disfrutando unos
segundos de un recuerdo divertido, de cenas que terminaban en
tertulia, de acompañarle despertando la curiosidad y los rumores de
propios y extraños, de hablar de la actualidad y de recordar a
quienes se iban. Hace ya una eternidad de aquellos tiempos aunque
solo hayan pasado unos años. El viajero toma consciencia de que su
amigo y amistad ya no volverá...
El
viajero apura el café mañanero, caliente y reconfortante. Echa un
vistazo a la ciudad, la porción de la misma que puede ver desde la
ventana, y guarda la esquela en una carpeta y piensa en donde colgar
una foto del difunto. Barrunta el sitio de colgar la foto mientras
coge el albornoz y se va al baño a darse una ducha...
Pero
ése ya es otro viaje.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
theadversiterchronicle@hotmail.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario