Resulta fácil contagiarse
del ambiente veraniego con sol de playa, foráneos deambulando y
hasta se ve cierto ambiente de gasto en hostelería. Sin embargo, no
logro abstraerme y me vienen imágenes de hectáreas de bosque
ardiendo, leo las amenazas constantes que empujan a la guerra y
comienzo a sufrir las consecuencias de la guerra en marcha...
Nunca entendía del todo
el concepto de falsa guerra,
la percepción de la misma donde Polonia quedaba tan lejano en las
playas y destinos vacacionales como ahora queda Ucrania, lo que va
quedando de ella ya que mengua un poco a cada día que bombardean.
Me preguntaba cómo era posible que la ciudadanía de las potencias
en guerra ya declarada podían disfrutar del sol, de las vacaciones,
de un caluroso mes de agosto...
Supongo
que ocurrió entonces lo que nos ocurre ahora, asfixiados por una
década que será recordada como los malditos 20´s, nos agarramos a
restos de la vieja normalidad que no volverá a medio plazo; viajar,
disfrutar, olvidarse de todo pese a que todo nos rodea. Claro que
para rodeados en Taiwán, otro peón de esta nueva guerra de la nueva
era digital. Puede que en otros lares puedan llamarla nueva guerra
fría pero en Europa la guerra es realidad. Tal vez la vieja y
decrépita Europa se había acostumbrado a la paz, la prosperidad y
la colaboración internacional; crecimos sin guerras y las que había
eran lejanas y de la nuestra no se hablaba, se discutía y se
encabronaba el personal, pero no se debatía, analizaba y se sacaban
lecciones...
Al
menos desde el acantilado el paisaje no cambia salvo los cambios que
se producen cíclicos con las estaciones del año, lo bueno del mar
en guerra es que se traga a los cadáveres y las máquinas de
guerrear, los muertos quedan enterrados en el fondo y se evita su
presencia a la vista y cuando termina la guerra el mar sigue igual...
Creo
que añoro la vieja normalidad y me pongo ñoño.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario